*No Tenemos Paraguas

*Militares Protegidos

*De dos Gobernadoras

Ya estamos en alerta. Igual que sucede con los pueblos y ciudades costeras durante la prolongada temporada de huracanes que, en este año, tendrá una duración mayor por esos cambios climáticos con presagios de devastación. ¿No es suficiente con cuanto está pasando con la naturaleza vulnerada por la violencia de los seres humanos para darnos cuenta de cuan cerca estamos del final? Y no es precisamente prohibiendo los circos con animales –muchas veces son academias para el contacto primero de los niños con fueras, simios y otras especies-, cómo vamos a tapar los agujeros negros de la erosión incesante con la gran potencia del norte negándose a secundar el Protocolo de Kyoto para reducir la contaminación atmosférica cuyos efectos mayores provienen, desde luego, de Norteamérica.

Cuando se observan las gráficas satelitales del planeta se evidencia el derroche de energía en los Estados Unidos, con una luminosidad nocturna que es mayor a la dl resto del mundo en conjunto; y, claro, todo ello genera una incesante batalla contra el medio ambiente, cercenado y herido hasta la apertura de hoyos como efectos de las partículas de ozono. Cada que pienso en ello, o me introduzco en la lectura o la visión de alguna información al respecto, me aterro, lo confieso, sobre todo si permanece en nosotros la conciencia para preservar el ámbito legándoselo limpio a las nuevas generaciones. ¿O acaso podremos justificar nuestra desidia cuando llegue el momento atroz del “sin remedio”?

Algo similar ocurre con nuestra economía: avizoramos las crisis pero las dejamos llegar aun cuando sean previsibles y evidentes. Recuerdo, durante la administración de zedillo la infortunada afirmación de aquel mandatario sinuoso, en una visita a las zonas costeras de Guerrero tras el paso de un ciclón, quien afirmó que no le preocupaban los “tsunamis” provenientes de Asia –en un momento en que los gigantes amarillos despertaban-, porque teníamos suficiente blindaje en dólares. De nada sirvieron las advertencias y los presagios; el gobierno siguió su curso hasta que, una vez más, sufrimos los embates en estado de indefensión, un factor determinante, por cierto, para el fracaso priísta en 2000 y la consiguiente arribazón del PAN. ¿Hasta este punto llegaron las truculencias? Es obvio que sí. No creo en casualidades, ¿y ustedes?

Y vamos sumando devaluaciones y pobreza mientras se especula de lo lindo con la caída de los ingresos generales y de la riqueza nacional a la que se coloca en el filo de la bancarrota para tener argumentos para privatizar… hasta la residencia oficial de Los Pinos si es posible dada las malas herencias, los virus malignos y las enfermedades de sospechosa procedencia que pululan por allí. La delgadez extrema del presidente peña nieto, quien alega que hace ejercicio –además de los viriles-, es una señal alarmante, en similar proporción a los indicativos financieros, por cuanto es necesario contar con un mandatario con todas sus facultades, no sólo políticos sino también físicas, para enfrentar los desafíos que ya vienen sin remedio aunque quiera minimizarlos el titular de la Secretaría de Hacienda, el presidenciable Luis Videgaray Caso, acaso para ganar tiempo y pertrecharse. De esta manera, tan dócil, sus ambiciones personales nos asfixian.

Así las cosas, el gobernador del Banco de México, el muy robusto Agustín Carstens Carstens –apunto lo de su perfil físico sólo para molestar siguiendo uno de los dogmas de la crítica política vista como contrapeso permanente-, ya anunció que el PIB habrá de recortarse de tres puntos porcentuales a 2.6 por ciento. Una pérdida significativa que nos hace pensar en una especie de proyecto colateral destinado a la emergencia para atemperar con ella los señalamientos de la mayor parte de los mexicanos sobre las reformas energética, de telecomunicaciones y política-electoral, sobre todo. “A río revuelto, advierte el refranero popular, ganancia de pescadores”.

En la misma línea no extraña el anuncio sobre las “pérdidas” de PEMEX en los últimos dieciocho meses, esto es desde enero de 2013 y ya bajo la administración peñista: nada menos, 176 mil 822 millones de pesos. El dato viene a la medida de las teorías oficiales sobre el imperativo de celebrar “contratos” beneficiosos con consorcios nacionales y extranjeros hipotecando la otrora fuente más importante de ingresos para el país; ahora, claro, ya son mayores las remesas de los trabajadores mexicanos emigrantes. Una pauta entre la corrupción pública y la miseria de los más a causa de la ineficiencia gubernamental y la ausencia de oportunidades de trabajo. Por desgracia, no aparece en la perspectiva algún alivio; todo lo contrario: si se crean trescientos mil empleos cuando se requieren dos millones, es obvio que muchas manos se quedarán sin alternativa aparte de la salida hacia el falso paraíso estadounidense en donde se prevé una disminución importante de su propio crecimiento con la consiguiente reducción de espacios laborales. ¿Qué piensa hacer el superior gobierno al respecto?¿Simplemente esperar el estallido de la bomba?

Hace algunos años, cuando terminaba su confinamiento, Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, convertido en un cartucho político quemado y sin destino pero deseoso de vender sus memorias en un millón de dólares, me contó que cuando dejó de entregarse el dos por ciento de las utilidades de PEMEX al sindicato –mismo con el cual se daba mantenimiento a las instalaciones y, además, se enraizaba la corrupción sindical-, el deterioro fue notorio y acaso inducido; esto es, para iniciar el desmantelamiento de la paraestatal modificando los criterios generales sobre la economía “petrolizada” –lo era entonces-, para así poder contar con argumentos para venderla a los ávidos expansionistas norteamericanos y europeos, sobre todo españoles. Los hechos le dieron la razón al extinto cacique que no supo medir, como luego sucedió a la “maestra” Elba Esther Gordillo Morales, sus verdaderos alcances.

Con todo ello –PIB a la baja, crecimiento también, alertas financieras a los bancos y las empresas, pérdidas en PEMEX, hasta ahora una paraestatal excepcionalmente redituable-, se prepara el camino para la arribazón de las plagas de langostas financieras, devastadoras, listas a dejarnos sin alternativas ni divisas… hasta que México, a lo largo de las próximas décadas, reviente.

Mientras, nos estimulan diciendo que con las medidas tomadas –las reformas peñistas- seremos una potencia a finales del siglo aunque pongamos en serio peligro la estabilidad de nuestra frontera norte por las ambiciones estadounidenses. Y tal augura George Friedman, uno de los autores sobre el tema más conocidos, quien incluso aventura la posibilidad de un enfrentamiento bélico con el vecino norteño, el más incómodo imaginable, allá por la mitad del siglo en curso. ¿Nos preparamos o nos reímos? Cada quien escoja su postura y línea… acaso de acuerdo a las visiones tan particulares de unos y otros, inducidas por los niveles y grados que ocupan dentro de la estructura sociopolítica y económica.

Desde luego, no es sencillo asimilar tanta información poco atractiva para los fines manipuladores de quienes ejercen la política cavernaria pintada de “modernidad”, el nuevo tecnicismo que pretende someter al interés global –esto es el de las naciones fuertes-, los pobres remanentes de los países satélites como el nuestro. Y así será mientras no tengamos autoridades visionarias y valientes para, siquiera, frenar el avance incontenible de cuantos desean borrar fronteras… para explotar a cuantos se encuentren en la ruta sin genes anglosajones. De este punto al estado fallido hay apenas un pequeño espacio… que cubre, muy bien, el entorno de violencia que sigue siendo incontrolable. ¿O alguien piensa que el retiro de un gobernador, el de Michoacán, y la llegada del doctorcito Salvador Jara Guerrero, bastante enclenque para el desafío que tiene encima, será suficiente para imponerse en una entidad convertida en refugio de los perversos? Sería ridículo.

Pues lo mismo observamos en el plano de la economía. ¿Alguien podrá rescatarnos del círculo vicioso creado por el doctor Videgaray mientras se acercan las tempestades, bajo la terminología de “episodios de volatilidad”, que acabarán por ser amenazas para los ahorradores comunes mientras los del “top-ten” millonario se cubren las espaldas con informaciones confidenciales e ilegales salidas desde el núcleo mismo del poder político. Al parecer, como a salinas en su momento, a peña nieto le urgen aliados y cómplices.

Debate

Alega el presidente peña nieto que el setenta y cinco por ciento de los abusos de militares contra la población –incluyendo los frecuentes botines de guerra-, se resuelven satisfactoriamente. Claro, la estadística, tan feliz, no puede corroborarse porque, al igual que el expediente médico del mandatario, los juicios castrenses son considerados de “seguridad nacional” y, por ende, las tantas comisiones de transparencia sólo sirven para oscurecer los informes requeridos con contenidos de interés periodístico.

Por otra parte, se reconoce, cuando menos, que uno de cada cuatro casos permanece bajo cerrojos de impunidad todavía más inexpugnables. ¿Y cómo puede suceder tal cosa si se trata de ilegalidades cometidas por una institución pública encargada de velar, nada menos, por la soberanía del país y garantizar la paz social? Aún con el optimista reporte, son evidentes las tremendas lagunas generadas por la negligencia de varios mandatarios, atormentados por las presiones de los altos mandos del ejército y confinados, de hecho, a aceptar un vínculo de chantajes para asegurase la lealtad de las fuerzas armadas.

Los abusos se repiten sin cesar, en muchas de las comunidades en donde la soldadesca, los marinos y los marines han desplazado a los grupos de autodefensa, guardias rurales… y a los cada vez mejor pertrechados grupos delincuenciales, sobre todo las mafias del narcotráfico. ¿Qué han caído capos célebres como “El Chapo” Guzmán? Pues sí. Pero, a cambio de ello, ¿ha disminuido el narcotráfico o ha permanecido en los mismos niveles? Por desgracia, bien sabemos que lo segundo se impone con la alegre participación de los agentes aduaneros de la Unión Americana instruidos por algunos de los más relevantes jefes de la CIA, la gran controladora. ¿Lo ignoran en los círculos oficiales? De ser así, ¿cómo puede gobernarse con vendas sobre los ojos?

La gran tragedia nacional no es siquiera la miseria colectiva; lo es, sin duda, la propensión general a creer las falacias propagandísticas de quienes equivocan al presidente en funciones con tal de no caer de su gracia. Veleidades y fariseísmos.

La Anécdota

Hace unos días, en el aeropuerto de Mérida, conversé brevemente con la ex gobernadora de Yucatán, Dulce María Sauri Riancho. Le comenté que siendo esta entidad la única que había contado con dos mujeres en la titularidad del Ejecutivo local, eran evidentes las diferencias con Ivonne Ortega Pacheco, ahora secretaria general del PRI, caracterizada por su persistencia de acceder a la refundación del cacicazgo maya, siguiendo los pasos de su nefasto y difunto tío, víctor cervera pacheco. Y le pregunté, aprovechando el viaje:

–Si bien habías sido mandataria interina, te promoviste como precandidata al lado de la señora Ortega. ¿Qué pasó en el camino?

–Muy simple: ella recibió el apoyo de tres gobernadores claves, el mexiquense peña nieto, el hidalguense Osorio Chong y el quintanarroense Félix Canto. Estaba todo muy bien armado.

Las consecuencias son nefastas. De hecho, es inexplicable que la señora Ortega se mantenga en el PRI con la larga “cola” que le pisan quienes conocen a fondo la historia vernácula. Fue, para decirlo con claridad, una ambiciosa ávida de enriquecerse. Ladrona y despilfarradora. Y, hasta la fecha, no hay indagatoria alguna contra ella. Lo mismo sucedió con su execrable pariente.

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Web: www.rafael-loretdemola.mx

E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com

EN TEMAS ECONÓMICOS LOS MEXICANOS, SALVO AQUELLOS QUE FORMAN PARTE DEL LISTADO DE MULTIMILLONARIOS, TENEMOS NUESTRAS PIELES MUY SENSIBLES. ¡NOS HAN MENTIDO TANTO! Y LO PEOR ES QUE SEGUIMOS TROPEZANDO CON LA MISMA PIEDRA. DICEN QUE ELLO ES REVELADOR DE TONTERÍAS. ¿DE PARTE DE QUIÉNES?¿DEL GOBIERNO O DE LA COMUNIDAD NACIONAL?