Cuando se habla de Filosofía ¿De qué se habla?
(Primera de dos partes.)
Los habitantes de una ciudad, por regla general, adoptan una actitud perniciosamente pragmática ante la vida, a menudo encuentran justificaciones a sus comportamientos en la medida en que les reportan ciertas comodidades y resultados útiles para algún fin personal y privado: recoger a los hijos enfrente de la salida aunque interrumpa el tráfico, «ganar una posición social», «colocarse».
Este espíritu de habitante, moldeado por una ideología puramente pragmática: ruin, mezquina, egoísta y vegetativa, es un espíritu destinado a secarse, si los ciudadanos de esa misma ciudad, exigen y demandan de aquellos habitantes, cumplir con los deberes y obligaciones que todo integrante de una sociedad política, está obligado a cumplir. Si los ciudadanos demandan de sus autoridades, cumplir y hacer cumplir su Constitución.
La hipoxia espiritual que se observa en la mayoría de los habitantes, de todas las clases y condiciones: estudiantes, trabajadores, empleados, empresarios, funcionarios públicos, obreros,, etc., tiene como causa inmediata una inadecuada o una falta de “ventilación especulativa” que asfixia los centros neurálgicos más nobles del espíritu humano.
Los saberes de distintos campos: científicos, teológicos, míticos y filosóficos son, ante todo, una actividad que por sí sola se justifica, por el puro goce especulativo que reporta y que revitaliza el espíritu de quien se nutre de ellos. El saber, en cuanto se valora únicamente como un instrumento de utilidad personal, traiciona y prostituye, en un plazo muy breve las fuentes que vitalizan el espíritu.
Nadie puede trabajar una cosa cuya naturaleza desconoce.
La naturaleza especulativa de la Filosofía, constituye y le confiere al pensamiento el carácter del instrumento más potente con que contamos los seres humanos para combatir ese espíritu pragmático que estrangula las almas de la mayor parte de los individuos de una sociedad. La Filosofía estimula los mecanismos y las facultades especulativas del entendimiento, con las cuales las personas humanas pueden desarrollarse libremente y ocupar, con dignidad, el aristocrático puesto que les corresponde como ciudadanos.
¿Qué es la filosofía? Complicado resulta definirla cuando no sabemos mucho del tema, y peor si no tenemos la menor idea, sobre todo cuando esperamos una definición formal, es decir, una definición obtenida a partir de considerar a la filosofía en sí misma.
Los distintos saberes y conocimientos de las sociedades pueden ayudarnos para construir un criterio que nos ayude a entenderla. Por lo pronto, por conocimiento entenderemos el acto de saber acerca de: las cosas, los hechos, las verdades y los materiales que vinculan a los hombres a través de las relaciones prácticas de la vida.
Así como el alimento es indispensable para que se desarrolle la vida biológica, es imposible el desarrollo de la mente y sus facultades, éticas y dianoéticas, sin el saber, sin el conocimiento. Sólo la correcta asimilación de los saberes, convierte en facultades activas sus capacidades y potencialidades.
Dividir para vencer.
Las Ciencias positivas, cada una en sus distintos campos, tratan de saberes muy específicos. Las Ciencias Positivas o Particulares, son una forma de saber perfectamente determinado, cada área científica del saber humano, podemos definirla como: Un conjunto de conocimientos verdaderos, en tanto que son demostrables, y cada una se refiere a campos parciales, abstractos, del Mundo (Real o Ideal).
Lo propio de cada una de las Ciencias Positivas o Particulares es cada una estudia y comprende sólo una región del Universo, no tratan de todo el Universo, sino de una región específica de él, a la que consideran separado (abstracto) de los demás. Las ciencias Son, pues, saberes parciales. Sus saberes son demostrativos, no caprichosos ni arbitrarios. Cada Ciencia parte de unos principios (definiciones, axiomas y postulados) que son los que determinan su campo. Sobre estos principios se desarrolla todo el saber positivo.
Por su parte, la Filosofía, es una forma del saber que se dirige, no ya a una región particular del universo, sino a todo el universo. Pero, al propio tiempo, la Filosofía quiere alcanzar este saber total, universal, no por la Fe, sino a partir de principios naturales y demostrativamente a la manera de las Ciencias Positivas.
La Filosofía es un intento de concebir el Universo en su totalidad, valiéndose de los únicos recursos de la razón natural. La diferencia entre los saberes de las Ciencias positivas y los de la Filosofía es siguiendo la Teoría del Cierre Categorial de Gustavo Bueno, que las ciencias tratan con conceptos y la filosofía con las ideas. De esto trataremos en la segunda parte, la siguiente semana.
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