A TIRO DE PIEDRA: DISCURSO Y PRIORIDADES FEDERALES

Si me engañas una vez, tuya es la culpa; si me engañas dos, es mía

Anaxágoras

Si la segunda mitad de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, se enfocará a modificar realmente la vida diaria de millones de mexicanos, el presupuesto “base cero” no será suficiente, pues aunque las “grandes” reformas se han logrado, según dijo en su discurso de tercer año de gobierno, las que realmente pudieran beneficiar a las personas han quedado pendientes.

El mandatario federal envió el martes su tercer informe de gestión, y este miércoles al mediodía dio un mensaje en cadena nacional, en el que señaló lo que considera sus logros, haciendo, en la mayoría de los temas, un recuento de trianual y no sólo un comparativo con el año anterior, y aseveró que no impulsará la creación de nuevos impuestos o deuda gubernamental.

Ciertamente entre el discurso presidencial y la realidad de millones de personas existen marcadas contradicciones, pues mientras se insistió en que se ha logrado una reducción de la pobreza extrema en un 22 por ciento, a nivel país el número de pobres se ha incrementado, cuestión que el mismo mandatario reconoció, en una especie de mea culpa que resulta poco convincente, si al final se insiste en sostener el discurso oficial de todo va en mejoría.

Y resulta contradictorio además porque, mientras el mandatario felicitó a las autoridades del Banco de México por mantener la capacidad adquisitiva de los mexicanos y alabó los beneficios de sus reformas, derivado de esas mismas ciudades como Chetumal, la capital de Quintana Roo, durante el último año se ha mantenido como la urbe que mayor inflación ha sufrido; y en general las expectativas de crecimiento económico para esta administración arrancaron con estimaciones superiores al 3.2 en 2012, y en general este no ha superado el 1.3 por ciento en los tres años de administración.

Aun así, en la parte central de su discurso, el presidente aseveró que las reformas ya se han realizado, y que lo que falta es lograr modificar la vida diaria de los mexicanos; y es en este sentido en que el escribiente señala que las medidas presupuestales para 2016 serán insuficientes para lograr las buenas intenciones presidenciales, pues mientras en el discurso se afirmó que se trabaja para que más mexicanos tengan accesos de salud en más y mejores unidades médica; que “en los últimos años las instituciones del Sector Salud se han unido para hacer una sola compra de medicamentos y material de curación”, y que incluso ya hay 57 millones de personas afiliadas al Seguro Popular, lo cierto es que la reforma al sistema de Salud propuesto desde el inicio de la administración permanece estancada en el Congreso federal, por lo que la atención integral simplemente no existe.

Son este tipo de reformas las que deberán priorizarse en el Legislativo federal si de verdad quiere contribuirse a la mejora nacional, pues en el discurso se afirmó también que el campo tiene nuevos programas de atención, que se han tecnificado 417 mil hectáreas y ordenado la compra de seis mil 500 tractores para el mismo número de productores; y que incluso los primeros siete meses del año en curso, la financiera nacional de desarrollo FIRA ha colocado más de 125 mil 200 millones de pesos en créditos para el sector agropecuario y rural, que significa 25.4 por ciento más a lo otorgado en igual periodo de 2012.

Sin embargo, tan sólo en 2015, el sector primario nacional tuvo recortes presupuestales por un total de seis mil 531 millones de pesos, distribuidos en cinco programas: la Secretaría de Hacienda recortó 500 millones de pesos del Programa de Subsidio a la Prima del Seguro Agropecuario; y la Sagarpa aplicó recortes en el Programa Integral de Desarrollo Rural por un total de dos mil 038 millones de pesos; el Programa de Productividad y Competitividad Agroalimentaria por mil 700 millones de pesos; el Programa de Fomento a la Agricultura por mil 292 millones de pesos y el Programa de Fomento Ganadero por mil millones de pesos. De nuevo, el discurso de mejoría no lo sostienen los hechos.

Y es justamente la reforma al campo otro de los pendientes en el Legislativo federal, y por ello se insiste en que el presupuesto “base cero” no será suficiente para lograr los beneficios prometidos por el presidente de la República, y en general para cumplir sus promesas de beneficios requerirá mucho más que la no creación de impuestos o deudas, pues si los recortes se aplican como en 2015, será nuevamente la sociedad y no el gobierno quien sufra las consecuencias, y la “vida diaria” de los mexicanos será sin duda modificada, pero para empeorar. Y lo aquí señalado es apenas una pequeña muestra de pendientes.

Así, más allá de la baja aprobación que tiene el gobierno de Enrique Peña Nieto, del discurso que no sostiene la realidad y los pendientes que existen también en el Legislativo federal, debe tenerse presente que, a tres años de iniciada su gestión, tan sólo ha cumplido 28 de 266 compromisos hechos con los mexicanos, es decir, el 10.52 por ciento de los que firmó ante Notario Público durante su campaña electoral en 2012; y eso, más que los autoalabos, son muestra de lo que puede esperarse para la segunda mitad de su mandato, así de observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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