La muerte de los Moreno Valle – misterio sin resolver

Por: Walter Fernando Vallejo Romero

Un misterio que sigue siéndolo a pesar del tiempo transcurrido, y que se presta a toda clase de especulaciones, es el del fallecimiento de Rafael Moreno Valle Rosas y Martha Erika Alonso Hidalgo.

Para los simpatizantes de la derecha no hay la menor duda: el senador y la gobernadora fueron asesinados, ya sea por López Obrador o por Miguel Ángel Barbosa. El problema de esta hipótesis es que no explica cómo fue que ocurrió el supuesto asesinato pues los expertos internacionales que han revisado los restos del helicóptero afirman que no hubo sabotaje ya que todas las piezas estaban en perfecto estado y no existe huella de ningún disparo ocurrido mientras volaban.

La tesis del sabotaje se enfrenta con otra incongruencia: para sabotear un vuelo en que viaja un personaje indeseado es necesario conocer de antemano en qué horario y en qué nave va a viajar, para poder sabotearla por anticipado. El caso es que nadie sabía que ese día iban a viajar y, mucho menos, en qué vehículo lo iban a hacer.

Otro asunto que refuta esta hipótesis es que los ADN del senador y la gobernadora no aparecen por ningún lado y el incendio derivado de la caída de la nave fue totalmente insuficiente para carbonizar los cadáveres hasta el grado de no poder ser analizados. Para cualquier juicio objetivo, eso es más que suficiente para descartar la hipótesis del sabotaje.

Pese a los peritajes conocidos hasta el momento, todavía se mantienen algunas hipótesis en pie:

Primera hipótesis – Rafael Moreno Valle y Martha Érika Alonso fueron asesinados como parte de las luchas entre cárteles por el control del huachicol en Puebla. Según esta versión, el Cartel Jalisco Nueva Generación luchaba por apoderarse del huachicol de Puebla y les era necesario eliminar al capo mayor de los huachicoleros poblanos, que era Rafael Moreno Valle.

Es de recordar que el robo de combustible se exacerbó durante los períodos de Moreno Valle y Gali Fayad. Sin embargo, aunque investigaciones posteriores han aclarado que si bien el huachicol sólo pudo desarrollarse con la complicidad de las autoridades, también cierto es que la mayor parte del saqueo no se ha generado en los ductos de combustible sino en el interior mismo de las plantas de refinación.

Segunda hipótesis – El asesinato fue obra de Carlos Salinas de Gortari, para deshacerse de un aliado incómodo que amenazaba su hegemonía. Según esta versión, el crecimiento de la influencia de Rafael Moreno Valle al controlar los recursos económicos de Puebla y ser el líder la bancada de oposición más importante en el Senado de la Republica, amenazaba con arrebatarle el liderazgo de los neoliberales. Esta versión sólo es repetida por un escaso número de analistas políticos, sin embargo, no es totalmente descartada.

Tercera hipótesis – Fueron los propios panistas quienes mandaron matar a la pareja Moreno Valle. Esta versión se funda en que, al transfugarse del PRI al PAN, a punta de dinero y corrupción desplazó a los panistas tradicionales de la dirección de su partido por lo que muchos denunciaron que se estaban traicionando sus principios. La versión es poco creíble pues los panistas tradicionales carecen de los recursos y la oportunidad para llevar a cabo una acción semejante. Tampoco es una versión muy difundida, aunque no dejan de existir quienes la defienden.

Todas estas versiones dejan sin explicación la ausencia de ADN y no explican cómo habría sido posible ocasionar la caída del helicóptero.

Analicemos otras probabilidades:

Cuarta hipótesis – Rafael Moreno Valle pilotaba el helicóptero y no supo controlarlo. Rafael Moreno Valle acostumbraba pedir a los pilotos de los helicópteros en que viajaba que le permitiesen manejarlos, aunque no tenía licencia de piloto ni los conocimientos y experiencia para hacerlo bien. Bien puede haber ocurrido que hubiese tomado los mandos de la nave y su falta de habilidad haya provocado la caída. Esta versión tampoco explica la ausencia de ADN.

Quinta hipótesis – Los Moreno Valle no murieron en ese accidente. Esto implica que el senador y su esposa sólo fingieron su muerte para escapar de la justicia pues sus crímenes y raterías ya no podrían ser ocultados.

Esta hipótesis es la más aceptada por el público. Se refuerza con la revelación posterior de que el helicóptero que despegó de “El Triángulo” de Las Ánimas, aterrizó inmediatamente en un jardín de la casa del empresario José Chedrahui, a tres kilómetros del aeropuerto, y despegó nuevamente minutos después. Esta teoría es la única que explica por qué nunca apareció el ADN de los presuntos difuntos.

Hasta aquí las especulaciones. Cuando los resultados de las investigaciones sean conocidos, lo más probable es que no correspondan a ninguna de ellas. Como siempre, la realidad será mucho más creativa que la imaginación más fértil. Al tiempo.

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