Desafío

Veneno Puro

*Relajamiento Colectivo
*Algunas “Buenas Nuevas”
*91 Años y la Nostalgia

Es domingo. Y buena parte de mis lectores, estoy seguro de ello, pasan el día en familia, estrechándose, para despejar la mala energía acumulada durante toda la semana. Recuero, como estimulante perpetuo, aquellas largas comelitonas en casa de mi padre con todo el sabor yucateco, el mejor de México. También, cuando él se fue, las reuniones en casa del Tío Carlos –Vadillo Martínez-, rociadas con tequila del bueno y adobadas con conversaciones interminables. Las extraño, sí, ahora que lo moderno es estar a dieta, evitar que la glucosa nos mate lentamente y estar pendiente, en todo momento, del sobrepeso. Pero dijimos que habríamos de relajarnos y así será.
Durante las últimas semanas –cuando los bandos políticos vuelven a acercarse, peligrosamente, a la etapa negra de la crispación vivida hace seis años, no son pocas las recomendaciones de nuestros contertulios frecuentes acerca de que hora de valorar lo positivo, entre tal la resistencia excepcional de los mexicanos, y exaltar los números favorables de la economía –acaso olvidándonos de los múltiples señalamientos sobre los lavaderos de dinero casi institucionalizados-, para sentirnos bien, abrir el espíritu y gozar de nuestra nacionalidad que nos une irremisiblemente aunque algunos porten el sombrero charro… sin siquiera saber montar a caballo. Lo importante, en todo caso, es la identidad y la pasión con la que, en estos días, hemos seguido los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol con apenas resultados regulares para México cuya inversión en el tema deportivo debiera dar para mucho más que la validación del tránsfuga “verde” Bernardo de la Garza Herrera, especialista en pararse el cuello con el esfuerzo de los demás en el sexenio calderonista y gracias al amparo de la casa presidencial. ¡Y fue figura del Verde… digo, del partido no de los seleccionados de fútbol! Y él fue quien pasó la estafeta a Jesús Mena Santos, cuyo mejor logro fue una medalla de bronce en los Juegos de Seúl. Es difícil caminar con tales dirigencias.
Pero, en fin, relajémonos… que para eso estamos considerados el pueblo más aguantador del mundo y eso es digno de festejarse. Pero también, nuestra pródiga geografía, rebosante de pueblos mágicos que capturan el alma para siempre, y el calor, sin soberbias, de nuestro pueblo, sobre todo el más humilde en donde la prepotencia no tiene cabida ni existe la tendencia a coludirse con los compadres –más bien con las comadres a las que se llega a las caderas, según el dicho popular-, nos colocan en el podio de los mejores y más atractivos países del mundo, salvo por lo que tanto repetimos y no quiero hacerlo yo en este día de relax, conversaciones amables y coincidencias fraternales.
Siempre me decía el ex Nuncio Apostólico, Girolamo Prigione, excepcional político –con fama de perverso entre quienes fueron sus adversarios en el Episcopado mexicano-, que los mexicanos somos tan peculiares hasta para sentarnos a comer: “puedes ubicar en la mesa a los enemigos más enconados y, a los postres, ya son amigos”. Y en muchos casos tenía razón y hasta me tocó observar los milagros en la Nunciatura cuando los muros que arropan los misterios de la fe se convertían en simples merengues para degustar abiertamente. No hay quien se resista a ellos porque también nos identifican y cobijan. Malo es, en todo caso, pero mejor no lo pensamos hoy, cuando la fraternidad se desvía y termina en complicidades mayores como las vistas, en estos días, ante las maniobras de las dirigencias partidistas. Olvidémoslas por hoy.
Me dicen, y con razón, que debemos ver y airear lo positivo. Y, por supuesto, es mucho. La ciudadanía, por ejemplo, acudió a las urnas sin sobresaltos ni pretensiones de escándalos; serenamente y con responsabilidad. Tanto que nuestro empeño llamó la atención de los observadores del extranjero quienes difundieron, el primero de julio antes de las once de la noche, la feliz noticia de que nuestras elecciones en 2012, en un país con estigma de violento y sumiso ante el narcotráfico, habían sido “ejemplares”. Por eso, con enorme rapidez, fluyeron las felicitaciones de gran parte de los mandatarios del mundo… hasta que comenzaron los señalamientos abruptos y se deslizó la hipótesis elaborada sobre la compra de votos –un mal padecido desde siempre y no corregido por la negligencia de quienes ahora se quejan-. La “buena nueva” viró ciento ochenta grados y produjo una honda y peligrosa división en distintos sectores, incluyendo los castrenses.
Lo bueno es que estamos en domingo y las lluvias torrenciales nos han dejado un paisaje cubierto de verde esperanza. Creemos en México, como diría el bate Ricardo López Méndez, tan yucateco por cierto como el faisán y el venado –cada año más escasos-, pero a veces dudamos de los mexicanos y sus alcances. No me agradan los conformistas y aborrezco a los incondicionales quienes dañan más, rastreros, que los mayores defraudadores. Pónganlos en la balanza y ya verán cuanto aportan unos y otros…¡pero no seré yo quien defienda a los necios y a los ladrones, mucho menos a los que roban votos!
Cuando menos no hemos perdido todavía la paz general aunque el lapso de gracia que nos dieron los narcotraficantes hace dos años, esto es a lo largo de la campaña electoral, cesara sin frutos para desgracia de todos. Los números indican que los crímenes han vuelto. Pero no, hoy no hablamos de ello sino de las carnitas humeantes en nuestros fogones. Hoy las disfrutaré una vez más para sentir a México en el estómago sin la habitual náusea por tantas indignidades, entre algunos de mis colegas también. Me da vergüenza nombrarlos como tales y bien merecerían ser llamados únicamente informadores mercenarios para estructurar diferencias.
Me fascina que esté brillando el sol, aunque no sea precisamente el azteca. Esto es: que jurídicamente vayamos saliendo del agujero negro de la indiferencia ciudadana; esto aunque algunos quieran remitirnos a las oscuras celdas de la ignominia. Pero es buen saber que la vamos librando gracias al buen juicio de una mayoría, tantas veces silente, pero ahora decidida a no dejarse llevar por la rabia de intransigentes y farsantes endiosados. Porque, y esto es motivo también de orgullo, las elecciones de 2012, alegan sus panegíticos, en nada se parecieron a las del 2006 con los rostros de Luis Carlos Ugalde y felipe calderón perlados por el sudor de enfrentar a las candilejas… sin nada qué aportar, ni decir. Ahora nos cumplieron y los consejeros del viejo IFE dieron la cara más temprano de lo previsto. Y nos fuimos a dormir, aquella noche de ignominia, sin el cosquilleo cancerígeno de hace un sexenio. ¿Sirvió de algo?
Menos mal que es domingo y algunos rezamos todavía; por los nuestros que haciendo mayor el círculo se convierten en la patria que nos arropa y anima para seguir adelante a pesar de los inevitables tropiezos de la vida. ¡Ay cuántas horas de dolor acumuladas! Porque al alma debemos curarla a través del amor hacia quienes tienen nuestra sangre y también a los que, sin conocernos, viven en el mismo entorno y gozan de nuestras mismas vivencias.
¡Ah, qué rica está la salsa dominguera! Yo no sé porque sabe distinto cuando estamos en familia y contentos, relajados, y no al paso de la incertidumbre que sofoca todo, hasta lo más íntimo, con absurda perversidad. Me gusta México –como Sabines decía que le gusta Dios-, porque es nuestro –mientras seamos capaces de defenderlo, luchando por nuestra soberanía en las horas difíciles que se nos vienen encima- y vigoroso, no rastrero ni entreguista, mucho menos conquistado como algunos de ultramar presumen sin conocer el fondo y el cauce de la historia. México nunca se ha rendido pese a los antihéroes y los traidores. Para fortuna nuestra, el espíritu republicano de Juárez sigue ondeando cada que vemos el lábaro tricolor. ¡Festejemos esto mientras disfrutamos cuanto nos pongan en la mesa! Si algo tenemos sobre ella.
Mirador
Debo reconocer que el doctor Leonardo Valdés Zurita, ex consejero presidente del Instituto Federal Electoral, no es hombre de pocas palabras ni de sinuosidades. Lo corroboré cuando salió la cuestión urgente, de la modernización de las elecciones durante un encuentro tempranero. Nadie entiende porqué seguimos sufragando sobre cajas d cartón, con sólo una diferencia: el plástico de la “transparencia”.
Valdés, en su sitio, respondió que también deseaba entrar a la era electrónica pero, para ello, dijo, es necesario convencer al Legislativo para “ampliar el presupuesto”. Y tal repitió hasta cuatro veces para justificar lo que él hizo, por ejemplo: la imposibilidad de dar seguimiento a los precandidatos en el largo lapso anterior de su promoción, digamos en el caso de los gobernadores y el jefe de gobierno del Distrito Federal cuyas partidas generosas en propaganda los colocan, siempre, en la línea de los posicionamientos nacionales. Quienes menos se muestran no tienen posibilidades de crecer como líderes. Esta es una realidad insoslayable aunque no regulada para evitar despilfarros a costa de cuanto es necesario invertir en infraestructura.
Pues sí: es necesario que el moderno INE –el de la gran imaginación de los legisladores- amplíe facultades para sancionar igualmente los delitos poselectorales, como la toma de almacenes y el secuestro de las clientelas durante varias horas aunque tales ilícitos estén tipificados en el fuero común o en el federal y sean motivo de la atención de los tribunales penales, civiles o mercantiles. Pero si están ligados a los comicios, entonces también el INE debiera intervenir de una vez por todas.
No hubo nadie que se opusiera a la idea.
Por las Alcobas
Encontré, por casualidad, en días pasados, a Benito Echeverría Zuno, uno de los hijos menores del ex presidente del mismo apellido. Y me contó:
–Mi padre ya tiene noventa y dos años. No recibe visitas salvo algunas muy contadas para distraerse. Y no habla de política para nada.
–¿Cómo pasa el tiempo?
–Lee mucho… y se anima con las películas. Hace unos días le llevé la colección de Woody Allen y se la devoró, una tras otra, hasta que las terminó. También las de María Félix.
Sin embargo, ello no implica que no hable con el actual presidente para hacerle recomendaciones sobre algunas “valiosas” personas. Y parece que le escucha por cuanto sabemos. Abundaremos.
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Web: En reconstrucción.
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com.mx
DEBE SER TERRIBLE VIVIR TANTO COMO PARA CONOCER EL VEREDICTO DE LA HISTORIA SOBRE NUESTRA PROPIA PERSONA. COMO echeverría. MÁS CUANDO TANTO SE ANHELÓ LA REDENCIÓN ENTONCES Y SÓLO SE ENCONTRÓ EL EX PRESIDENTE CON UNA SENTENCIA BRUTAL, IRREVERSIBLE: GENOCIDA…CON TODO Y EL AMPARO CONCEDIDO.

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