Por Guillermo Robles Ramírez

            Siempre es bueno poner límites en todo. Un ejemplo de ello lo tenemos en nuestra etapa de crecimiento o al menos en generaciones anteriores los padres, siendo más el de la mamá por la sencilla razón de que su tiempo con los hijos es mayor que el de los papás.

            También existe en nuevas épocas que los límites no son buenos para los hijos, sin embargo; el comportamiento de esos niños y niñas nunca dejan nada bueno, es decir, siempre quieren más de todo.

            Así mismo funcionan algunas instituciones de gobierno en nuestro país, siendo más preciso la Secretaria de Hacienda y Crédito Público conocido por sus abreviaturas SHCP, que por medio de su extensión que pertenece al mismo instituto el Servicio de Administración Tributaria, es decir, el SAT que es el encargado de cobrar y recaudar todo lo que tiene que ver con impuestos a los mexicanos.

            Esta dependencia de gobierno, bajo el argumento de la búsqueda de detectar negocios ilícitos, lavado de dinero, o bien “contribuyentes” evasores de impuestos, no han tenido un criterio de límite para recaudar dinero.

            Hace algunos años podrán recordar que la misma Secretaria de Hacienda y Crédito Público, por medio de sus instrumentos como el SAT, inventó un impuesto ante la letra muerta de la Constitución Mexicana en la que se prohíbe la doble tributación, pero en el 2008 se creo el impuesto IDE que por sus iniciales significaba Impuesto a los Depósitos en Efectivo, en la que se estuvo cobrando de manera automatizada todos aquellos ingresos en efectivo que superaran las cantidades acumuladas en el mes por la cantidad de 15 mil pesos en todas las instituciones bancarias.

            El resultado real fue que confiscaron a todo aquel cuentahabiente bancario que acumulara los diez mil pesos en adelante llegando millones de cartas invitaciones a los domicilios particulares para que aclararan el origen de ese dinero.

            Millones de amas de casa inconformes tenían que estar visitando tanto las diferentes dependencias hacendarias en el país argumentando que se trata del “chivo” de sus maridos, cosas que nunca fue valido ante esta autoridad.

            Una vez que se logró la “desaparición” del IDE que se trataba el cobro del 3 por ciento de importes superiores de 15 mil pesos, aunque lo aplicaron en cantidades menores, pero lo que sigue vigente es que está vigente el tener que reportar todas estas operaciones en efectivo de forma anualizadas.

            Los bancos en aquella época perdieron muchas cuentas, por la fiscalización y en su afán de recuperar a los clientes y crear una nueva cartera de cuentahabientes empezaron a manejar el concepto de cuentas no fiscales, es decir, que no pagarían ningún impuesto y que aquellas cuentas bancarias que manejaran efectivo por arriba de los 100 mil pesos serian sujetos a observaciones por parte de la Secretaria de Hacienda para evitar el famoso lavado de dinero.

            Sin embargo ésta es una mentira más principalmente de todas las instituciones bancarias, ya que cualquier fiscalista dirá lo contrario ya que no existe cuentas no fiscales, es decir, todas son fiscales y aquellas personas que nunca en su vida se han dado de alta ante la Secretaria de Hacienda y Crédito Público tendrán la sorpresa que es obligación de los bancos de sacar y dar de alta el Registro Federal de Contribuyentes fiscal por medio de la CURP y como domicilio fiscal los comprobantes de domicilio proporcionado al banco.

            Además, todo aquel deposito que rebase de los 15 mil pesos mensuales el banco está obligado a emitir a la Secretaria de Hacienda y Crédito Público los RFC de todas esas cuentas bancarias de manera sistematizada para que sean sujetos a observaciones de la procedencia de dinero.

            Ahora bien, para este año, aún viene más, ya que como a todo niño malcriado que no se le ha puesto límites, ahora sí que están haciendo más literal el concepto de “no existen cuentas no fiscales”, esto significa que ahora irán tras aquellas cuentas de ahorro bancario para poder determinar el origen de esos dineros, como también los movimientos de las tarjetas de débito de nómina, en donde este último solo será sometido a revisión en caso de recibir depósitos extraordinarios del pago salarial.

            Así que, si bien se quiere evitar los dolores de cabeza con “lolita”, es mejor que lo piense dos veces en retirar todo aquello que represente cuentas de ahorro, en toda aquella institución bancaria o similares a ello porque irán tras las cuentas de ahorro. El banco siempre le va decir lo que usted quiere escuchar, pero lo que sí es cierto es que serán confiscables cuentas de ahorro y tarjetas de débito que reciban ingresos fuera de su nómina. La decisión es de usted, o al rato recordará esta columna. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org