Por Arturo Ríos Ruiz   

* Lideresa de los Rarámuris   

* No dinero, dennos semillas   

Rosalba Loya Gaaría, representante de Tarahumaras, o Rarámuris, exigió a diputados hacer bien las gestiones con el presupuesto a utilizarse el próximo año, para que las comunidades indígenas y agrícolas reciban ayuda para poder cultivar, y calificó a Sembrando Vida de insuficiente, al cual describió como “sembrando caguamas” y “sembrando birrias”. 

Fue en el Parlamento Abierto: “Presupuesto de Egresos de la Federación para el Campo 2024” Primeramente se presentó e identificó como rarámuri y trabajadora agraria. 

 “Vengo aquí, yo soy del Estado de Chihuahua, y soy 100% rarámuri y siempre he estado en esto porque no quiero que mis hermanos indígenas, que les dieron sembrando vida, nada más se mantengan borrachos por caguama”. Fueron sus palabras de apertura. Continuó exponiendo su sentir consistente en que el campesinado ha sufrido en el actual sexenio. 

Esta grave situación de las regiones indígenas, en las que vive la población más pobre de México según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval. 

El organismo reconoce que, los pueblos Rarámuri son particularmente vulnerables. De los aproximadamente 125.000 que viven en la región montañosa de Chihuahua, 57% se consideran en situación de pobreza alimentaria. El gobierno los entretiene emborrachándolos. Es patético. 

Rosalba Loya, desnuda el fondo de la intención gubernamental que es únicamente comprar conciencias y la ayuda, entre comillas, es una compra de cogniciones como única finalidad. Soltar dinero sin finalidad de mejorar su ancestral idiosincrasia que es la marginalidad. 

De acuerdo a los datos del INEGI, En México hay 16 millones 933 mil 283 indígenas, que representan el 15,1% de la población total; la mayoría en la miseria, pese a que, México adoptó la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y es una nación pluricultural desde 1992. Demagogia pura. 

He aquí la razón de Rosalba Loya: “Eso no es ayuda antes nos daban algo para sembrar, para trabajar nuestras tierras, ahora es sembrando nomás caguamas, y birrias… queremos que nos den para sembrar semilla, no transgénico, debemos sembrar para comer, el campo lo han olvidado… sufrimos mucho a partir de que este señor gobierna”. Así, o más claro. 

Rosa Loya, ya había aparecido en la escena pública hace un mes, cuando junto con habitantes de la Sierra Tarahumara, manifestaron por escrito un descontento por la designación de los servicios educativos chihuahuenses de una persona mestiza en el ámbito de la educación indígena. 

Con este ejemplo, uno más, se remarca que nuestro gobierno destina miles de millones en la adquisición de conciencias y, en el caso de los indígenas, criminal y no ha sido el único, es ancestral que se engaña asimismo con la demagógica frase de: “No somos Iguales”, una mentira más en su haber. 

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