¿Qué tan democrática es su entidad federativa?

No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido,

en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna.

Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio.

A lo largo de varios años, diversas instituciones, organizaciones o asociaciones, han realizado estudios para medir la democracia, el desarrollo económico, la pobreza, la violencia y una gran cantidad de elementos para determinar cómo nos encontramos frente al mundo y más propiamente, frente a nosotros mismos. Pero, ¿qué tanto avance se ha logrado a nivel local? Es decir, ¿cuánto ha avanzado la democracia, el desarrollo económico y en general la calidad de vida en nuestra entidad? ¿Tenemos acaso el mismo nivel de democracia que nuestro estado vecino? ¿Hay menos pobreza en el centro que en el sur del país?

La Fundación Konrad Adenauer y Polilat, así como la COPARMEX, llevaron a cabo El Índice de Desarrollo Democrático de México 2013, –mismo que desde hace cuatro años se viene aplicando- un interesante esfuerzo por conocer el avance de la democracia por entidad federativa. Mediante el análisis de tres elementos (Dimensiones), así como de una radiografía general de cada entidad, se logran conocer las virtudes y vicios de cada gobierno local: Democracia de los ciudadanos; Democracia de las Instituciones y; Ejercicio de Poder.

Una de las respuestas al por qué de la falta de democracia en las entidades se debe a la apatía ciudadana, a la violencia que restringe las libertades políticas y la ausencia de inversión económica para disminuir la brecha de las desigualdades sociales, entre otros. Es interesante conocer que ninguna entidad presenta índices de regularidad en los elementos evaluados. Si bien alcanzan niveles aceptables en uno, al año siguiente pierden lugares pero al mismo tiempo en otros logran recuperarse. En síntesis, no existe una homogeneidad ni rendimiento estable en la calidad democrática de los estados.

De acuerdo al estudio, la metodología establece como máxima calificación los 10 puntos y la mínima 0 puntos. Los resultados, según el documento, se obtienen mediante el seguimiento y evaluación de variables sociopolíticas y por la realización de encuestas a empresarios, líderes de opinión y medios de comunicación. En cuanto a la medición de su calidad democrática, el estudio los clasifica en 4 secciones: Alto desarrollo, Desarrollo medio, Bajo desarrollo y Desarrollo mínimo.

En este año que se presentaron los resultados (que abarca el 2013), Yucatán (seguido por Baja California Sur con 9.989 puntos y Coahuila con 8.336 puntos) ocupó el primer lugar al obtener la máxima calificación, mientras que Tamaulipas fue el peor estado evaluado, con apenas 1.789 puntos. Estos grandes contrastes –de los cuales más adelante profundizaré- se debe en parte a que las propias entidades no interactúan ni comparten experiencias de buen gobierno, y un claro ejemplo puede darse en dos entidades que, a pesar de ser vecinas, sus índices de desarrollo democrático son diametralmente opuestos: Yucatán (que es el mejor evaluado) y Quintana Roo, que ocupó la posición 22 en el ranking nacional.

Ranking nacional del Índice de Desarrollo Democrático 2013.

grafica

Fuente: Índice de Desarrollo Democrático de México 2013 (p. 13).

Aunado a lo anterior, el año pasado los tres primeros lugares fueron ocupados por Baja California Sur, Colima y Nayarit. Estos dos últimos ocupan en el actual estudio las posiciones 6 y 9, respectivamente, lo que comprueba la irregularidad en mantener su calidad democrática. De hecho, de las 7 entidades que aparecieron en los primeros lugares en 2012, únicamente 3 repitieron en 2013, pero en posiciones diferentes.

Asimismo, el estudio señala un descenso en la calificación promedio del país, puesto que mientras en 2012 la calificación en calidad democrática alcanzó 5.373 puntos, el año pasado bajó a 5.056 puntos, una pérdida de más del 5%. Esto ha sido resultado de la disminución en puntos en varias entidades:

ENTIDAD

PORCENTAJE PERDIDO CON RESPECTO A 2012 EN CALIDAD DEMOCRÁTICA.

Aguascalientes

-32%

Baja California Sur

-0.1%

Campeche

-28%

Durango

-44%

Guerrero

-4%

Jalisco

-23%

México

-31%

Michoacán

-31%

Nayarit

-24%

Puebla

-43%

Quintana Roo

-20%

San Luis Potosí

-17%

Sonora

-31%

Tabasco

-28%

Tamaulipas

-57%

Tlaxcala

-19%

Veracruz

-17%

Zacatecas

-33%

Fuente: elaboración propia con datos del Índice de Desarrollo

Democrático de México 2013.

Otro problema identificado entre las entidades fue en el libre ejercicio de derechos y libertades, que tuvo una caída de 24% con respecto al 2012. Asimismo, el documento realiza una radiografía democrática por región: Norte, Centro, Bajío y Sur-Sureste. En todas prácticamente hay representación de desarrollo democrático que va del más alto al más bajo, lo que habla de una heterogeneidad en el avance de dicho sistema de gobierno.

Este mismo fenómeno se presenta cuando se analizan individualmente. Si bien los primeros lugares de la lista muestran avances en cuestión de libertades políticas, existe un decremento en el desempeño económico, o viceversa. Mismo caso sucede con aquellas entidades ubicadas en un desarrollo medio, bajo o mínimo de democracia. Quintana Roo, por ejemplo, que se encuentra en la posición 22 del ranking (Bajo desarrollo democrático) tuvo un desempeño dispar. Mejoró en derechos y libertades subiendo 3 lugares (aunque a nivel nacional está en el lugar 27), pero tuvo un retroceso significativo con respecto año anterior: se fue al lugar 19 en desempeño institucional, 8 en desarrollo social, 11 en desarrollo económico, y a un nivel más particular, en cuanto a derechos políticos, la entidad se ubica en el penoso lugar 30, por encima de Durango y Tamaulipas. Este último resultado se obtuvo mediante la consulta a personas que calificaron a esas entidades como aquellas donde no hay libertad, entendiéndose ésta como libertades políticas.

En conclusión, se puede encontrar que en el país no existe una política homogénea para el desarrollo de las instituciones democráticas, puesto que pueden coexistir dos entidades vecinas con niveles asimétricos de calidad democrática, sin que por ellas pase la sola idea de intercambiar experiencias o acciones que hayan resultado positivas en la población. Lo anterior habla de lo lejos que nos encontramos de avanzar en un desarrollo uniforme y gradual como país. Nuestra heterogeneidad no solo está en lo cultural, sino también en nuestra percepción del desarrollo democrático.

El tintero.

A propósito del estudio que hizo la Fundación Konrad y la COPARMEX, para el caso de Quintana Roo el panorama no pinta nada bien: de 2010 a 2013 su índice de desarrollo democrático ha sufrido una pérdida que casi es reflejo de una disminución del 50%. En 2010 su puntaje se ubicaba en 6.019, en 2011 bajó a 5.258, en 2012 a 4.842 y finalmente en 2013 se ubicó en 3.895 puntos. Una razón que responde a esta situación es a los niveles de inseguridad: en 2012 se presentaron 35,284 denuncias por delitos, un 7.2% más que en 2011, que fue de 32,900. A pesar que los índices de robos disminuyó en un 4.7%, los robos con violencia se dispararon en un 22.4%.

A ello hay que agregarle lo declarado por el entonces Coordinador de la bancada del PAN en el congreso local quintanarroense, Baltazar Tuyub Castillo, quien denunció que el 45% de los policías estatales estaban asignados como escoltas del Gobernador, ex gobernadores, políticos, empresarios y esposas de altos funcionarios, es decir, de los 1,116 registrados en 2012, 498 de ellos estaban registrados como escoltas. Datos que, como se leen, son preocupantes.

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