El precio de la hipocresía occidental

La Habana, 18 nov (PL) Los recientes atentados en París llevaron a un deshielo en los nexos de Occidente con Rusia, pero también parecen demostrar el precio que Europa debe pagar por su doble rasero para enfrentar el terrorismo.
Tras el llamado 11 de septiembre parisino, con saldo de 129 muertos y más de 360 heridos, surgen muchas interrogantes sobre las relaciones de Francia con las monarquías árabes, su papel en el conflicto sirio y los orígenes del financiamiento de grupos terroristas en el Levante.
El presidente ruso, Vladimir Putin, al intervenir recientemente en la cumbre del Grupo de los 20, afirmó que en el dinero aportado al movimiento terrorista Estado Islámico (EI) participan 40 países, incluidos varios miembros del selecto grupo que se reunió en Turquía.
Putin afirmó, además, que su país suministró fotos de satélite donde aparecen largas caravanas de camiones cisternas utilizados por el EI para el contrabando de crudo que, según Global Research, se realiza a través de Turquía para venderlo luego en Europa.
Thierry Meysan, columnista del medio alternativo Red Voltaire, considera que el EI también recibe dinero de la droga producida en Afganistán y de la venta de antigüedades en territorios ocupados en Iraq y Siria en los últimos años.
Según Francisco Herranz, de la agencia rusa Sputnik, el EI ocupa un área de 90 mil kilómetros cuadrados en Iraq y Siria, cuenta con miembros de unos 100 países, creó células en 18 de ellos y agrupa a casi 30 mil extranjeros, 20 por ciento de ellos de Europa Occidental.
Herranz destaca que el movimiento terrorista aumentó en 70 por ciento la efectividad de su reclutamiento en 2015.
El origen del EI se remonta a 2007 y en ello habría participado activamente el exjefe de la Agencia Central de Inteligencia David Petraus, denuncia por su parte Meyssan.
Pero la aparición del EI tuvo y tiene mucho que ver con la posición de Arabia Saudita, que en los últimos 20 años destinó 87 mil millones de dólares para crear condiciones en el avance de grupos terroristas de tendencia islámica, indica Daniel Estulin, de la agencia Sputnik.
Tal financiamiento, que ocurrió con el visto bueno de Reino Unido, Estados Unidos e Israel, sirvió, además, para crear mezquitas y madrazas en Europa occidental, donde muchos jóvenes son víctimas del desempleo y se convierten en fácil presa del extremismo, opina.
Francia, por su lado, asumió una posición muy cercana al reinado saudita de buscar a toda costa el derrocamiento del legítimo presidente sirio, Bashar Al Assad, mientras Rusia proponía soluciones políticas al diferendo en la nación levantina.
París, al mismo tiempo, mantenía relaciones privilegiadas con Arabia Saudita y Qatar, considerados mentores del EI, mientras se presentaba como uno de los integrantes de la coalición dirigida por Estados Unidos para luchar contra ese grupo, destaca Red Voltaire.
En una reunión del Grupo de Amigos de Siria, efectuada en 2012, en París, el ministro galo de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, declaró que el grupo Al Nusra, vinculado al Qaeda, «hizo un buen trabajo» en Siria, recuerda la publicación alternativa.
De hecho, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York, trascendió en un informe de la CIA y el departamento del Tesoro que el banco privado saudita Al Rajhi estuvo entre quienes financiaron a los terroristas suicidas, indica Estulin.
Sin embargo, tanto Francia, como Reino Unido y Estados Unidos mantienen los compromisos de venta de armamentos al reino saudita que también participa en la coalición contra el EI.
EL BUMERAN
Tras la entrada de Rusia en las operaciones contra el EI a finales de septiembre pasado, París acusó a Moscú de apuntalar al gobierno de Al Assad, pese a la demostración por el Kremlin de daños sustanciales contra dos mil objetivos de esa agrupación.
A la par, Francia se mantenía entre los principales promotores de las sanciones unilaterales de Europa y Estados Unidos contra Rusia por su posición en el diferendo en Ucrania, donde en febrero de 2014 la ultraderecha llegó al poder tras un golpe de estado con apoyo neonazi.
Pero los atentados en París del pasado viernes y el estallido de una bomba en el avión A-321 de la compañía rusa Kogalimovia, en Egipto, llevaron a rusos y franceses a descongelar sus nexos y dejar a un lado un vínculo empañado por las sanciones, destaca Página 12.
Putin y su similar francés, Francois Hollande, acordaron por teléfono «coordinar esfuerzos» y ampliar el intercambio de información, mientras pactaron un encuentro en Moscú para el próximo día 26.
Red Voltaire denuncia que Francia enfrenta las consecuencias de su política de mantener relaciones con monarquías árabes, el apoyo al terrorismo internacional y de actividades secretas en el mundo árabe.
Estados Unidos, que como otras naciones occidentales es acusado por Damasco de financiar a grupos armados, incluido el EI, pareció más bien lanzar paquetes con armamentos a esa formación terrorista, lejos de combatirla durante un año, denuncia la página digital alternativa.
Pero con la «súbita» aparición de un enemigo común, Washington se vio obligado a coordinar sus acciones en Siria con Moscú, sobre todo, para evitar incidentes entre aviones de combate en esa nación.
Al mismo tiempo, la campaña rusa lanza un claro mensaje a Occidente sobre la fortaleza de sus fuerzas armadas y la recuperación de su capacidad para operar en un teatro de operaciones como el sirio.
Sputnik destaca que Rusia inició el empleo de su aviación estratégica que utilizó misiles crucero como el moderno Kh-101, con un alcance de cinco mil 500 kilómetros, muy superior a los lanzados a principios de este mes desde sus navíos en el mar Caspio.
Francia ya llamó a crear una única y gran coalición contra el EI y parece reconocer, junto a Estados Unidos, el fracaso del doble juego con el terrorismo para, de paso, reducir las diferencias con Moscú.
Otros, más escépticos, consideran que, como lo ocurrido en 2001 en Washington y Nueva York, la intención fue dejar hacer a los terroristas para justificar una intervención directa en Siria, pero en ese caso, sería necesario que miraran hacia Rusia, ahora con más cuidado.

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