Perdidos valores y responsabilidad

Cada vez son más recurrente los actos de suicidios entre la gente joven de los 10 a 18 años de edad en donde ante la negativa de un permiso algunos amenazan con quitarse la vida, algunos lo cumplen otros lo hacen mal terminando con lesiones graves.

Este problema que brincó ya del núcleo familiar para pasar a formar parte de uno más a la carga de la sociedad en donde cada vez se va engruesando a nuestro tejido social, está representando la tercera causa principal de muerte entre los jóvenes de entre 10 y 18 años de edad.

Es evidente que padres víctimas de tragedias como éstas es más fácil y entendible culpar al Internet, las redes sociales, pero realmente será válida esta suposición.

Las redes sociales son un fenómeno relativamente nuevo y se ha esparcido en todo el mundo peor que una pandemia hasta el grado que hay gente que vive con carencia aunque eso sí no le falta al menos su teléfono celular inteligente.

El mismo ser humano que le dio nacimiento a estos instrumentos ha sido víctima de nuestra propia creación iniciando con el Internet que ha permitido la creación e intercambio de contenidos, generado por los usuarios así como sus plataformas de las redes sociales desde salas de chat, blogs, Facebook, Twitter, entre otros más. Ha cambiado nuestra forma de comunicarnos por medio de video en el Internet, en donde una comunicación entre dos personas, no necesariamente de negocios sino desde una interpersonal, hasta para conferencia de negocios y nuevos métodos de enseñanzas tanto para llevar a cabo una carrera o cualquier otro posgrado sin importar la distancia.

No siendo suficiente de ello esta tecnología se ha convertido en los nuevos sustitutos de muchos padres de familias. Se ha convertido en las nuevas “nanas” en donde sin importar la edad más que únicamente la comodidad de los muchos papás y mamás han decidido en proporcionarles la facilidad de estos dispositivos inteligentes así como el uso de poder navegar por el ciberespacio con tal de callar los berrinches o entretener a muchos de estos jóvenes que a la falta de un vacío familiar y ese vínculo entre padre y madre son llenados con la tecnología.

Muchos adolescentes en su despertar en su vida sexual les ha costado trabajo el tener relaciones porque dentro de la pornografía existente en el Internet rebasa la imaginación y la realidad de un simple acto sexual, siendo insuficiente la imaginación y la sensación que puede causar la relación entre la fusión de lo que visualiza en una pantalla y la naturaleza de su acto.

Podrá ser un tema de debate en donde ninguna de las partes quiera reconocer su culpabilidad y la enajenación entre los sitios de navegación, sus redes sociales en donde han encontrado no solo un refugio sino el llenar ese vacío de relación familiar, valores, y enseñanzas en donde actualmente la mayor parte de la población ha sido partícipe de ello incluyendo los catedráticos en donde han olvidado exigir a sus alumnos la enseñanza y arte de la investigación de los libros, revistas, documentales pero sobre todo el de las enciclopedias siendo esta última un invento tan viejo y obsoleto como la misma invención de la rueda.

Sí existe una relación muy fuerte entre el suicidio y las redes sociales en donde representa sin lugar a dudas un peligro sobre todo para las personas vulnerables a través de la formación y la influencia de las “comunidades extremas” o grupos que promueven y proporcionan apoyo a las creencias y comportamientos normalmente inaceptables por la corriente principal social, tales como la anorexia, el suicidio y la amputación deliberada similares a los usuarios de sitios identificados bajo el mismo trastorno sicológico tanto de soledad, ansiedad, promiscuidad, pornografía, etc.

El problema no es el Internet y sus contenidos, al igual que las redes sociales sino la falta de una cultura y conciencia por parte de los padres en donde los valores se han dejado a un lado o consideran que los obtendrán en el ciberespacio, al igual que la falta de tiempo para dedicarle unos cuantos minutos a sus hijos para que puedan conocer ese mundo con responsabilidad y guía ya que los instrumentos de la tecnología no son malas sino lo que el hombre haga con ello, encontrando la carencia de una juventud que con el tiempo se está perdiendo por culpa de nosotros mismos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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