Por Karina Velasco Aguilera

Florian Tudor, es probablemente, el nombre extranjero más sonado de los últimos meses en medios nacionales tras el descubrimiento de una presunta mafia rumana apostada en la Riviera maya.

Desde entonces, su rostro recorre un mundo de publicaciones que desmenuzan el entramado de una historia que parece inspirada en las novelas policiacas de Leonardo Padura, pero…

¿Cuántos medios se han acercado para escuchar de viva voz, su propia versión de la historia?

Como periodistas, es nuestra misión escuchar ambas versiones, y no quedarnos solo con la oficial, por este motivo me dispuse a buscar de forma directa a Florian Tudor quien accedió a una entrevista, siendo su propia casa el punto de la reunión.

Llegó la mañana del miércoles 24 de marzo, fecha en que Tudor me citó en su domicilio ubicado en la calle Róbalo 52 de Cancún, Quintana Roo, México, donde cabe destacar que no observé a un solo sujeto armado dentro, fuera ni a los alrededores de la casa.

Espere sentada en una mesa que dipone su terraza y pasaron algunos minutos desde mi llegada hasta que por fin, frente a mis ojos apareció un hombre robusto que llevaba puesto un conjunto deportivo de color verde, de estatura media, cabello rubio, de ojos azules y un acento poco peculiar.

Me dio la mano y se presentó asimismo como Florian, para después invitarme a pasar a su comedor particular pidiendo que de favor, le diera algunos minutos, ya que mantenía otra reunión sumamente importante.

Justo en ese momento, llegaba a través de mi mensajería de WhatsApp, el link de una nota donde se anunciaba que desde Rumania se emitía esa misma tarde, una orden de aprehensión contra Florian Tudor, acusado de tres delitos que consisten en un presunto intento de asesinato, chantaje y delincuencia organizada.

No podía creer que frente a mí, tenía la maravillosa oportunidad para entrevistar a ese presunto “fugitivo” que los noticiarios exhiben como el peligroso líder de una mafia internacional.

Espere a que Florian volviera al comedor, algo nerviosa, pero a la vez, muy emocionada porque mi olfato periodístico sin duda me llevo hacia una de las historias más trascendentales de Quintana Roo, e incluso del país.

Florian regresó y ocupó la silla que se encontraba frente a mí, pidiendo disculpas por la espera y enseguida nos pidió comida, ya que ni siquiera tuvo la oportunidad de poder desayunar, presionado por los problemas legales que se le avecinaban.

Entonces me atreví a preguntarle si era real la orden de captura que la Fiscalía de Rumania emitió esa tarde en su contra, “sí”, me respondió con un aire de cansancio no sin aclarar que sus abogados ya estaban resolviendo la situación.

Realmente se mostraba preocupado de una posible deportación a su país de origen, y dijo estar seguro que se trataba de una medida desesperada por parte del ex secretario de seguridad pública de Quintana Roo, Jesús Alberto Capella Ibarra para silenciarlo.

EL INICIO DE LA PERSECUCIÓN

Para ponerlos en contexto, es importante que conozcan la denuncia que Florian Tudor, realizó contra Alberto Capella, el pasado 23 de febrero, luego de ser víctima de abuso policial durante un cateo irregular realizado en su domicilio durante mayo de 2019.

La orden de cateo solo contemplaba el aseguramiento de armas de fuego, las cuales nunca se encontraron en la residencia de Tudor, pero los oficiales involucrados aprovecharon el momento para sustraer de manera ilegal más de 40 mdp en dinero y objetos de valor.

Estos datos fueron corroborados en las indagatorias del caso a cargo de la Fiscalía de Asuntos Internos de la Fiscalía General de la República (FGR) y de la Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción, con las carpetas de investigación FED/VG/UNAI-QR/0000426/2019 y FED/FECC/UNAI-QR/0000287/2019.

Pero no fue el saqueo de sus pertenencias (disfrazado de cateo), lo que provocó la furia e indignación de Florian contra Alberto Capella, sino el trato que los elementos de la FGR Quintana Roo, le dieron a su familia durante el operativo.

Erick, hijo mayor del empresario rumano, fue torturado por agentes encapuchados junto a la madre del menor, para obligarlos a dar la ubicación de un presunto cuarto de dinero dentro de la casa a cambio de no hacerle daño a su papá, al mismo tiempo que mantenían a Florian en un cuarto incomunicado por 36 horas.

Quedé totalmente impactada al escuchar esta primera parte del caso, las autoridades quintanarroenses fueron capaces de torturar a un niño como una medida desesperada en su ambición desmedida para obtener el dinero de Tudor.

En los siguientes links, adjunto las denuncias públicas que Florian Tudor, redactó contra Alberto Capella y a quienes considera sus principales cómplices en la persecución jurídica y mediática ejercida en su contra:

Carta Abierta y Denuncia Pública:

Denuncia contra el ex secretario de seguridad pública de Q. Roo, Alberto Capella:

Denuncia contra el gobernador del Estado de Q. Roo, Carlos Joaquín González:

Denuncia contra la Dra. Mijangos por amenazas:

TESTIGOS PROTEGIDOS DE ALBERTO CAPELLA

Dentro la trama, me llama poderosamente la atención la existencia de dos individuos que fueron presuntamente obligados a realizar falsas declaraciones contra Florian Tudor a cambio de beneficios y protección al interior de la cárcel.

El primero es identificado como Raúl Muñoz Aguirre alias “El Sinckler”, un peligroso mercenario acusado de homicidio y portación de armas de fuego, quien sorpresivamente fuera liberado el pasado viernes 12 de marzo por el Poder Judicial a través del magistrado José Antonio León Ruiz.

El otro sujeto se llama Sandu Ioan Laurentiu, quien fue detenido el pasado 7 de diciembre de 2019 en el aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, para después ser trasladado al Cereso de Cancún, donde le fue dictada prisión preventiva oficiosa por delito de homicidio calificado en grado de tentativa.

Sin embargo, mediante el magistrado Carlos Lima, Sandu fue liberado no sin antes ser torturado por la gente de Alberto Capella como lo muestran las pruebas que Florian ha presentado a través de las redes sociales con fotografías y de un audio que dio a conocer por primera vez con el periodista Ciro Gomez Leyva donde se escucha la voz de Lima, confesando que fue amenazado para liberar a Ioan Laurentiu contra su propia voluntad.

Sandu Ioan Laurentiu, tras la tortura a la que fue sometido por Alberto Capella en el Cereso de Cancún, Quintana Roo.

Con todas estas pruebas sustentadas que Florian presentó ante asuntos internos de la FGR, el Juez Federal, Gerardo Vázquez Morales, confirmó la corrupción del magistrado Carlos Lima, girando una orden de reaprehensión contra Sandu Ioan Laurentiu.

Parece que la guerra mediática de Alberto Capella contra el rumano Florian Tudor, que organizará a través de medios nacionales, no surtió el efecto deseado porque al momento, es Tudor quién le va ganando la batalla al gobierno de Quintana Roo.

Un gobierno sin legitimidad que atraviesa una irremediable crisis de imagen por los hechos violentos que asolan al Estado, además del reciente feminicidio de una mujer migrante en Tulum a manos del Mando Único.

Consecuencias de que Carlos Joaquín González, permita la intervención de un personaje oscuro como Alberto Capella, a cargo de la secretaría de seguridad pública.

Florian me mostró aún más datos que poco a poco saldrán a la luz y que harán “rodar cabezas” en la red de complicidades que maneja la verdadera mafia de Quintana Roo, hoy por hoy, liderada por la estirpe de Cozumel.