Pensamiento lateral. Los intereses detrás del apagón analógico

Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro.

Groucho Marx (1890-1977) Actor estadounidense.

¿A quién beneficia retrasar el apagón analógico en México? ¿Cuál será el costo que tenga que asumir el Estado mexicano? Son muchas dudas –e intereses- que hay detrás por evitar que se cumpla el mandato constitucional que marca como deadline el 31 de diciembre de 2015. Para muchos sectores de la sociedad, el tema pasa incluso desapercibido y lo único que interesa es que puedan seguir viendo televisión. Sin duda que esto va más allá de sólo sintonizar un aparato digital.

Muy brevemente, es importante exponer algunos antecedentes que permitirán conocer cómo se fue introduciendo el apagón analógico en México así como el comportamiento hoy en día de diversos legisladores federales de las principales fuerzas políticas del país acerca de posponer nuevamente el paso a la Televisión Digital Terrestre (TDT). La instrucción constitucional que derivó en el apagón analógico inició en 2004, mediante decreto del entonces Presidente Vicente Fox, quien propuso –y así se redactó – concluir el apagón analógico hasta 2021. Sin embargo, en el sexenio de Felipe Calderón, éste cambió la fecha y propuso que fuese el 31 de diciembre de 2015. Ello generó un conflicto legal que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tuvo que resolver, en este caso, a favor del hoy ex mandatario.

Ahora bien, ¿qué implica o en qué consiste el apagón analógico? En síntesis, representa el cambio en la forma en cómo llega la señal al televidente, es decir, en cuanto a la cantidad utilizada del espectro radioeléctrico (el espacio donde transitan la señales de televisión), la calidad de la imagen, sonido y el número de canales disponibles para transmitir, entre otros. Esto último se traduce en la apertura a nuevas empresas que podrán ofrecer paquetes de canales.

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LA EVOLUCIÓN HACIA LA TELEVISIÓN DIGITAL TERRESTRE.

Fuente: http://www.tdt.mx/localidades-septiembre_tdt.html#sthash.OmlehjOg.dpbs

A mediados de 2013, la transición hacia la era digital en televisión comenzó en Tijuana. Posteriormente, en mayo de 2014 le siguieron Monterrey, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros. A finales del presente mes de octubre, Torreón, Gómez Palacios (Durango) y San Luis Río Colorado (Sonora) están por cambiar. En noviembre de este mismo año, tocará turno a la Ciudad de México, Guadalajara, Cuernavaca, Puebla, Querétaro, Veracruz, Mérida, Mexicali, León, Celaya, Torreón, Jocotitlán, San Luis Potosí, Villahermosa y Jalapa. Se estima que al 31 de diciembre, se haya cubierto la totalidad del territorio mexicano. Para ello, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), deberá entregar diariamente 48,866 televisiones para alcanzar la meta de los 9.4 millones de equipos destinados a las personas de escasos recursos y éstos accedan a la transmisión digital.

¿Cuál es el impacto de la transición de la era analógica a la digital y por qué existe resistencia a cumplirla como dicta el quinto transitorio constitucional en materia de telecomunicaciones? ¿Por qué legisladores federales han salido a respaldar la solicitud de Grupo Televisa para posponer el apagón analógico hasta diciembre de 2016? Según el argumento del Presidente de Grupo Televisa, Emilio Azcárraga Jean, continuar con el apagón analógico dejaría a 7 millones de personas sin acceso a la televisión en México, y antes que nada está el derecho al acceso a la televisión abierta de los mexicanos menos aventajados socioeconómicamente hablando.

Sin embargo, el asunto tiene doble fondo. Hoy, la distribución de las telecomunicaciones en México, particularmente la televisión, pertenecen a Televisa y TV Azteca, que concentran la mayor proporción de infraestructura en frecuencias de televisión asignada. En cuanto a la concesión de frecuencias televisivas de uso privado, ambas empresas concentran el 88%, lo que les permite tener la mayor parte del mercado televisivo en el país. Ello se traduce, si se revisa la captación de la audiencia en México, que ambas empresas tienen el 95.4%, siendo Televisa la de mayor concentración con el 70.5%.

Uno de los principales efectos que tendrá el apagón analógico será romper con el esquema anterior. El Estado mexicano recuperaría una gran cantidad del espectro radioeléctrico –que hoy está en manos de ambas televisoras y que representa un alto valor económico- para posteriormente abrirla a la competencia. Significa, pues, que con esta apertura, nuevas empresas podrían hacer uso del espectro radioeléctrico y vender sus paquetes a precios competitivos. Ello no sólo implicaría el acceso a nuevos paquetes de televisión sino también a otros servicios multi plataforma que ofrece internet, como la televisión en línea.

Paralelamente, tuve oportunidad de presenciar el panel denominado Apagón analógico: lo que está en juego, organizado por Senadores de distintas fuerzas políticas en la sala de comparecencias del Senado el pasado 27 de octubre. Ahí se expuso, con base en estudios realizados por IPOBE AGB, la compañía que hasta 2012 se encargaba de medir el rating de la televisión en México, que existe una constante próxima a comprobarse: a mayor acceso a banda ancha, menores niveles de rating. Sólo Televisa perdió más de 4 puntos de rating en horario estelar entre 2010 y 2011, pasando de 69.8% a 65.4%.

Asimismo, entre 2008 y 2013, el porcentaje de mexicanos que ven televisión abierta disminuyó drásticamente, pasando de 84% a 72%. Ello obligó al duopolio televisivo en México a establecer distintos criterios –incluso ilegales- para cobrar a los anunciantes. ¿Esto qué significa? Que ante la introducción de más opciones para el televidente, la audiencia para ambas televisoras disminuye, lo que genera bajas en el rating y, por consecuencia, el abaratamiento en el costo de los anuncios. Actualmente, y sólo como dato ilustrativo, anunciarse en el noticiero del periodista Joaquín López-Dóriga por 20 segundos cuesta 881,060 pesos.

El apagón analógico implicará que poco a poco el acceso a nuevas alternativas del sistema de televisión abierta, generando competencia en el sector. Ello, sin duda, significará que los precios tengan que ser más competitivos. De seguir la tendencia a la baja en el rating televisivo abierto, la inversión en publicidad también tendría una contracción. Sólo en los últimos 3 años, el gobierno federal ha gastado cerca de 19 mil millones de pesos en comunicación social; de ese total, el 29% (5,500 millones) lo acaparan Televisa y TV Azteca.

Me resulta falso y populista el argumento dado por el presidente de Televisa, al señalar que millones de personas se quedarían sin acceso a la televisión por el apagón analógico. De hecho, ninguno de los canales abiertos en México logra una cobertura mayor al 79%, lo que demuestra que aún sin apagón, hay un buen número de mexicanos que hoy no acceden, por lo menos, a la televisión abierta.

Finalmente, ¿qué se pone en riesgo y qué intereses están detrás de posponer el apagón analógico? El siguiente cuadro será de ayuda para responder a la pregunta:

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Fuente: elaboración propia con datos de http://www.proceso.com.mx/?p=419273 y http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/preacceso/articulo/default.aspx?id=681097&v=6&po=4&urlredirect=http://www.reforma.com/aplicaciones/articulo/default.aspx?id=681097&v=6&po=4

Del asunto me queda claro que lo que menos interesa es si los mexicanos pueden tener acceso a mejor calidad de señal televisiva. No es de sorprender que hoy salgan legisladores a defender la propuesta so pretexto de no dejar a un solo mexicano sin acceso a la televisión. Ningún país tiene la totalidad de la cobertura, los niveles alcanzan el 95% en promedio. El gobierno mexicano, los gobiernos locales, las televisoras en su conjunto, han tenido 11 años para dar el salto a la señal digital. Me parece un falso debate pensar que se esté abogando por aquellos que se queden sin televisión (hay decodificadores). Parece que el síndrome del populismo que tanto ha preocupado en la clase política ha contagiado a algunos Senadores.

El tintero.

El pleno del Congreso del estado de Quintana Roo aprobó la creación de un nuevo municipio: Puerto Morelos, mismo que se desprende de Benito Juárez, en el que se encuentra la ciudad de Cancún. Ahora, la entidad contará con 11 ayuntamientos.

El debate que habrá la siguiente semana en la SCJN por el uso legal de la marihuana ha generado la atención de varios sectores de la sociedad. Habrá que estar atento a los argumentos y la decisión que apruebe la máxima sala.

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