El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan.

Arnold J. Toynbee (1889-1975). Historiador británico.

El 7 de junio dejará experiencias y lecciones a los partidos políticos quienes, a mi punto de vista, fueron los grandes derrotados en esta contienda. El descontento social, la baja participación, la reprobación general y la opción de los independientes son claros mensajes de que el elector no está contento con su desempeño. Video escándalos, acusaciones de corrupción y una grave ausencia de autoridad por parte del árbitro electoral marcaron el proceso de la elección.

Luego de revisar los resultados, no puedo más que expresar que por lo menos hubo tres manifiestos que vale bien revisar a fondo y que sin duda son determinantes para las futuras elecciones locales y federales de 2018. El primero de ellos es que en la elección hubo voto de castigo, el cual se expresó en diferentes contextos. Con el 98% de las casillas recibidas, el INE daba al PRI aproximadamente 29% de las preferencias y al PAN casi un 21%, es decir, 8 puntos de diferencia como pronosticaron la mayoría de las encuestas.

Sin embargo, el voto de castigo se vio presente en 5 de las 9 gubernaturas en juego. El PRI perdió Michoacán gracias a los vínculos del gobierno con el crimen organizado y a una pésima estrategia de combate a ésta. El nombramiento de un comisionado que no se sabía si llegaba a colaborar o a gobernar la entidad dejó un mal sentir en la sociedad. Querétaro fue otra entidad perdida debido a los malos resultados de la gestión de su actual gobernante.

El PRI también perdió Nuevo León, pero compartió los créditos con el PAN, al ser derrotados por un candidato que fue por la vía independiente. Sin embargo, los escándalos de enriquecimiento ilícito de los gobernantes priístas y la falta de resultados del PAN para investigar tales hechos los llevó a perder una importante entidad del país.

El PAN perdió –además de la oportunidad de gobernar Nuevo León- el estado de Sonora. ¿El motivo? Nuevamente la corrupción. Su gobernador aprovechó para hacerse de grandes recursos y hasta mandó a construir una presa particular. Un insulto a la ciudadanía. Sin embargo, recuperaron Querétaro, mantuvieron Baja California Sur y está pendiente lo que pase en Colima que podría ser el sexto estado en cambiar de color.

El PRD perdió Guerrero debido a los actos que señalan y relacionan al ex alcalde José Luis Abarca con el secuestro de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Un costo irreversible e imposible de superar. Ahora le tocará al PRI gobernar esa entidad. Pero el voto no sólo castigó las gubernaturas sino también otras demarcaciones locales: el Distrito Federal, Puebla y Guadalajara. La capital de Jalisco fue el reflejo del hartazgo de un mal gobierno encabezado por Aristóteles Sandoval en la gubernatura y su padre, el operador político, que tuvo como consecuencia perder una importante plaza que podría significar un llamado fuerte de atención. Puebla se distinguió por perder 9 de las 16 diputaciones federales, un lugar donde se creía que el gobernador Moreno Valle tenía el control absoluto.

MAPA ELECTORAL DE LAS GUBERNATURAS

Fuente: elaboración propia.

(*) Por definirse elección dado que el margen entre primero y segundo lugar es muy cerrado.

El caso del Distrito Federal lleva, por una parte, a señalar el segundo manifiesto: el resultado de la elección confirmó el ascenso de MORENA y el positivo efecto verde. Tras el último corte del PREP, el partido Benjamín será la primera fuerza legislativa en la Asamblea local y obtuvo 5 de las 16 delegaciones. Además, el PAN obtuvo 2 y el PRI 3, lo que deja al PRD únicamente con 6 cuando hoy gobierna en 15. Aunque el PRD tiene una importante presencia en la mayor ciudad del país, sus malos resultados, las guerras internas y nuevamente la corrupción, terminaron con el monopolio amarillo. Los números auguran que MORENA va encaminado a gobernar el Distrito Federal si el PRD no reacciona.

En relación al PVEM, el PRI tiene mucho que agradecerle. De entrada, se llevó la ola de críticas, cuestionamientos y ataques que ayudaron a distraer la atención del electorado y de la oposición. El PAN y PRD, principalmente, pusieron más atención en detener el paso de los verdes y descuidaron otros frentes, como el vincular el mal resultado del gobierno con los candidatos del PRI. Con su poco más de 7% de votación, sumado a lo que aporte el PANAL, el PRI tendrá un congreso casi con mayoría suficiente para no depender de otras fracciones.

El tercer manifiesto es que los electores en Nuevo León optaron por un candidato sin partido. Cansados de la corrupción del actual gobernador y de la falta de resultados y compromisos asumidos del PRI y PAN, respectivamente, surgió un candidato que, optando por la vía independiente, poco a poco fue ganando espacio; aprovechó la coyuntura y, con un trabajo de medios bien planeado, no sólo remontó una ventaja de 20 puntos sino que superó más de 2 a 1 a su más cercano competidor.

¿Qué aprendizaje deja este proceso electoral? En primer lugar, que los partidos políticos hoy atraviesan por una de sus peores crisis de credibilidad. Los actos de corrupción, la impunidad otorgada por un tribunal, la débil autoridad electoral para contener las violaciones reiteradas de los actores políticos habla de un severo desgaste del sistema de partidos vigente en México y de sus instituciones.

Por otro lado, en la competencia interna de los partidos, el gran ganador de esta contienda es, a mi punto de vista, MORENA. Creció no sólo en el Distrito Federal al grado de representar hoy la primera fuerza legislativa en la Asamblea local, sino que su votación en otras entidades se multiplicó. Hoy, su principal fuerza está en la Ciudad de México y la zona colindante con el Estado de México. Sólo en ambas locaciones obtuvieron el 41% de su votación nacional y en 17 entidades superó en votos al PRD.

Finalmente, la historia de los carros completos en los procesos no se presentó en esta ocasión, al menos en aquellas entidades donde se eligió Gobernador. A pesar que hubo cambios de fuerzas políticas en 5 estados, éstos no tuvieron la suerte de contar con la mayoría absoluta en los municipios o congresos locales, lo que habla bien del elector, pues divide su voto.

El llamado de atención que acaba de dar Nuevo León va a ser factor de motivación para crecer la figura de los candidatos independientes. Los partidos tendrán 3 años para evitar el ascenso de un gobernante que amenaza su status quo. Hoy, la duda es si éstos harán todo lo posible para cerrarle el paso a un Bronco que en automático cabalga para ser figura presidencial.

El tintero.

El efecto independiente no sólo contagió a los neoleoneses, sino en otras partes del país. Manuel Clouthier Carrillo obtuvo la diputación federal por Culiacán, Sinaloa; José Alberto Méndez ganó la alcaldía de Comonfort, Guanajuato; Alfonso Martínez la alcaldía de Morelia y; Pedro Kumamoto en Jalisco una diputación local. Un total de 125 aspirantes ciudadanos buscaron por la vía de la candidatura independiente un espacio de representación electoral.

De no haber cambios importantes, los partidos Humanista y del Trabajo perderán su registro. Con ello, el número de fuerzas políticas se limitará a 8 y el gasto público tendrá un respiro en asignación de recursos a los partidos.