Sin oportunidades y más viejos
Un problema del que cada vez se escucha más entre pláticas o casos expuestos a luz pública, empieza a generar no solamente preocupación a la sociedad sino también en las autoridades en donde apenas se vislumbra la actuación para poder proteger a las personas de la tercera edad.
El deseo de coexistir con nuestros seres queridos ha hecho que la modernidad en medicina nos permita vivir durante más años ya sea por medio de medicamentos, implantes o el mismo avance de la tecnología como son los marca pasos, pero algo que hasta la fecha la ciencia no ha podido combatir son las limitantes de movimiento motriz propio de la edad, pero con un espíritu de corazón joven y las ganas de salir adelante esas arrugas que se tienen por afuera es lo que sobra.
Para nuestro país esto no es suficiente para la gente de la tercera edad porque para comenzar falta mucho sobre la cultura a éste sector de la población y vulnerable porque en México durante años siempre fue identificado como un país joven.
En México el problema de la economía va para largo y nada alentador en donde nuestros gobernantes así como el Ejecutivo solo piensan en la inversión extranjera para convertir de los mexicanos personas operadores sin que nuestros profesionistas se pudieran desarrollar como tal y recibir los beneficios del staff de los extranjeros.
Hay cosas que nunca han cambiado durante años pero otras sí en donde se desconoce si realmente las campañas de planeación familiar por parte del gobierno federal dieron resultado, la misma economía carente, falta de oportunidad de trabajo, jubilaciones a una edad muy todavía productiva o bien la vida cíclica de un país al que se le consideraba como joven y sin darnos cuenta fue envejeciendo mientras que todos se quedaban con los brazos cruzados.
El incremento del sector de la tercera edad nos llegó más pronto de lo que esperábamos o al menos eso ya sucedió en Coahuila en donde se encuentra entre los tres primeros lugares nacionales con más ancianos.
Cada vez más adultos mayores que en un futuro no muy lejano pasaremos como los países del occidente donde los proyectos de los jóvenes se alargan, pero a diferencia de aquí para alguien que por su edad lo manejan estadísticamente incapacitada para ser productivo lo dejan cada vez más vulnerable.
Es triste ver que los adultos de la tercera edad; en la que ha cumplido una persona con su ciclo de productividad en término laboral y económico para una familia a la que pertenece; representando una carga potencial de gasto para la familia a la que se integra desplazándolo en un rincón de la casa, reduciendo su vida social o en ocasiones dejándolo en las famosas casas o asilos del anciano provocando en lo familiar repercusiones como el abandono familiar social, aislamiento, falta de lazos afectivos y pasando a un sector vulnerable ante la comunidad.
La falta de concientización de la gente, cultura y respeto para los adultos mayores se ha perdido u olvidado por las nuevas generaciones siendo importante enfrentar la realidad, que algún día llegaremos a un estado de vejez; tenemos que aprender a convivir con ellos. No hay que sentirnos ajenos a la situación, es decir, el abandono, porque es un problema arraigado dentro de nuestra sociedad y ahí la necesidad de extirparla para que no se extienda más.
Cada vez millones de personas están muriendo por no tener una liquidez para atención médica y también no son pocas las instituciones de salud que el gobierno mexicano no logra tener la suficiente cobertura para las necesidades de las personas que sufren enfermedades crónicas causando gravosos problemas económicos de tratamientos, aunado a eso un incremento considerable de pacientes de la tercera edad.
Aparentemente no se le está poniendo atención a éste foco rojo dejándolo pasar desapercibido, donde las autoridades de salud no están tomando en cuenta que es un indicador en el que nuestro país está envejeciendo como población, teniendo resultados las campañas de la planificación familiar aunado a la consciencia de que cada año la situación económica es más fuerte para poder mantener una familia numerosa.
Pero la solución no es crear nuevos impuestos, partidas que nunca son destinadas para combatir su misma justificación como aquel impuesto para los cigarros, alimentos y bebidas endulzantes en donde seguramente logran recaudar cantidades muy importantes y la aplicación de ese impuesto especial nunca es utilizado para combatir el tabaquismo o la obesidad en la implementación de programas sociales; es más nadie, sabe el destino final de esos recursos.
Hay que tratar de encontrar nuevas herramientas para incrementar el presupuesto asignado al sector salud o propuestas sólidas para aterrizar esa luz y esperanza de nuestros antecesores llenos de experiencia. Si aprendemos a unir el conocimiento con los estudios universitarios; México sería otro con un avance mayor en lugar de enterrar lo que para muchos consideramos viejo.
Las personas de la tercera edad son muy participativos nada más es cosa de voltearlos a ver para darles esa oportunidad. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org
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