La Habana (PL).- En 1924, París bullía con la realización de los VIII Juegos Olímpicos de la Era Moderna y en la Ciudad Luz, un grupo de hombres soñadores y amantes del deporte, arroparon una idea devenida reto y realidad.
El concepto, demasiado avanzado para su época, tenía como eje argumental la realización en el continente americano de un evento deportivo más pequeño, que reuniera también cada cuatro años a competidores de Centroamérica y el Caribe.
Y el 4 de julio de ese año en sesión celebrada por el Congreso Centroamericano, bajo el patronato del Comité Olímpico Internacional fue aprobada en París, la Carta Fundamental de los Juegos Centroamericanos.
Dicho documento contenía una importante especificación: que estas lides son para atletas amateurs de acuerdo con las reglas internacionales de cada especialidad deportiva.
Al siguiente año, el 16 de octubre, representantes de 12 naciones del área definieron en la capital mexicana el nacimiento de lo que es hoy la justa atlética más antigua del mundo.
La propia urbe fue escogida para efectuar los I Juegos del área, y se materializó del 12 de octubre al 2 de noviembre de 1926.
MEXICO-1926: EL DESPEGUE
Solo concurrieron 271 atletas varones de Cuba, Guatemala y el país anfitrión que se convirtió en el primer campeón de esta justa centrocaribeña con 67 medallas (25 de oro, 24 de plata y 18 de bronce).
Detrás se ubicaron los cubanos 44 (14-15-15) y guatemaltecos (0-0-3).
El calendario competitivo mostró acciones en baloncesto, béisbol, natación, clavados, esgrima, tiro, voleibol y atletismo.
La cita multideportiva fue inaugurada en el estadio Nacional ante la presencia de Plutarco Elías Calles, presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
Los Juegos no aportaron mucho en el ámbito competitivo, pues prácticamente se convirtió en un match entre mexicanos y cubanos, debido a la escasa participación y poca calidad de los guatemaltecos.
Los anfitriones vencieron en atletismo, natación, clavados, tiro, tenis, baloncesto y voleibol, mientras los cubanos lo hacían en esgrima y béisbol.
En las pruebas de campo y pista destacaron los mexicanos Armando Díaz, monarca en 110 y 400 con vallas, y bronce en triple salto; y Eduardo Quintanar, con doblón dorado en los en cinco y 10 mil metros.
Igualmente destacó Lucilo Iturbe al ganar los 400 y 800 m), y en los deportes acuáticos brillaron el clavadista local Federico Mariscal, quienseagenció los cetros en las pruebas de trampolín de uno y tres metros y plataforma desde los cinco,
El nadador cubano Leonel «Bebito» Smith, se coronó en los 400 y mil 500 metros libres.
La gran atracción de la cita fue sin dudas la presencia del múltiple campeón olímpico de esgrima Ramón Fonst, uno de los mejores deportistas cubanos de todos los tiempos.
Fonst, quien únicamente recibió siete toques en la lid, conquistó las preseas de oro en las tres armas (sable, florete y espada), con récord de 24 victorias y un solitario revés, infligido por el mexicano Valero Recio.
Medallero:
O P B TOT.
1.- México 25 24 18 67.
2.- Cuba 14 15 15 44.
3.- Guatemala 0 0 3 3.
TOTALES 39 39 36 114.
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