Por Arturo Ríos Ruiz 

* Son mediciones itinerantes 

* Las mentes, pueden cambiar 

La explicación de las encuestas es evaluar resultados de un programa en ejecución. Saber la opinión del público temas. Investigar las características de la población para hacer preguntas correctas. En la práctica son negocio político de gran demanda. 

No hay grupo político, ni candidato que no acuda ellas para su promoción y las contratan para triunfo con la búsqueda de aparecer como adelantado a sus contrincantes para la elección de determinado cargo de la decisión popular.  

La clave del resultado depende de la directriz de las preguntas elaboradas para cuestionar a los ciudadanos, lo que ayuda a un porcentaje favorecedor y así darlo a conocer con declaraciones a los medios de comunicación. 

El número de encuestaras en el país no se detecta, pero el Instituto Nacional Electoral INE, sólo reconoce 12 de ellas que se toman en cuenta para los eventos de sufragar para definir al victorioso a algún cargo en determinada elección.  

Viene el pasado de ejemplo: El de la estrategia de Enrique Peña Nieto que mantuvo; diariamente desde el inicio de su campaña aparecía como definitivo triunfador arriba de sus oponentes que los dejaba hasta atrás de manera contundente. Hasta se casó con una actriz popular. 

Él, un limitado, hablaba poco, las entrevistas fueron a modo, boletines al por mayor resaltando su imagen juvenil y de aceptación visual que despertó el interés, de las jovencitas en edad de votar. La victoria fue decisiva, Su desempeño como mandatario fue nulo, estuvo operado atrás del poder de trono, por Luis Videgaray. 

Algo semejantes al párrafo de arriba ocurre con Claudia Sheimbaum, que las encuestas la colocan como invencible a estas alturas, en apariencia que va sin rival que le incomode o acongoje, pero los inocentes caen y arropan su “popularidad” de la cual en realidad es ficticia, carente de toda verdad. 

La revista Forbes de ayer, le dedica a Sheinbaum, que, aventaja a Xóchitl Gálvez: “que, entre el 30 de septiembre y el 5 de octubre la firma Parametría entre 800 votantes mostró que Claudia, contaba con más de la mitad del electorado. 

Este tipo de estrategia ha funcionado desde que se iniciaron las encuestas en el país, su difusión ataranta a los electores, los confunden y en su mentalidad los anima, los atrae y a nadie le gusta perder, de manera tal que influyen en muchos en su decisión al votar. 

En otros medios se ha publicado que la Candidata del presidente, aventaja a Xóchitl Gálvez, por 50 por ciento, una ventaja desmesurada que pocos se tragan, pero al fin y al cabo es una información que logra impacto en la sociedad. 

Par el equipo de la hidalguense es una importante llamada de atención y están obligados a redoblar esfuerzos de efectos y cuadrar sus planes con más calidad, que en siete meses deben de calificar mucho mejor. 

El tiempo vuela y remontar conforme avanza es más complicado, por lo que urge un buen cambio en la directriz para evitar la zozobra en la recta final de la competencia presidencial, la cual, se puede lograr. 

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