Por Guillermo Robles Ramírez

A una semana del desastre en Acapulco, Guerrero; así como sus alrededores, la indiferencia del Presidente de México, y la Cuarta Transformación, conformada por los partidos Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde; quienes desde la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, y Poder Legislativo, son quienes deciden el destino y el dinero de México.

Firmes en su posición de lo “pasado pisado”, olvidándose de los guerrerenses en no destinar recurso o, la creación de un fideicomiso destinado exclusivamente al desastre natural causado por el huracán Otis. La ausencia presencial de Andrés Manuel López Obrador, así como el de su gabinete, o al menos no se ha visto ni una sola fotografía, aunque ellos dicen públicamente haber estado presentes en medio del desastre para evaluar los daños causados.

El sol no se puede tapar con un solo dedo, y eso es lo que ha intentado hacer tanto López Obrador, la Cuarta Transformación, y sus partidos aliados, PT, Partido Verde y obviamente Morena; desde la tribuna privilegiada y pagada con el impuesto de todos los mexicanos en las famosas “mañaneras”.

Al día siguiente de su viaje enlodado y atascado por carretera, solo para ser el protagonista en medio de un desastre natural, quedando en la duda de si llegó o no, a Acapulco, siendo su pura palabra de haber dicho que habló con 500 familias allá en Guerrero; pero sin ninguna imagen o video como el difundido en el jeep que quedó atrapado en el lodo.

Todo México, esperaba noticias o algo qué informar en esa “mañanera” un día después del desastre de Otis, y mejor se la dedicó a lo que él mejor sabe hacer, es decir, a las descalificaciones a medios de comunicación y periodistas; revanchismos personales; su resentimiento en contra del Poder Judicial, y así ha pasado la semana, siendo el día lunes de esta semana en donde rompe récord de duración en donde mucho habla y poco resuelve con hechos a los damnificados de los guerrerenses, pero tampoco podía faltar los descalificativos de los medios de comunicación.

No importa que tenga una mañanera de 4, 5 o más horas, con miles de palabras para contrarrestar lo que no se puede, es decir, las imágenes y los videos proporcionados por medios de comunicación y ciudadanos hablan por sí solos. La “ayuda”, de restablecer la luz por parte de CFE, así como la presencia del Ejército Mexicano, no son dádivas, sino que es parte de su obligación como trabajo del Presidente de México y, aun así, son insuficientes elementos, resulta incongruente observar más personal de la Guardia Nacional y Ejército Mexicano, en obras como el Tren Maya, y en la construcción del Aeropuerto.

Los beneficios fiscales otorgados a Guerrero; ayuda, pero no se benefician los damnificados, es decir, la deducción total en obras de reconstrucción o remodelación, solo es para el sector de la construcción, quienes reciban donativos no serán fiscalizados, así como se difiere el pago de impuestos de las personas físicas, pero de todas maneras pagan, aunque sea en pagos chiquitos, es decir, no perdona.

¿Y el dinero para construir, dónde quedó? En el sector hotelero, la mayoría corresponden a un sector pequeño, es decir, hay pocos hoteles con reconocimiento nacional e internacional. Y el comercio local, son establecimientos pequeños; negocios que se hicieron a base de años, y no cuentan con dinero para levantarse tan rápido, o mucho menos calificados para un préstamo bancario, porque no tienen la garantía y aval que piden las instituciones bancarias y no olvidemos que la regla de los bancos es por un peso que presta tú me garantizas tres pesos.

Tampoco se ha mencionado cómo van ayudar las autoridades locales, estatales y sobre todo la federal, a aquellas viviendas que perdieron todo.  No hay que olvidar que Guerrero, también está considerado como una entidad federativa que tiene muchas carencias económicas.

Candil de la calle y oscuridad de su casa, es lo que sucede; ya que para los demás sí hay dinero; pero para los damnificados de Acapulco y sus zonas conurbanas, no lo hay “money”. Solo como dato: 90 millones de dólares en el 2019 regalados anualmente por México; repartido a tres países de Centroamérica; Guatemala, El Salvador y Honduras.  Y luego otros 255 millones de pesos a cuba en el 2021, de acuerdo a una investigación realizada por Julen Rementeria, senador del PAN. Y, en cambio; Acapulco sin ayuda, sin FONDEM, sin fideicomiso, sin agua potable, sin servicio de salud, sin medicamentos, y sin alimentos calientes o fríos, es lo que se está viviendo en estos momentos.

No hay personal de los tres niveles de gobierno, trabajando en restablecimiento del agua potable, la gente se está bañando en el mar, en aguas negras, están usando agua del mar para los baños sanitarios; no quién esté bombeando las zonas de inundación con bombas residuales, y tomando en cuenta que esto servirá para evitar el dengue, la proliferación de ratas u otro tipo de roedores que generan infecciones como la leptospirosis provocada por la orina, salmonelosis, entre otros más.

Todavía no logran restablecerse Acapulco, del paso del huracán Otis, ahí está latente la tormenta tropical “Pilar”, que si bien se estima que no llegue a formarse en huracán, tampoco se puede negar que afecten lluvias en nuestro territorio mexicano y evidentemente a Acapulco. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org