Elección francesa: primer turno para conservadores,el segundo definirá

París, 23 mar (PL) Tras la victoria conservadora del domingo en la primera vuelta de las elecciones departamentales en Francia, las miradas se centran hoy en la segunda, en unos comicios considerado un test para las presidenciales de 2017.
Los sondeos confirmaron que la alianza entre la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), liderada por Nicolás Sarkozy, y la Unión de Demócratas e Independientes (UDI) ganó la víspera con el 30 por ciento de los votos.
Le sigue el ultraderechista Frente Nacional con el 24,50 por ciento, formación a la que la mayoría de las encuestas de las últimas semanas daban ventaja.
En línea con lo esperado, el gubernamental Partido Socialista, obtuvo el 19,70 por lo que se ubicó en la tercera posición, en momentos en que el Ejecutivo pierde popularidad.
El nivel de abstención estuvo cercano al 50 por ciento, ligeramente inferior a lo previsto.
Tras conocerse los resultados, el primer ministro Manuel Valls, llamó a todos los franceses a aunar sus fuerzas contra el FN, al tiempo que manifestó su alegría por una participación mayor a la prevista.
Respecto a ese llamado, Sarkozy afirmó que en los departamentos en que los candidatos de la UMP no pasen a la segunda vuelta, su partido «no llamará a votar ni por el FN ni por la izquierda».
Por su parte, la presidenta del FN, Marine Le Pen, consideró que «ante los resultados obtenidos por los socialistas, el Gobierno de Valls debería presentar su dimisión».
Los comicios, que vivirán una segunda vuelta de desempate el próximo domingo, aúnan en una misma votación las elecciones cantonales y departamentales, en virtud de una reforma administrativa aprobada en 2013.
En las mismas se elegirán para un mandato de seis años a los nuevos consejos del centenar de departamentos existentes.
La llamada izquierda en este país (socialistas, comunistas, ecologistas) administra 61 de los 101 departamentos franceses. Empero, especialistas opinan que ante la división existente, corre el riesgo de perder unos 30 en la segunda vuelta de los comicios.
Más de 44 millones de franceses fueron a llamados a votar este domingo a las urnas.
Un total de 18 mil 194 candidatos (repartidos en nueve mil 97 binomios hombre-mujer para garantizar la paridad en los resultados), concurrieron en dos mil 54 cantones para luchar por un puesto de consejero.
Dicho cargo se renovaba parcialmente cada tres años, pero a partir de la implementación de reformas, se hará completamente cada seis.
Para conseguir la victoria en la primera vuelta, un binomio debe conseguir más del 50 por ciento de los votos y los sufragios de al menos el 25 por ciento de los electores inscritos.
Si no se dan estas condiciones, las dos parejas con más votos en la primera vuelta se disputarán la segunda ronda el domingo 29 de marzo.
Especialistas señalan que es posible incluso que se celebre una tercera vuelta en las circunscripciones en las que se presenten más de dos listas el próximo domingo, sin que ninguna obtenga la mayoría absoluta.
En ese caso, se convocaría un nuevo escrutinio el 2 de abril, en el que solo sería necesaria la mayoría simple.
Las competencias de los consejeros electos comprenden la protección de la infancia y la atribución de ciertas ayudas sociales; la gestión de algunas carreteras, equipamientos escolares, de ciertas bibliotecas y archivos; y parte de la administración turística, entre otras.
Estas elecciones generan incertidumbre y preocupación sobre todo por lo que puede suceder tras ellas, ya que algunos especialistas hablan de una reconfiguración del mapa político galo.
Analistas remarcan que será la concreción de la primera parte de la reforma de la estructura territorial de Francia, que culminará a fines de este año con los comicios para las regiones, cuyo número se ha reducido de 22 a 13.

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