Por Alan Prado

La búsqueda de la verdad y la iluminación ha sido una constante en la historia de la humanidad. Sin embargo, la manipulación y censura de la historia han ocultado aspectos fundamentales de nuestra espiritualidad.

En este texto, exploraremos cómo la supresión de textos antiguos ha influido en nuestra comprensión de la iluminación y cómo podemos recuperar la verdadera esencia de la espiritualidad.

En el Concilio de Nicea en el año 325, los líderes cristianos decidieron que Evangelios serían aceptados como verdaderos, eliminando o suprimiendo aquellos que no se alineaban con su visión oficial. El Evangelio de Judas fue uno de los textos considerados peligrosos, porque presentaba una versión completamente opuesta de la relación entre Judas y Jesús, y ponía en duda la idea del sacrificio redentor, fundamental para la doctrina que la iglesia estaba construyendo.

Este acto de supresión no fue solo teológico, sino político. Al eliminar textos como el Evangelio de Judas, la iglesia estableció una narrativa única que le permitió controlar el mensaje, asegurando que los creyentes aceptaran una versión unificada del cristianismo.

Así, los textos nósticos, con sus ideas de liberación espiritual y rechazo del sufrimiento físico como fuente de salvación, fueron sistemáticamente eliminados o escondidos. Según el Evangelio de Judas, lejos de ser un traidor, Judas fue el discípulo más leal y el único que realmente comprendió la verdadera misión de Jesús.

Mientras los demás discípulos luchaban por entender las parábolas y se aferraban a la idea de un reino terrenal.

Hoy en día Nuestra sociedad, bueno no sólo nuestra sociedad occidental sino también en oriente se observa que de alguna manera la espiritualidad se ha diluido tanto que creemos que la iluminación es el todo y el fin de todo de la práctica espiritual es la línea de meta y no lo es, en realidad hay cosas que vienen después de eso lo que pensamos como iluminación es el primer paso en un proceso en magia, en el oriente se le conoce como la iluminación, el occidente se conoce como conciencia solar, significa que estás completa y absolutamente en el momento presente al igual que cuando alcanzas la iluminación, después de desarrollar la conciencia solar el siguiente paso en este proceso, es desarrollar lo que llamamos el cuerpo solar, estás construyendo un vehículo para permitir que tu conciencia no se desintegre en el punto de lo que llamamos la segunda muerte, la primera muerte, es cuando el cuerpo físico muere, la segunda muerte, es cuando tu cuerpo astral comienza a desboronarse,eso es cuando tu conciencia pasa por este tipo de lavadora cósmica, todos los aspectos de la personalidad se eliminan de ella, te queda un núcleo de energía pura, que luego se recicla en otra cosa se desarrolla el cuerpo solar, eso no sucede pones tu conciencia del cuerpo solar en el momento de la muerte entonces te vuelves no del todo no exactamente lo mismo pero tu conciencia está completamente intacta por la eternidad a partir de ese momento, puede entrar en el ámbito físico cuando donde y como elijas, si eliges hacerlo el punto es ayudar a otras personas a completar este proceso ,así como Beethoven lo dijo que el punto de estar vivo el punto de ser mar es acercarse a la dignidad lo más cerca posible y luego difundir esos rayos a la humanidad.

La verdadera iluminación no es un fin, sino un proceso. Al recuperar la sabiduría antigua y entender la verdadera naturaleza de la espiritualidad, podemos alcanzar la libertad y la dignidad que buscamos.

Alan Prado (AMEP 11:11).