El precio del amor

Este mes es mágico para unos, los enamorados. Para otros febrero puede representar días de búsqueda para no pasarlo solos y para los comerciantes definitivamente lleno de alegría como uno de los más esperados porque levanta los ánimos de la venta y aunque su bombardeo de mercadotecnia no ha sido tan intensa como otros años las esperanzas están depositado en el Día de Amor y Amistad.

Pero muy independiente de considerarse desde la óptica del comercio un respiro anhelado para levantar esa dura cuesta de enero y muy a pesar de que la modernidad le ha cambiado el rostro y significado al amor, pues solo basta oprimir un botón para buscar para lo que algunos le llaman amor en las redes sociales.

Aunque seguro es que el amor permanece indomable como siempre, las nuevas formas de conseguirlo y expresarlo manifiestan importantes cambios a favor de la comercialización.

En las diferentes Cámaras de Comercio del país ya se pronostica una derrama económica de millones de pesos que dejará el día del amor y de la amistad, donde los mexicanos gastarán para demostrar su amor en tiendas de autoservicios, departamentales, pequeñas tiendas donde venden tarjetas y globos simbolizando el amor, florerías, restaurantes, hoteles, moteles, y hasta los negocios improvisados en avenidas principales encontrándose la típica camioneta llena de adornos con motivos de San Valentín para que no pierdas tiempo en la conglomeración de las tiendas y no llegar con las manos vacías.

La clásica historia de amor no puede olvidar el 14 de febrero y es la ocasión especial para regalar amor o peluches, chocolates, pero todo con una visión más bien comercial. El Día del Amor y la Amistad, tiene hoy rostros más allá de ésta definición común.

La primera vez que se conmemoró éste día fue en torno al año 498 D.C., pero en nuestro país tiene unas cuantas décadas de celebrarse ya que se trata de una tradición extranjera que se fue abriendo espacio con el pasar del tiempo, ocupando un lugar dentro de nuestro calendario haciéndolo oficial para el comercio que sin importar su giro siempre habrá un artículo haciendo ilusión al 14 de febrero, además de restaurantes, joyerías, pastelerías, entre otros logrando incrementar sus ventas hasta en un 60 por ciento, duplicando sus precios o el pago de reservación no solo en negocios de comida sino también en antros.

Pero el tradicional Cupido como ser divino de la mitología griega con la imagen de querubín niño con alas y armado con flechas del amor ha cambiado ante la modernidad y nuevas generaciones sus flechas por un ratón. A través de los portales de internet como match.com o buscanovios.com, entre otros, que incluso llegan a cobrar, es posible compartir el amor entre pláticas, fotografías, y conexión de citas.

Algunos de estos sitios ofrecen por medio de perfiles no solamente físicas, sino hasta color de piel, cabello y ojos con solo pagar el servicio para inscribirse a ser miembro de su sitio para encontrar su media naranja entre la cantidad de usuarios que lo integran. En muchos de los casos algunos han sido víctima de la desilusión y engaño, aunque también existen casos en donde otras personas encontraron una pareja logrando con éxito el amor hasta llegar al matrimonio, pero al final de cuentas tuviste que pagar.

El amor se ha convertido en ganancias desde que la mercadotecnia bombardea de publicidad, para ofrecer el “regalo ideal”, cuando en realidad no existe, más que el saber expresar y abrir tu corazón de tus verdaderos sentimientos pero no solamente una vez al año sino diariamente.

Para el comerciante lo importante no es el acontecimiento, sino incrementar las ventas sin importar el cómo y qué mejor de los pretextos es el Día del Amor y la Amistad.

Aquí la interrogante es, hasta dónde es buena tanta publicidad porque a veces el exceso sólo deprime a la gente, porque ante tanta miel que se derrocha hay gente que se estresa y preocupa de más por no saber qué regalar pero también hay personas que por diferentes circunstancias de la vida están pasando por un momento difícil de separación ya sea de noviazgo o divorcio, pero también individuos que sufren una soledad, muy a pesar de contar con muchas amistades, resultan insuficientes para llenar ese vació en su corazón, y al no encontrar con quien celebrar ese día tan amoroso, recurren a medidas extremas hasta cometer el suicidio. ¿Será la otra cara del amor? o su precio por la comercialización. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013)

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