A pesar de los acuerdos con las autoridades, parte del magisterio oaxaqueño sigue plantado en la explanada o por lo menos sus tiendas de campaña, como un pueblo fantasma en las películas o más precisamente como ese campamento fantasma que los antecedió y quedó frente al edificio de CTM.

Aunque se sabe que ya no está del todo abandonado, hay gente pagada para que «cuide».

Se organizan marchas de despedida desde el monumento a la Revolución con rumbo al Zócalo capitalino en dónde algunos quisieran plantarse y edificio de gobernación que se encuentra cercado por elementos policiacos para impedir el paso.

Mientras tanto algunas paisanas aprovechan la oportunidad para ir de compras o de «choping» como decían bromeando algunas jóvenes maestras que a su vez esperaban comprar boletos de camión con dirección a municipios de Oaxaca en ésa terminal de autobuses improvisada en las calles de Edison y Ramos Arispe frente a la cantina del Morán y lo que fue el Frontón México que se convirtió en una letrina al aire libre.

El hedor a humanidad sin bañar y sudados por las «marchas de pies cansados» de la CNTE sección 22, mezclados con olores de aceites requemados de fritangas,orines y materia fecal se perciben al pasar entre lo que queda en la explanada de la Revolución Mexicana.

Perdidas millonarias reportan los comerciantes de colonias Juárez, Tabacalera y Centro. Sin embargo comerciantes ambulantes hacen su agosto con sombreros, lentes de sol, gorras, alimentación al aire libre y hasta perfumes.

La mayoría de profesores sin cobrar ya se van aunque no hallan ido a trabajar.
Todo pasa de una a tres dice Jacobo así que se espera que a las dos de la tarde algunos de la CNTE hallan partido pero también trascendió que el grueso del contingente se quedará y pretenden plantarse en la plancha del Zócalo a pesar del cerco policiaco.

Poco a poco se van los de la sección 22. de la CNTE. Sus rostros reflejan cansancio de tanto caminar, maltratados por dormir sobre cartones dentro de sus tiendas y con frío invernal del DF.

Ya se van los profesores pero atrás quedan las kilos de basura: Vasos, bolsas plásticas, alambres, cables y mecates.
También restos de comida,botellas de refresco entre otros deshechos…

Paulatinamente el tinglado multicolor de manteados y casas de campañas e improvisadas van desapareciendo y dan paso a la gris explanada del monumento a la Revolución Mexicana que significó -en su tiempo- un movimiento de cambio.