El pleito de Lilly y AMLO

Arturo Ríos Ruiz   

*La víctima Ifigenia Martínez 

*Le abollaron la presea 

La Medalla Belisario Domínguez es el máximo galardón que otorga el Senado de la República para reconocer a hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de la patria o de la humanidad, como señala su decreto. El galardón se creó el 3 de enero de 1953 a propuesta del presidente Adolfo Ruiz Cortines. 

La senadora Lilly Téllez, ha sido ruda con el régimen, luego de abandonar las filas de Morena y cambiarse al PAN, advirtió desde tu cuenta de Twitter: “El violador serial de la Constitución: el señor presidente López Obrador… vendrá al senado la próxima semana; es preciso hacerle frente”. 

Por esa causa AMLO decidió no ir al Senado; el mandatario dijo que teme que la legisladora le falte al respeto, por lo que no acompañaría a la maestra Ifigenia Martínez, cercana a Cuauhtémoc Cárdenas. en la entrega del Galardón. 

En conferencia, la vicecoordinadora de los panistas, Kenia López Rabadán, llamó al mandatario federal para valorar su asistencia al Senado y le dijo “no le saque, venga al Senado” y “no le tenga miedo a la pluralidad”. Un reto inicuo. 

Las huestes fanáticas, amenazaron a la legisladora, quien en las redes avisó en su cuenta de Twitter las amenazas de que fue objeto por parte de un “hater”. Un anglicismo de los que copan las redes que se traduce como un odio expresado a partir de comentarios u acciones hacia otros usuarios. 

Ante este escenario de baja la calidad de todos los participantes, que exhiben un pleito callejero en los medios de comunicación empañando la presea y a la prestigiada dama que se hizo acreedora a la misma, la señora admirad, Ifigenia Martínez que goza de respeto y reconocimiento desde tiempos inmemoriales. 

Ante las denuncias Lilly Téllez, sobre las amenazas de presuntos morenos, el presidente hizo un llamado a quienes simpatizan con él, sus bots amaestrados, para respetar a las personas que piensan distintos a ellos y la dama se lo agradeció. Sólo faltaría un abrazo entre ambos para sellar este alboroto. 

La ausencia del mandatario en el acto le bajaría detono a la celebración y a la condecorada que en este caso es la víctima por causas de política entre adversarios que desenfrenados compiten en ocurrencias, como la Lilly y el mandatario que se suma a todos los pleitos desde su Mañanera. 

La baja calidad de la política se ha desprestigiado, teniendo como pivote el carácter del presidente, rijoso, mentiras, ocurrencias, caprichos y demás, han derivado en una sociedad dividida entre reyertas de toda laya entre los actores y el público que llega hasta las delictivas amenazas producto del fanatismo acicateado por la misma autoridad. 

Vivimos en un México devaluado ante el mundo, que no ha superado su pasado y se enfrenta a un futuro incierto, dudoso y mal encausado… Es una desgracia. 

rrrart2000@hotmail.com y Facebook   

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