Por Guillermo Robles Ramírez

Un amigo y paisano coahuilense, desavecindado por razones de trabajo, tras algunos años de tener que cambiar de domicilio estuvo de visita en su ciudad natal Piedras Negras, frontera muy importante y limpia de México, reconocido ello en el pasado a nivel nacional.

Piedras Negras, tuvo el orgullo y satisfacción de ser considerada, en otras épocas, como el puerto fronterizo del Norte de México, con más seguridad, buenos e impecables servicios públicos, un puerto de gran confiabilidad y sobre todo con estándares internacionales de certidumbre, lo que le permitió la entrada e instalaciones de importantes fuentes de trabajo, preferentemente maquiladoras, pero también industrias de transformación.

Bien dicen que lo “pasado, pisado” o bien “lo pasado, pasado” y hasta  fue mejor; sin embargo, los nigropetenses no están de acuerdo ni conformes con lo dicho, es decir, eso de lo pasado, pasado; sobretodo cuando las autoridades locales nada hacen y se conforman con cruzar los brazos y esperar que todo se los haga el Estado, en especial para contrarrestar los robos a casa, asaltos callejeros, robo de carros y, en general la presencia de la delincuencia en general que se ha incrementado exageradamente cada vez que entra una nueva Administración municipal.

Es ahora cuando ha pasado de una ciudad segura a insegura o bien de una comunidad en donde antes hubo paz y tranquilidad y ahora se le considera como la ciudad más caliente o encendida de Coahuila.

Las cosas, honestamente, están que arden en Piedras Negras, ya que se está convirtiendo, lamentablemente, en refugio de centroamericanos, aclarando que no todos los guatemaltecos, hondureños, salvadoreños y hasta cubanos, que por determinadas razones terminan su “sueño americano”, en nuestro país no son malos, pero sí generan un gran problema social de inseguridad.

El problema de inseguridad de este puerto fronterizo no han sido solo los migrantes, porque la gravedad de este vía crucis ha sido la proliferación de distribuidores en pequeño de drogas, sino los robos a casas habitación está como jamás en los más de 171 años de fundada esta ciudad, había estado.

Los latrocinios a los comercios no fallan y para saber el foco rojo que se enciende en Piedras Negras, solo puede decirse que los fines de semana se reportan no menos de cinco a ocho robos a tiendas de conveniencia y asaltos en las calles, pues los rateros ante la ausencia de seguridad, no andan “respetando”, sino que las puertas para la delincuencia están abiertas plenamente en Piedras.

Aunque las encuestan dicen lo contrario la gente opina que la inseguridad se percibe no solo en el ambiente de Piedras Negras, sino en la tensión dentro de esa misma cabecera municipal de Coahuila.

Y no se diga del aumento de la violencia en el entorno familiar desde el pasado año en el mes de marzo al aumentar de un 40% a un 64% durante la pandemia, siendo esta la percepción de los habitantes jóvenes.

La alarma del Departamento de Estado de la Unión Americana, que ha hecho en los últimos años ha sido algo nuevo en donde le advierten a sus compatriotas para tener cuidado y preferentemente evitar no pasar del lado americano a Piedras Negras, no es gratuita, la realidad es que la infestación de malandros en donde antes hubo tranquilidad y consecuentemente progreso, hay incertidumbre por parte de su población y los futuros inversionistas, por lo pronto, están alargando su decisión de instalarse o no en Piedras, ya que en su mayor parte se trata de empresarios estadounidenses, al igual que chinos y coreanos, que optan por ahora ver a distancia la situación antes de tomar la decisión de quedarse en Piedras Negras, velando antes que nada por sus ejecutivos que vendrán de sus países de origen, junto con su familia.

Las redes sociales, así como algunos medios de comunicación dan cuenta de asaltos, homicidios, captura de células de los distintos cárteles, ladrones de vehículos y en fin, de delincuentes de los distintos niveles, todos ellos operando tranquilamente y con la complacencia de las autoridades, municipales que si bien es cierto que reciben apoyo del ejército y Estado, la autoridad ha sido incapaz de tener una policía confiable, pues a muchos de esos “policías”  se les ha comprobado nexos con la delincuencia organizada y como si fuese poco ha algunos de esos “guardianes municipales del orden”, entre sus negocios estaba el secuestro exprés y las extorsiones telefónicas. y se les decomisó una tonelada de marihuana. Algo que hace muchos años atrás nunca se había visto en Piedras Negras. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org