Guillermo Robles Ramírez

El arte de dar

Por Guillermo Robles Ramírez

          Cuántas veces ha escuchado que nadie da nada a cambio de algo. Seguramente muchísimas veces y es que el problema de dar es un don que no cualquiera tiene porque no espera nada a cambio, sino se hace de manera desprendida y sin algún interés mas que el servir de manera voluntaria.

            Algo característico es que el que da puede esperar a recibir algo a cambio como una ley universal en la que si hago algo positivo la vida me pagará con la misma moneda, aunque la parte misteriosa es que nunca se sabe lo que habrá de recibir.

            Bajo esta óptica entonces se puede deducir que el dar es un beneficio. Entonces el pobre debería de dar, para recibir bendiciones. Y el rico quizá por eso es rico, sea en dinero o en abundancia de cualquier tipo, porque quizá así disfruta de los resultados de haber dado durante su vida. Pero al final todo esto es hipotético porque en la vida real sucede otra cosa y no lo que la moral o buenos principios te enseña.

            Es por eso que es bueno reconocer y honrar a quienes saben dar a los demás. Y dar no es sólo tomar un bien y entregarlo a alguien, sino además hacerlo de manera inteligente, lo que exige eficacia, es decir, que el objetivo de dar se cumpla.

            Existen muchas organizaciones civiles que se dedican a eso, es decir, a dar.  Las personas que en ellas cooperan dan su tiempo, dan su esfuerzo, dan su dinero, dan sus conocimientos, su capacidad e inteligencia. Y más aún, buscan y encuentran a quien contagiar estas mismas cualidades logrando reclutar donantes haciéndolos participar.

            Los buenos dadores, saben a quién dar, es decir, no se les dan armas a los delincuentes, sino a los héroes en pocas palabras quienes combaten a la delincuencia. Como tampoco se les da dinero a los pobres sino un trabajo, como tampoco un abrigo a cualquiera que camina por la calle en la intemperie sino al que tiene frío.

            Dar exige un depositario de lo dado, uno que valga la pena, que lo pueda aprovechar. De qué sirve verter una jarra de bendiciones en un vaso pequeño al que no tiene fe. Por eso el que da debe saber a quién, para no dar en vano.

            En Saltillo hay una de estas instituciones que sabe dar, y lo hace por oficio y con gusto, pero sobre todo con conocimiento de lo que busca.

            Navidad en el Campo A.C., es una organización que lleva muchos años que tiene ya experiencia en esto de dar. Sus depositarios son personas que realmente necesitan recibir.

            La organización inició llevando juguetes al campo a niños pobres en época de Navidad. Que mejor depositario y qué mejor momento para regalar un juguete. ¡Eso es saber dar!

            Luego, la organización vio que en el campo se siente más el frío y ha llevado miles de cobertores a familias campesinas. Con el tiempo, ofrecieron servicios de salud y también acciones para mejorar la educación de los niños.

            Navidad en el Campo, se ha vuelto mucho más que eso, ha evolucionado desde su origen y al día de hoy es una institución noble cuya actuación ennoblece a sus fundadores y promotores.

            Gracias a su estupenda colaboración humanitaria, y agradecimiento a todos quienes aprendemos de ellos a dar y hacerlo bien. Enseñar a dar es otra cosa más que nos han dado. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org

Deja un comentario