Boca vs.River, el duelo permanente

Buenos Aires (PL).- Los equipos Boca Juniors y River Plate, los mayores estandartes del fútbol argentino, volverán a enfrentarse en una trilogía de partidos que promete paralizar a todo el ambiente, en nada menos que 11 días.
El gran clásico tenía fijada la fecha del 3 de mayo para su duelo por el campeonato de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y a este se agregaron los dos partidos por la Copa Libertadores.
El calendario marca que estos tres juegos, estarán muy apretados en la línea de tiempo: 3, 7 y 14 de mayo. Esto se debe, más que al azar, al rumbo de cada uno de los equipos en la Copa Libertadores.
Al haberse adjudicado Boca el primer lugar dentro del coeficiente general de la primera fase, deberá medirse con el último de los clasificados que, casualmente, fue River.
Este desafío vuelve a generar una revolución en el fútbol del continente. Primero por el contraste que plantea, al haber tenido hasta aquí un andar tan diferente uno del otro, (Boca con puntaje ideal, River clasificando gracias al resultado de otro partido).
Lo que sí está claro es que a partir de los octavos de final, el andar de la primera fase pasa a tener una importancia relativa, y la eliminación es mano a mano. Más aún cuando los protagonistas son históricos rivales.
Otro ingrediente es que será la revancha inmediata de aquel duelo por la Copa Sudamericana del año pasado y que tuvo a River  como el gran ganador.
Aquel juego fue consagratorio para Leonardo Pisculichi, autor del gol de River, pero fundamentalmente, para el arquero «millonario» Marcelo Barovero, quien atajó el penal de  Emanuel Gigliotti.
River completó aquella faena de manera notable. Fue la primera vez que eliminó de forma directa a su clásico rival en una copa internacional, y lo más trascendente es que luego terminó  campeón ante el Atlético Nacional de Medellín
La sensación que quedó, luego de aquel partido, es que los hinchas boquenses esperarían el desquite lo antes posible, mientras que al público riverplatense no le agradaría dar una revancha internacional tan pronto.
Si algo tiene de negativo que sean tan cercanos entre si estos tres enfrentamientos, es que al ser el choque internacional el que se lleva toda la importancia, el primer duelo, válido por el campeonato argentino quedará recortado en su valor original.
Ese primer encuentro puede llegar a ser tomado como un round de estudio para proyectar los dos juegos restantes y no va a tener el altísimo voltaje que tiene habitualmente un Boca-River.
Más allá de las respuestas de compromiso, ninguno de los dos directores técnicos ni Marcelo Gallardo (River) ni Rodolfo Arruabarrena (Boca) deseaban en su fuero íntimo volver a enfrentarse tan pronto.
El clásico del fútbol argentino es una experiencia muy desgastante para los protagonistas, por la enorme presión que se vive, por todo lo que hay en juego, y porque el que quede eliminado de la Copa, ya no tendrá chance de recuperarse en esa competencia.
Por esto, una serie como la que está planteada, marcará el rumbo de ambos de aquí en más, tanto para el ganador, como para el que salga perdiendo, con el valor agregado que supone el estado de ánimo.
Y sin perder de vista que hoy en día ganar uno de estos clásicos contituye un título en si, casi como haber conquistado un campeonato aparte.

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