San Salvador, 24 may (PL) Cuando falta una semana para el traspaso presidencial, la violencia en El Salvador se agudiza, con características que van más allá del modo de operar de pandilleros, a quienes se les atribuye la mayor criminalidad.
Esta semana se disparó el índice de homicidios y varios de los hechos violentos se pueden considerar verdaderas masacres, como el ocurrido ayer cuando un autobús fue ametrallado con un saldo de seis muertos.
El gobierno, a través del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, repudió enérgicamente el atentado, se solidarizó con los familiares de las víctimas y se comprometió a hacer justicia.
De acuerdo con declaraciones recientes del titular de esa cartera, Ricardo Perdomo, esos hechos «son para crear inestabilidad en la salida del actual gobierno y el ingreso del nuevo» del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
En este periodo, el presidente electo, Salvador Sánchez Cerén, dio a conocer los nombres de los nuevos miembros que lo acompañarán en su gestión por los próximos cinco años, que se caracterizará, por su austeridad y transparencia, según aseguró.
Entre los nombramientos más esperados estuvo el ministro de Justicia y Seguridad Pública, quien resultó ser Benito Lara, exguerrillero y diputado del FMLN, uno de los nombres más manejados por la población para este cargo, y confirmó al frente del Ministerio de Defensa al general de División David Munguía.
Ambos puestos son clave en el país, donde los problemas de la violencia y la inseguridad son los que más afectan a la población, de acuerdo con diversos sondeos. En este mandato, la Fuerza Armada ha trabajado junto con la Policía Nacional Civil para combatir este flagelo.
Por otra parte, está en la palestra pública la reforma fiscal propuesta por el presidente Mauricio Funes, quien solicitó la emisión de 800 millones de dólares en bonos para el pago de Letras del Tesoro del Estado (deuda de corto plazo) y tres nuevas medidas fiscales o impuestos.
La iniciativa busca proveerle liquidez y sostenibilidad financiera al gobierno de Sánchez Cerén, cuyo mandato comenzará el próximo domingo 1 de junio, para continuar los programas sociales iniciados en el de Funes.
Mientras, el volcán Chaparrastique se muestra cada vez más peligroso por su alta probabilidad de erupción así como de deslaves.
Todos estos días se mantuvo muy fuerte la vibración en el coloso, también conocido como San Miguel por su localización en el departamento de igual nombre.
Debido a las recientes precipitaciones que van marcando el preámbulo de la estación lluviosa, ya se reportaron flujos de lodo, que descendieron de la parte alta del volcán, donde hay mucho material (cenizas, piedras) acumulado desde la erupción del pasado 29 de diciembre.