*Las Rejas Tristes
*Frontera Blindada
*Alerta de los EUA

En la célebre cinta, “El Cartero” –cito la película y no el libro ni la obra de teatro porque la primera tuvo mayor difusión-, hay un momento sublime en el que el gran poeta, Pablo Neruda, solicita al humilde servidor público un calificativo para redondear un poema sobre la marisma, los pescadores y sus redes… ¡tristes!, exclamó el humilde y el personaje meditó unos segundos, subió los hombros como diciendo ¿y por qué no?, y anotó en su libreta el remate final. ¿Redes tristes?¿Puede un amasijo de cordeles y jarcias tener un sentimiento tan humano como el del abatimiento interior, a veces por pérdidas irreparables y en ocasiones como consecuencia de frustraciones y depresiones que ni siquiera entendemos? Pues sí, porque son como la extensión de los propios lancheros que dependen tanto de la suerte, el buen tiempo sobre todo, y de los cardúmenes mientras no se agoten a golpes de dinamita como suelen hacer los marineros de las potencias para hacer redituables sus viajes.
Alguna vez, siendo yo niño, el gran poeta de Ochil, Antonio Mediz Bolio –autor de la “Tierra del Faisán y del Venado” y de la hermosa letra de “Caminante” a la que Guty Cárdenas puso mágica música amen de centenares de poesías inmensas, como “Máter Admirabilis” y “Manelick” que enciende las adormecidas conciencias-, me dio una fórmula que no supe aprovechar: “cuando escribas, nunca uses las máquinas sino la pluma, sobre todo alguna que provenga del quetzal, el que guiaba a los mayas eternos; sólo así sentirás que tu espíritu se prolonga a través de la tinta y anida para siempre en el interior de quienes te lean”.
El mundo moderno cercenó, cuando menos en mí, este prodigio para convertir el instrumento de la escritura en parte de uno mismo y no en una tortura cada que se borra un párrafo por una torpeza sobre el teclado del mundo cibernético. Todavía no sé, a ciencia cierta, si pueden existir poetas en este mundo que puedan redactar sus obras maestras sin plumas de quetzal. Pero lo que sí puedo percibir es la profunda mediocridad de tantos y tantos que se creen con capacidad para redactar un libro y caen en la pesadez de entregarnos un informe de gobierno auto-laudatorio como lo ha hecho, para desgracia de quienes tenemos la obligación de leerlo, el señor felipe calderón, uno de los más notables ex mandatarios habida cuenta de que su capacidad de intriga se elevó al cuadrado apenas dejó su cómodo búnker de Los Pinos para, fuera del mismo, sentirse bastante más seguro que los más elevados “capos” del narcotráfico, de los “intocables” que no existen en la visión idílica del mandatario en funciones, enrique peña nieto. 
Pues bien, siguiendo la ruta de las metáforas, recojo el calificativo de “tristes” para referirme a las rejas de las prisiones que, cuando es lo único que puede verse, se convierten en una prolongación de cada calvario carcomido por una sociedad hipócrita y una justicia tuerta, acomodaticia y enajenada por las modas pasajeras. Dicen en España que ahora si sólo dejar de responderle a una mujer te conviertes en reo de persecución interminable, mientras si el hombre es el agredido –porque no puede ni meter las manos para evitar una denuncia-, sólo produce ruines carcajadas d sus cancerberos. Es una historia al revés que, por hoy, nos sirve para meditar sobre la tierra que pisan nuestros pies, sobre todo al percibir que los alientos de vida comienzan a escasear. 
Las rejas están tristes, además, porque no sirven para mantener detrás de ellas a los grandes predadores de México refugiados en los intereses y complicidades políticas. Así, felipe calderón, siguiendo la doctrina “garcía luna” –quien comenzó a introducirse a los veneros del poder de la mano del trío de damas-espías, marta, elba y rosario, en el periodo foxista-, ahora se siente más poderoso que nunca porque ya no tiene la responsabilidad que le agobiaba –entre otras cosas por no saber ejercerla refugiándose en el alcohol, su gran compañero de toda la vida-, intriga, divide a su partido, manda espiar a quienes no le respondieron como incondicionales y acaba con el prestigio, si alguno tenía, de Acción Nacional. 
No puede precisarse quien de los dos mandatarios surgidos de esta opción, fox y calderón, le ha hecho más daño a su instituto político: vicente se marginó en cuanto no pudo imponer su voluntad al Legislativo al que llamó “el freno al cambio” –aunque en ninguna otra esfera se produjera éste, tan anunciado en el frenesí de la demagogia-; y felipe, sin el menor pudor, rompe lanzas contra la pobre dirigencia de su partido, que no le resultó afín tras la derrota del párvulo Ernesto Cordero Arroyo, uno d sus entenados, financia la creación de otro instituto, Frente Humanista –le faltó ponerle en medio “calderonista” para que tuviera todas sus siglas FCH-, y, sin el menor recato, arma intrigas para destruir las carreras políticas de quienes no comulgaron con él tras su vergonzosa salida de Los Pinos. Dicho esto sin reducir el hecho espiado, en sí, el bailongo, un tanto ridículo, de varios diputados panistas en una lujosa mansión de Puerto Vallarta.
(Hay ocasiones en las que me pregunto si los opositores solían ser tan quisquillosos con el nepotismo priísta y sus dispendios sólo porque, en el fondo, querían corregir y aumentar las tesis sobre la corrupción y no corregirlas de modo alguno. Las deformaciones del establishment han llegado tan profundo que la sentencia resulta inapelable en estos días: “si llegas al poder, enriquécete cuanto puedas para que tus hijos, nietos, bisnietos y demás, jamás sufran cuando caigas en desgracia”. El neoleonés Alfonso Martínez Domínguez, lo decía de otra manera: “en esto de la política se debe ser honrado, pero no tan, tan honrado, que no puedas pagar una campaña para defenderte de cuantos te señalen como ladrón”. 
Gran prestigio el de la clase política de nuestro país, cabe subrayar. Y, sobre todo, desde el momento en que se fusionó con la cúpula financiera para alcanzar objetivos muy alejados de la revolucionaria concepción de la justicia social basada, simplemente, en los necesarios equilibrios para no sucumbir ante las inalcanzables distancias entre los poderosos herederos y la gran masa de trabajadores condenada a vivir de prestado de por vida. Las diferencias existenciales agudas, recuérdese bien, son las que proveen del ánimo interior para salir a la calle a volar cabezas. Lo mismo en nuestras luchas sociales que en cualquier parte de este convulso mundo en donde la gran potencia acapara los recursos petroleros y luego se queja de que no la quieran ni en sus satélites más cercanos. 
Pero, insisto, las rejas están tristes porque no resguardan algunos de los elementos que más han dañado a México y pululan por doquier, sin sentir el menor agobio, al saberse cómplices de la cúpula –no cópula- del poder. He elaborado una pequeña lista de inicio sobre aquellos a los que extrañan las celdas, aunque estén atiborradas:
1.- felipe calderón y su escudero garcía luna.
2.- El nefasto “senador” manuel bartlett y quienes lo siguen protegiendo a sabiendas de que en los Estados Unidos tiene abiertos expedientes múltiples.
3.- germán larrea mota-velasco, accionista principal del “Grupo México”, asesino de 75 mineros desde los estallidos de Pasta de Conchos en 2006, y ahora contaminador del río Sonora y sus afluentes; como premio a tales proeza pudo comprar Ferromex, a precios de regalo, y constituirse en la segunda mayor fortuna del país.
4.- emilio gamboa patrón, el yucateco fundador de la muy conocida “cofradía de la mano caída” y uno de los artífices del mayor robo a la nación de su historia, además de sus apetencias pederastas. 
5.- cualquier otro de los ex presidentes que, incluso, desdeñan y evaden acusaciones tan terribles como la de genocida, en el caso de echeverría, o magnicida, cuando se habla de salinas, o de traidor, al referirse a zedillo. También hay marihuaneros, los fox, y negociantes abiertos desde el poder con las mafias del narcotráfico. Pero nada de esto viene en las memorias –las d fox, en inglés, naturalmente, como signo del profundo desprecio a quienes fuimos, para nuestra vergüenza, sus gobernados. 
Con estos tenemos, por el momento –y no menciono a los gobernadores que serán motivo de nuestro próximo análisis dominguero-, para iniciar la sinuosa ruta de la justicia. ¡Déjese ya de retórica, señor peña!
Mirador
Ellos proveen las causas y constituyen el mayor mercado en el mundo para los estupefacientes y las armas; ellos, también, se han infiltrado en nuestras Fuerzas Armadas para llevar operativos claves –presuntamente concertados como la aprehensión de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”-, y así mantener los “equilibrios” entre la oferta y la demanda. Nosotros ponemos la sangre y la vulnerabilidad gubernamental, mientras ellos colocan sobre la mesa el dinero y la impunidad. ¿Tal es el acuerdo soterrado?
El hecho es que, además, ellos, los estadounidenses, se dan el lujo de blindar nuestra frontera norte, con elementos armados hasta los dientes en Texas, sobre todo –en Arizona los “minutemen” hacen lo suyo con licencia para matar, como predadores animales, hasta a los niños indocumentados-, para evitar, dicen, la inmigración incontrolable hacia el falso “paraíso” en donde los obreros clandestinos son tratados como los esclavos en los tiempos anteriores a la Guerra Civil que partió en dos a la Unión Americana hasta que se alzó sobre ella el espíritu justiciero de Abraham Lincoln.
Con todo y eso, los norteamericanos insisten en levantar muros de la ignominia, colocarnos en un peldaño abajo del “estado fallido” y controlar el acceso de las “exportaciones” de drogas hacia su país. Y todo ello, claro, con cargo a los mexicanos sin reconocer, jamás, que ellos son quienes crean las causas y el consumo para sostener a la industria del narcotráfico; además, no se olvide que es allí en donde deambulan los verdaderos “padrinos” intocables que llegan al extremo de presumir en poner y quitar presidentes… en su país y en los demás de sus órbitas. ¿peña nieto? Muy posiblemente, salvo por su generosa y paulatina entrega de nuestro subsuelo.
Ellos nunca pierden; nosotros, siempre.
Por las Alcobas
Ahora, además, el gobierno estadounidense vuelve a alertar a sus nacionales para que eviten visitar México en un golpe severo contra la industria del turismo que se mantiene en manos de la heredera de sangre, Claudita Ruiz Massieu, como parte de la fenomenología de las mafias y sus coronas de flores sobre las tumbas de sus víctimas. Como respuesta, la Cancillería habló de que el gobierno de peña ha realizado esfuerzos épicos para reducir las cifras de la violencia, casi en una cuarta parte, en momentos en los que se evidencia el recrudecimiento de los asesinatos –incluso seriales y entre familias-, por todo el país, sin importar mujeres, niños y hasta bebés. 
Es como si México hubiese extendido una alarma, en 2001, por ejemplo, para evitar que los mexicanos viajaran a Nueva York. A cambio de ello, el entonces secretario de Relaciones, Jorge Castañeda Gutman, ofreció al embajador Jeffrey Davidow, que el señor fox incluiría en el grito –de septiembre de ese año- a las víctimas del World Trade Center. Por fortuna, el diplomático tenía un dedo más de frente y se negó, cortésmente. Recordemos el episodio para medir a los ambiciosos, como Castañeda, ayunos de toda moral.
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Web: Pronto reestablecimiento.
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
SI DE INOCENTES ESTÁN LLENAS LAS CRUJÍAS, DE CULPABLES REBOSAN LAS CLOACAS DE LA POLÍTICA MEXICANA. YA NO SON SÓLO LOS EX PRESIDENTES –PERO ÉSTOS ENCABEZAN LAS LISTAS- SINO TAMBIÉN QUIENES HAN HECHO LAS PEORES TAREAS SUCIAS PARA EL BIEN NO DE UNA DEMOCRACIA SINO DE LA CONTINUIDAD DE LOS INTERESES PERVERSOS. ¿VAMOS ENTENDIENDO EL NÚMEN DE LAS REFORMAS?