Por Arturo Ríos Ruiz 

* AMLO tapa y destapa  

* Clara, Icela, Noroña y Martí  

El presidente que con palabras intenta ser diferente, pretendió cambiar el término que por décadas se utilizó en la decisión del jefe del ejecutivo para ordenar quien lo sucedería: “El Tapado”. Es lo mismo, hoy, son Corcholatas. 

Plutarco Elías Calles tras el asesinato de Álvaro Obregón nombró secretario de gobernación a Emilio Portes Gil, convirtiéndolo, en el primer ensayo para afinar la figura del tapado, y sentó las bases del PNR abuelo del actual PRI. 

Así los bautizó y claro, los mencionados muy felices con ello, Claudia Sheinbaum, Manuel Augusto López y Marcelo Ebrard, que se movilizan cada cual a su manera y encabezan la lista dado que el jefe en el país los nombró. Antes los aspirantes eran conocidos y el de los Pinos decidía. Hoy será idéntico. 

Se les coló como media de seda el senador Ricardo Monreal que de alguna manera es considerado aspirante sin el lazo presidencial, pues no lo ha aceptado con apertura, más bien lo tolera. 

Ricardo Monreal, convencido que no está en ánimo del mandatario, hace gala de su pericia política y sobre el término “corcholata”, dijo que éste es peyorativo, por lo que es un lenguaje que no debería ser aceptado, por lo que se niega a hacerse llamar así. Una revelación clara de que raspa al presidente con ello. 

Ahora López Obrador ya destapó las corcholatas para el gobierno de la CDMX: Rosa Icela Rodríguez, de Seguridad y Protección Ciudadana, Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa, Gerardo Fernández Noroña, diputado y Martí Batres, aliado de Sheinbaum. Dejó la ventana abierta a que pueda haber más.  

Rosa Icela, fue secretaria de Gobierno de la CDMX con Claudia Sheinbaum; fue designada por el presidente coordinadora general de Puertos y Marina Mercante, hoy titular de la Secretaría de Seguridad. Su currículum, la presenta como periodista titulada, laboró en la iniciativa privada, en Televisa Radio, El Universal y La Afición. 

Clara Brugada, una tenaz dama que fue líder de 50 vendedores sobre la banqueta en Iztapalapa, con el PRD fue diputada y ya lleva dos gestiones como alcaldesa de Iztapalapa y ahora figura como posible para gobernar la gran capital del país. 

Gerardo Fernández Noroña, se ha hecho famoso por los desplantes precipitados como cuando se arrojó a los pies de Ernesto Zedillo en un evento fuera de Los Pinos, igual se sacó sangre de las venas en el centro de la ciudad en protesta contra funcionarios. No se pueden soslayar sus desencuentros como diputado rijoso que hasta los golpes lo han retado. 

Martí Batres, quizá en más capaz, tiene experiencia; en 1996, amenazó al jefe de la policía capitalina, general Carlos Enrique Salgado Cordero, en una asistencia a la Asamblea Legislativa, de meterlo a cárcel por el asesinato de varios jóvenes en la colonia Buenos Aires. Fueron otros tiempos. Hoy la milicia es consentida. 

Ya tenemos un teatro renovado con las corcholatas capitalinas y comenzarán los golpes bajos entre ellos, unos con sus sueños guajiros por incompetentes y otros con más habilidad, pero todos sabemos que hay un dedo en Palacio que es quien ordenará al candidato disfrazado en una encuesta al estilo hoy. 

rrrart2000@hotmail.com y Facebook