Una vez fue fresco
Por Guillermo Robles Ramírez
El inicio del presente año ha sido muy seco, las lluvias en nuestra región se han atrasado mucho y los meses de mayor calor del año nos pisan los talones, mientras que la intensa ola de calor azota a Coahuila, no solo se trata de soportar una temperatura alta, sino que trae consigo consecuencias negativas como los múltiples incendios forestales en las diferentes regiones de la Entidad.
Un problema que se ha agravado más por las sequías en el país, no siendo exclusivo de Coahuila, y teniendo como resultado en lo que va del año se han acumulado más de dos mis incendios forestales en diferentes regiones de México, afectando a miles de hectáreas de vida vegetal.
Pero lo más grave está por venir con la entrada de la canícula, una palabra muy antigua en donde escritores mexicanos, como Juan Rulfo, la utilizaban en sus escritos literarios para poder describir la intensidad del calor en la Comala de Pedro Páramo. Así como él, hubo muchos más que plasmaron esta palabra en muchísimos libros.
Tan bien utilizado por los abuelos de nuestra generación para poder describir el calor intenso dependiendo de la región en donde se vive en México. Pero para las nuevas generaciones la palabra canícula es un término que desconocen y considerado como una expresión meramente poética, siendo sustituido bajo el término de “ola de calor”, provocado por el fenómeno, El Niño, o bien el calentamiento global. Y aunque puede estar relacionado el uno con el otro, no es lo mismo, sino simplemente la canícula, es la temporada del año en donde el calor es mucho más fuerte, por ejemplo, en nuestro país y más en el norte de México su inicio es en el mes julio, siendo agosto su pico más alto.
Si bien es cierto que existen muchas recomendaciones por parte de nuestras autoridades para proteger y alertar a la población, también lo es que se les olvidan las recomendaciones para el resto de los miembros de la familia, es decir, nuestras mascotas.
La canícula afecta no solo al ser humano sino a todas las especies vivientes, así como la vida vegetal y animal. Las autoridades pareciesen dar solamente recomendaciones para hombres, mujeres, niños y adultos mayores.
En los últimos diez años el promedio de temperaturas en Coahuila ha sido de 36 a 37 grados en las regiones fuera de Monclova y Piedras Negras, en donde el termómetro se ha ido hasta 47 grados en promedio.
En regiones coahuilenses, en donde antes se conocían como frescos, ha sido cosa del pasado. El mejor ejemplo lo viven los saltillenses ya empiezan a sufrir el calor dentro sus hogares, calles, avenidas, así como en sus alrededores de la ciudad. En las casas de Saltillo, el calor duro todavía durante la noche, como si fuera un comal que duró todo el día prendido y no es hasta metiéndose el sol cuando se queda en los muros guardando el infernal calor del día.
Todavía hay habitantes originarios de la capital coahuilense y que se han mantenido radicando en Saltillo, que guardan celosamente los recuerdos de la ciudad en donde el fresco y la lluvia de todos los días del año estaban presentes.
Por muchos años tanto casas modernas, así como sus casonas, fueron testigos del clima ideal del que antes se podía presumir en esa cabecera municipal, capital de Coahuila de Zaragoza.
A la fecha todavía hasta sus viviendas se siguen haciendo de puro concreto, sin ningún aislante térmico o mucho menos con una preparación para poder instalar, ya sea aire acondicionado o lavado. Aunque los primeros es hablar de un lujo, pues Saltillo, no se encuentra dentro del convenio de tarifas de bajo costo de luz, que la CFE, considera para algunas regiones del país en donde el calor es mucho más allá de lo infernal terrenal.
Ya no se sabe con precisión si la culpa total se le debe a la fase más cálida conocida como “El Niño”; fenómeno climatológico que afecta a todo el mundo. Pero tampoco podemos evitar el considerar lo que con el pasar del tiempo Saltillo se ha ido convirtiendo en una ciudad moderna.
El problema de toda ciudad moderna en el mundo en donde manejan un alto nivel de actividades económicas, ya sean comerciales, empresariales o industriales, hacen sus estructuras sociales en donde se necesita una infraestructura. Eso implica tener que construir más carreteras, calles, avenidas, puentes para tener una movilidad más eficiente y obviamente aumento de tráfico.
Muchos factores que hacen todavía más caliente cualquier ciudad en donde anteriormente predominaba la lluvia y el fresco, pues se van reduciendo también su vegetación y considerando otros factores negativos como es la tala clandestina o con permiso de las autoridades para poder hacer más espacio porque la mancha urbana crece y por ende robarle a la fauna y vida vegetal su hábitat que se encuentra en nuestras zonas boscosas cercanas.
Saltillo no había experimentado la canícula como lo vive hoy, sino que era algo muy pasajero sin dejar de ser fresco años atrás. Así que ahora tendrán que cambiar sus costumbres. Como recomendaciones de estar bien hidratado, uso de bloqueadores, así como el cuidado de menores de edad y las personas de la tercera edad que son las víctimas más fáciles de sufrir una deshidratación o cualquiera de los síntomas de un golpe de calor y por último no olvide a sus mascotas que también pueden padecer lo mismo. La duración de la canícula es aproximadamente 40 días, siendo los más peligros del año para todo tipo de vida. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México). www.intersip.org
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