Un reclamo totalmente de hembrismo
Por Guillermo Robles Ramírez
El lunes pasado fue el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, asignado por la ONU en el año 2000 y éste se lleva acabo cada 25 de noviembre.
Aunque en realidad hace 21 años antes de la fecha anterior ya se habían logrado tener herramientas internacionales para erradicar la violencia en género. Y aunque por una parte se ha tenido un gran avance, en muchos países como el nuestro en donde existe legislaciones y leyes que protegen a las mujeres de la violencia doméstica, laboral, física, sexual, psicológica entre otros tipos más de violencias, lo cierto es que aún continúan los crimines hacia este sector de la población.
La asociación global el Grupo del Banco Mundial que trabajan para encontrar la solución para reducir la pobreza generando prosperidad a países en desarrollo revelan información estadística que la violencia de género o contra las mujeres afecta mundialmente a 1 de cada 3 mujeres en su vida, y que el 35 por ciento de ellas han experimentado violencia física y/o sexual con el conyugue; y a nivel mundial el 7 por ciento de las agresiones sexuales pertenecen a alguien que no es su pareja.
Como se puede observar la violencia de género es un tema mundial y no solo de nuestro país, pero hay que admitir a diferencia de otras naciones, que en México sí se está trabajando no solamente desde un marco jurídico, sino también de concientización a la población.
Este pasado lunes los mexicanos fuimos testigos en ver tanto en los medios de comunicación, así también como en las redes sociales la marcha realizada con motivo al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Una marcha en donde realmente se perdió no solamente el motivo, sino su esencia misma y sin un sentido o mensaje de saber en realidad qué se logró con ese movimiento de mujeres.
La incongruencia de la lucha contra la violencia de género en donde agredieron a otras mujeres policías sin que fueran provocadas durante la marcha. Una protesta del siglo medieval en donde usaron antorchas de aquella época. Atacando a ciudadanos arrojándoles cloro y fuego con todo tipo de “spray” con contenido inflamable siendo víctimas de tal agresión quienes por alguna causa se habían quedado varados en medio de esa marcha que termino en un circo lleno de violencia.
Una protesta agresiva de mujeres que sin motivo alguno atacaron principalmente a hombres utilizando inmovilizadores eléctricos, mejor conocido como “chicharras”.
Una marcha en la que se cometieron actos vandálicos dañando monumentos históricos, destrozando propiedad pública y particulares como los comerciantes de esa zona, siendo principalmente todo aquello que representaba vidrio como ventanas o publicidad el objetivo favorito para romper con martillos y palos.
En México se ha confundido el derecho a libre expresión, acompañados con actos de pandillerismo, vandalismo y hasta porque no, de terrorismo; afectando a terceros. En lugar de tener conocimiento de ejercer ese derecho que viene muy claro y detallado en nuestra Carta Magna en el Artículo 6 “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley. El derecho a la información será garantizado por el Estado…” y Artículo 7 “Es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia. Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni exigir fianza a los autores o impresores, no coartar la liberta de imprenta, que no tiene más límites que el respeto a la vida…” Pero ante la vista de todo terminaron por inventar el derecho de la ignorancia.
Sin importar el tipo de manifestación siempre de debe de prevalecer el estado de derecho, pero eso es como pedirle peras al olmo, puesto que el mismísimo Presidente de México, ni siquiera hace valer lo dicho en el Artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce el derecho a la seguridad pública, al establecer que ésta es una función a cargo de la Federación, el Distrito Federal (ahora conocido como CDMX), y los Municipios, que comprende la prevención de los delitos; la investigación y para hacerla efectiva, así como la sanción de las infracciones administrativas en los términos de la ley.
Y también la omisión de los acuerdos emitidos para la regulación del uso de la fuerza pública entre otros más; a cambio de eso Andrés Manuel López Obrador, dice que en su sexenio será abrazos y no balazos, olvidase que la violencia no se trata solamente del crimen organizado y su mensaje ya fue recibida ante este grupo de delincuentes que operaran con impunidad o todo aquel que se lo proponga.
Por todo lo que se pudo observar sobre la “dizque” marcha con motivo al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, así también como todo sus grafitis y pintas de mensajes. Solo dejaron muchos mensajes negativos y una exigencia de venganza de hembrismo en donde están cayendo en lo opuesto de igualdad y no violencia de género, es decir, con qué calidad moral se puede pedir algo así. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org
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