Trump y los republicanos, ganadores de la reforma fiscal
Washington, 2 dic (PL) La reforma fiscal es casi una realidad en Estados Unidos tras la aprobación hoy en el Senado de la medida que los republicanos defienden como beneficiosa y los demócratas consideran un favor a los más ricos.
Varios días de debates y cambios de último minuto fueron necesarios para que el liderazgo del partido rojo en la Cámara alta pudiera garantizar esta madrugada que se avalara su versión del plan tributario, el cual constituye una promesa realizada por el presidente Donald Trump desde la campaña electoral.
Todos los demócratas se opusieron a la normativa, y a ellos se unió Bob Corker, republicano por Tennessee, lo cual llevó a que la legislación pasara con estrecho margen de 51 votos a favor y 49 en contra.
Este es un gran día para el país, expresó en una conferencia de prensa después de las 02:00 hora local el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell.
Según el legislador, ahora tienen la oportunidad de hacer que Estados Unidos sea más competitivo, evitar que los empleos se envíen fuera del país y proporcionar un alivio sustancial para la clase media.
La noticia fue celebrada de inmediato por Trump, quien escribió en su cuenta de Twitter que están un paso más cerca de ofrecer recortes tributarios masivos para familias trabajadoras en toda la nación.
El presidente expresó un agradecimiento especial a McConnell y al titular del Comité de Finanzas de la Cámara alta, Orrin Hatch, ‘por guiar nuestro proyecto de ley a través del Senado. ÂíEsperamos firmar una factura final antes de Navidad!’.
Como la Cámara de Representantes ya aprobó el 16 de noviembre su propia versión de la ley fiscal, miembros de ambos órganos legislativos deberán reunirse en un proceso llamado conferencia para acordar un proyecto común que puedan enviarle al jefe de Estado para su ratificación.
En el caso del proyecto aprobado por el Senado, reduce las tasas impositivas para los individuos, pero solo hasta 2025, y recorta de forma permanente los tributos que deben pagar las corporaciones, los cuales pasan del 35 por ciento actual a un 20 por ciento.
Los recortes de impuestos para las personas son temporales porque ese fue el modo que encontraron de cumplir con las normas presupuestarias, las cuales obligan a que la normativa no puede aumentar el déficit después de 10 años.
Este último es uno de los asuntos más controvertidos de la ley, pues mientras los senadores realizaban una maratónica ronda de debates y votaciones de enmiendas, la Oficina de Presupuesto del Congreso confirmó que habrá un incremento del déficit de 1,4 billones (millones de millones) de dólares en una década.
Corker se convirtió en el único senador en romper con la línea de su partido porque, según expresó en un comunicado, no podía votar por una legislación que podría profundizar la carga de la deuda para las generaciones futuras.
Para defender ese punto controversial, los republicanos han asegurado una y otra vez que la pérdida de ingresos se verá compensada con el crecimiento de la economía, aun cuando diversos análisis sobre el tema contradicen tal previsión.
Un informe publicado el jueves por el no partidista Comité Conjunto sobre Tributación creó gran revuelo al señalar que la legislación solo traerá un ascenso del de 0,8 por ciento del Producto Interno Bruto en los próximos 10 años, una pequeña fracción de lo promovido por sus promotores.
Otro elemento importante de lo avalado este sábado es que se elimina el mandato individual del Obamacare, una pieza clave de esa ley sanitaria porque obliga a tener un seguro médico o correr el riesgo de pagar una multa.
‘Las familias deberían poder tomar decisiones sobre lo que quieren comprar y lo que les funciona, no el gobierno’, estimó al respecto el senador John Barrasso, pero algunos expertos y grupos sanitarios advierten que tal paso tendrá consecuencias negativas como el aumento de las primas.
En sentido general, los demócratas rechazaron la propuesta porque sostienen que beneficia fundamentalmente a las personas de altos ingresos, contrario al argumento de Trump y su fuerza política de que la más favorecida sería la clase media.
Además, temen que el incremento de la deuda lleve a la contracción de servicios sociales como el programa sanitario Medicare.
‘Todas las afirmaciones de que los recortes de impuestos para los ricos y las corporaciones se pagarán por sí mismos no eran correctas. Es hora de que mis amigos republicanos admitan su error y se sinceren con el pueblo estadounidense’, afirmó el líder de la minoría, Charles Schumer.
El partido azul también condenó la falta de transparencia con la que se elaboró el documento de casi 500 páginas, el cual fue publicado solo unas horas antes de la votación, con notas manuscritas en los márgenes y algunas partes tachadas, según fotos que compartieron en las redes sociales.
Ni la premura ni los análisis de organismos independientes que contradicen los cálculos de los promotores de la medida fueron suficientes para evitar que recibiera la luz verde, en lo que algunas fuentes vieron como un intento desesperado por obtener a toda costa una victoria legislativa importante.
Hasta el momento un éxito de este tipo les había sido esquivo a Trump y los republicanos, pese a tener mayoría en las dos cámaras del Capitolio, por lo que el triunfo podría darle respiro y fuerzas a una administración en la cual parecen pesar más las derrotas, los escándalos y las polémicas.
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