Todos coludos o todos rabones

La economía informal, según datos de la Organización Internacional de Empleos, da a conocer que el enemigo que no se ve ante los recaudadores de impuestos de cada nación, es la economía informal que absorbe a la mitad de la población activa a nivel mundial.

El fenómeno de los productos piratas se da en todo el mundo, no siendo un problema exclusivo de México. Nada más para tener una idea, el 65 por ciento de la economía del África está dentro de la informalidad; el 82 por ciento en Asia y el 47 por ciento en Latinoamérica. Su razón de existencia es muy básica, tratándose de una cuestión en el bloque o mundo del capitalismo; a éste se le llama falta de liquidez o como diríamos aquí “andamos bien charros”.

La falsificación de productos ha tenido un incremento representando un 50 por ciento en el comercio mundial, sin perdonar ningún rubro del mercado porque existe desde todo tipo de artículos domésticos, textil, accesorios de todo y para todo, aparatos electrónicos, cosméticos, juguetes, bebidas y medicamentos; siendo éste último uno de los más peligrosos como el de los productos milagrosos que debido a ellos han mandado un centenar de personas al hospital peligrando la vida humana.

Hay quienes opinan que el fenómeno de la piratería es una cuestión de cultura; pero en realidad no hay mexicano alguno que se escape de haber comprado cuando menos alguna vez en su vida algún producto falsificado, ya sea con pleno conocimiento o sin querer.

Las grandes compañías siempre alegarán que es un gran impacto negativo en sus ganancias, debilitando la economía del país y además atenta a un delito fiscal.

Para muchos expertos una manera de asegurar el producto y exigir ante las autoridades que se tiene que registrar la marca, diseño, patentes, derechos de autor para poder proteger la exclusividad contra el uso ilícito de los mismos por parte de quienes se dedican a comercializar con ellos.

Obviamente esto encarece más el producto viéndose reflejado en su costo final al destino del consumidor siendo un impedimento para su posible adquisición por la falta de dinero para comprarlo y más cuando se vive en un país sumergido con una problemática económica por la falta de generadores de trabajo, complejidad en su sistema tributario provocando el cierre mismo de muchas empresas o la migración de otras por la falta de incentivos hacendarios.

Mientras sigamos siendo un país manufacturero y no, uno como productor, creador de nuevas tecnologías o procesos para hacer las cosas, existirá y seguirá en aumento la piratería.

A la falta de incentivos fiscales y complejidad burocrático para la instalación de cualquier empresa, éstas han decidido irse a otras partes del mundo donde sus costos bajos de producción lo hacen más atractivo para poderse instalar, y un ejemplo de ellos es China que su crecimiento se debe a las grandes facilidades e incentivos que tiene allá.

En la ciudad de Torreón, la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (CANAINPA), solicitó a las autoridad correspondiente a que se le dé una solución por la baja de ventas de las panaderías provocadas por los productos “piratas” de aquella localidad, es decir, es el pan casero que muchas amas de casas han tenido que recurrir para tener un ingreso más dentro de sus familias de las que quieren se regulen como cualquier negocio establecido que paga impuestos y permisos.

Es bueno que quieran regular la piratería en el mercado de las panaderías pero primero la CANAINPA debería echar una revisadita si todos sus agremiados cumplen con todos los requisitos que están obligados para poder exigir acabar con el ingreso honesto de muchas amas de casas hacen en la Comarca Lagunera, es decir, si todos los que están registrados en la Cámara Nacional de la Industria Panificadora, cuentan con sus marcas registradas en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, en cada una de las clases que marcan como reglamentación porque no nada más es el registro de marca y logotipo para que puedan mostrar afuera del establecimiento, sino también se tiene que registrar la papelería interna, la de textiles para que puedan usar uniformes con el logotipo, etc.. etc.., y etc.

Por otra parte, también se debe de exigir a todos los socios de la CANAINPA, mostrar el registro de la patente tanto en formulación como en procedimientos para la elaboración del pan, y así podemos enumerar una serie de regulaciones que ni siquiera cuentan con ello.

Ahora bien, para que se hacen tontos si ni siquiera la Cámara Nacional del Comercio en Torreón ha denunciado a todos los comercios establecidos en el centro de la ciudad y que se encuentran de manera informal sin pagar impuestos y aún más el permiso que otorga el ayuntamiento para el uso de suelo de todos los puesteros que se ponen los fines de semana para vender fayuca y productos piratas predominando los chinos.

Eso sería un buen inicio para acabar con la piratería y si queremos un mayor impacto, pues que se pongan a trabajar cerrando todas las fronteras terrestres y marítimas que es donde entran toneladas de productos piratas, aparte de armamento ilegal. Tanto las autoridades como las Cámaras se hacen los ciegos pidiendo y exigiendo justicia cuando ni siquiera ellos cumplen con los requisitos de la totalidad legal tanto local, estatal y federal. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org