Guillermo Robles Ramírez

Superhéroes reales

Por Guillermo Robles Ramírez

            Estuvieron de manteles largos todos los médicos en México, por tratarse en la conmemoración a su día. Aunque en muchas ocasiones me refiero a ellos como “Galeno”, y aunque gramaticalmente esté mal referirse en manera plural, hay quienes coloquialmente lo hacen. Pero al igual que muchos me cuestionan por qué les digo así en lugar de doctor o médico.

            Se les dice así para hacer referencia a Claudio Galeno o Claudius Galenus, nacido entre los años 129 y 130 d.C., en Pérgamo ya que no se sabe con precisión en qué año nació, pero se le reconoce como el médico antiguo más destacado establecido en Roma.

            Y aunque a nivel mundial es celebrado esta profesión el día 3 de diciembre, en nuestro país cada 23 de octubre de 1833, y como referencia al Dr. Valentín Gómez Farías quien inauguró el Establecimiento de Ciencias Médicas en la Ciudad de México, hoy mejor conocido como CDMX, y para rendirle el homenaje en 1937 en la Convención de Sindicatos Médicos Confederados de la Republica haciéndose oficial esta celebración para todos los doctores del país.

            Sin menos preciar al resto de las profesiones, siempre se ha dicho que el médico en México es la carrera en donde están más preparados no solamente porque también es la que toma más años antes de graduarse y obtener la cédula profesional, sino porque dentro de su formación está obligado el tener que hacer un año de internado que viene siendo su práctica con pacientes, obviamente con la supervisión de médicos con más trayectoria.

            Durante este periodo el futuro “Galeno”, reafirma todos sus conocimientos adquiridos durante sus cuatro o cinco años, dependiendo de cada institución educativa, y es precisamente aquí en donde la teoría y la práctica se hacen sinergia con la asistencia en hospitales públicos principalmente o privados, para poder adquirir no solo experiencia sino también es una etapa oportuna en donde estos futuros profesionistas pueden hacer docencia e investigación.

            Después de este tiempo y antes de poder recibir su titulación por decreto presidencial a partir de 1936 se estableció el programa de servicio social obligatorio para los pasantes de medicina en nuestro país, marcando así a cada institución educativa en medicina la formación humanitaria como uno de los puntos más importantes de la carrera de medicina. Es aquí en donde los valores morales y éticos de cada estudiante de esta profesión debe de ser despertado en un sentido responsable y con compromiso social.

            El servicio social tiene como principal punto la asistencia de estos futuros “Galenos”, en brindar durante un año actividades de asistencia, educativas y promoción que permita a una comunidad rural no solo a curar enfermedades sino también en prevenirlas.

            Es de este modo que un médico termina por recibirse en un periodo aproximado entre los siete u ocho años, incluyendo lo que es el internado y servicio social, por ello se dice que los profesionistas mejor preparados ya que cuentan con el conocimiento, la práctica y la investigación.

            En nuestro país el 90 por ciento de los doctores se encuentran con sus estudios totalmente concluidos, es decir, terminados y el 70 por ciento de ellos laboran en instituciones públicas y el resto en hospitales y consultorios particulares, pero sin importar en dónde laboren hay que felicitarlos por estar haciendo esta labor de sanar y salvar vidas humanas siendo muy importante el tener que dejar esos malos hábitos nuevos de querer jugar al médico cada vez que un paciente busca sanarse por medio de la consulta de Google y deje a los profesionales que hagan su trabajo salvando vidas como si fueran superhéroes sin tener poderes de ficción con capas, más que solo la experiencia y conocimiento. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org

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