Guillermo Robles Ramírez

Carencia de seguridad, afecta al turismo

Por Guillermo Robles Ramírez

            Antes de que nuestro país se entrara a un mundo competitivo con el mercado internacional, toda nuestra economía estaba basada en la producción de petróleo y por muchos años especialistas en finanzas y algunos políticos preocupados siempre trataron de buscar la manera para hacer entender al gobierno federal que buscara otra manera de obtener ingresos para no apostarle al oro negro.

            El año 2012 México ocupaba el quinto lugar como uno de los países principales en la producción de petróleo después de Arabia Saudita, Rusia, Estados Unidos, e Irán; sin embargo, en este año ha tenido una caída por encima del 45 por ciento de la producción sin poder dejarlo pasar desapercibo ya que ni siquiera Venezuela y Nigeria han tenido ese impacto tan negativo muy a pesar que tiene peores problemas económicos y políticos.

            Así que dentro de las actividades de mayor ingreso que cuenta México como el sector automotriz, la industria manufacturera de electrónicos, el agrícola, y minería; resulta que el sector del turismo es uno de los principales contribuyentes de ingreso en nuestro país, estando como el segundo más visitado en América y que tiene más de 26 lugares considerados como patrimonios culturales y/o naturales de la humanidad.

            Una de las mayores atracciones de México y favorito por muchos turistas es sin lugar a dudas el clima, sus ruinas antiguas, ciudades coloniales y pueblos mágicos, así como aquellas reservas naturales. Y sin olvidar sus playas como uno de los más hermosos del mundo y mayor atracción no solo por turistas estadounidenses sino europeos.

            Sin embargo, nuestras autoridades han descuidado mucho el tema de seguridad en las principales zonas turísticas de nuestro país afectando no solamente la derrama económica que deja este sector tan noble como es el turismo, sino también acaba con la economía local cuando se hace presente la presencia del crimen organizado en específico el mundo del narcotráfico.

            Un ejemplo de ello está en Acapulco en donde se ha perdido el control y al día de hoy lo único que prevalece ahí es el temor de la misma ciudadanía y por ende al mismo turismo que ha dejado de visitar sus bares o centros nocturnos por la inseguridad que reina en ese sector turístico siendo hasta imposible por parte de los mismos pobladores tener un crecimiento comercial porque ya no soporta las extorciones y no tienen liquidez para poder pagar las cuotas que piden el crimen organizado prefiriendo mejor cerrar el comercio. La diversión de la juventud también se ha visto amenazada que al día de hoy prefieren hacer fiestas en casas y quedarse a dormir ahí ya que salir de noche es un peligro hasta para los mismos taxistas que han preferido hacer un toque de queda no oficial sino ciudadana.

            Pero esta problemática en el sector turístico de las playas no es el único sino ahora también lo está empezando a sufrir las palayas de Cancún e Isla Mujeres cuyos pobladores están preocupados que suceda lo mismo que en Acapulco de continuar la opacidad de las autoridades federales en hacer algo al respecto para evitar que se repita la historia como en las playas de Guerrero.

            Los mismos pobladores “chetumaleños” o “cancunenses”, comentan que cada vez es más común observar cómo el tráfico de droga va en aumento entre los mismos turistas ya que son quienes solicitan la demanda de diferentes productos de estupefacientes para continuar la diversión. El crimen organizado sabe que en los lugares donde hay más turistas estadounidenses y europeos, pero siendo los primeros mencionados son los principales consumidores viendo ahí un gran potencial de consumismo.

            Los habitantes de la Isla Mujeres también se han dado cuenta que con el pasar de los años cada vez observan construcciones en lugares en donde las mismas autoridades tenían prohibido a pobladores de la isla hacer edificaciones y ahora son ocupadas por mansiones ostentosas, así como la construcción de enormes y lujosas mausoleo que como dicen ellos es más que evidente a quienes pertenecen, pero sobre todo haciendo contrastes contra el resto de las humildes tumbas.

            Así es como viven los originarios de las playas de Quintana Roo que no se hayan una explicación el por qué el Gobierno Federal del actual Presidente de México no hace nada al respecto para cuidar y salvar este sector turístico tan importante teniendo sus días contados a que suceda lo mismo que pasó con Acapulco y lo que es peor que suceda en el resto de las playas de México. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org

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