Soportar y callar
Por Guillermo Robles Ramírez
No es propiamente la línea divisoria entre México y EU para quienes partieron del Centroamérica; de hecho, Saltillo está a 400 kilómetros de la frontera; sin embargo, se ha convertido en la trampa mortal de quienes en su travesía tienen que pasar por este lugar.
El desconocimiento en un país ajeno, que presume un poco más de desarrollo de procedencia, obliga a quienes buscan el sueño americano a creer en cualquier persona, incluso en los vigilantes del ferrocarril, quienes han encontrado en los indocumentados un botín que llega por sí solo en los furgones que paradójicamente tiene bajo su resguardo.
Si para las autoridades federales, el tráfico de indocumentados es el negocio más redituable después del crimen organizado del narcotráfico, esa oportunidad no es ajena a quienes operan un servicio de resguardo a los trenes, sin que se vean implicados al argumentar descuido en sus funciones.
Por diferentes fuentes se sabe cómo dentro de la preferencia para acercarse al norte del país, un considerable número de indocumentados arriban al tren desde Chiapas, otros en Veracruz, pero todos ponen su objetivo en San Luis Potosí; de ahí son contabilizados y «fichados» no sin antes cobrarles la respectiva tarifa que oscila entre los 500 y 1500 dólares por persona, solo por hacerse de la vista gorda durante el trayecto.
Lo que antes era un silencio, éstos mismos indocumentados empiezan a buscar gente de opinión para que den conocimiento a las autoridades de los abusos a los que son víctimas, pero envueltos en la incapacidad de hacerlo por su misma situación irregular, se ven a la necesidad de soportar y callar.
La misma mecánica de los que son canalizados a Aguascalientes con la misma metodología de operación; sin embargo, el punto de descanso son los refugios religiosos o casas del migrante que tampoco son exclusivas de Saltillo, porque lo mismo existen en San Luis Potosí, Veracruz, Tabasco y Chiapas y en cada una de ellas se van dejando grupos de indocumentados; de acuerdo al dinero que posean.
En el negocio no solo están los custodios del tren, sino la misma tripulación y son temor a equivocaciones, es una red de tráfico de indocumentados orquestada desde las mismas oficinas del Sistema Ferroviario Mexicano, Transportación Ferroviaria Mexicana y concesionarias.
Cuando menos es una de las hipótesis que sacan las autoridades de migración, ya que consideran muy coincidente como los furgones detienen su marcha en los ejidos fuera de Saltillo, para asegurar a indocumentados que han sido detectados por el servicio de inteligencia de la Migración y los maquinistas detienen su marcha en la entrada de la ciudad, precisamente en un sector que se caracteriza por ser conflictivo y donde ya están esperando al personal de Migración para confundirlos mediante artimañas como la discusión y agresiones verbales mientras se facilita la fuga de los indocumentados.
Este tipo de comportamientos hacen creen que desde el sitio de procedencia de los trenes que vienen o pasan por Saltillo están enterados de la presencia de gente con ilegal estancia en el país y también que son los mismos empleados del Sistema Ferroviario Mexicano, los que están traficando con ellos.
Existen muchas historias de ellos en la casa del migrante, de algunas cabeceras municipales coahuilenses, donde platican aquellos misteriosos casos sin resolver de muertes en las orillas de las vías ferrarías; en las que aseguran de no tratarse de agresiones simples. Y el único argumento simple sobre la explicación de ello es que se cayeron del tren por descuido, por dormitar, o porque se engarrotaron las manos de aferrarse por días a un mismo lugar.
Desgraciadamente en esta región de Coahuila, básicamente en Saltillo y Ramos Arizpe, el respeto a los derechos de los migrantes es letra muerta, no hay respeto por la vida y menos por los extranjeros centroamericanos, así como de otros países como África, y el éxodo masivo de cubanos; en donde a la falta de vigilancia, personal, y presupuesto por parte de la carencia de interés del actual gobierno federal y del próximo porque tendremos más de lo mismo, ahora los mexicanos viven una situación de incertidumbre si quienes vagan en nuestras ciudades son indocumentados con antecedentes penales o sean gente de alta peligrosidad que en su intento de huida de su lugar de origen tienen que pasar en nuestra Entidad. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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