Si no hubiera consumismo, tampoco el clandestinaje
Por Guillermo Robles Ramírez
Hace dos semanas me despertó a las tres de la madrugada del domingo un estallido muy fuerte cerca de la colonia. Después de un rato escuché otro similar, pero era notorio que no provenía del mismo lugar y así hubo varios más como si se tratase de una persecución entre agentes policiacos y algún tiroteo criminal.
Cuando amaneció mi instinto profesional periodístico me obligó a indagar si estaba en lo cierto, ya que no me considero un experto en la materia de la acústica para distinguir entre un estallido de un arma de fuego o bien de un fuego artificial.
Al no encontrar nada de información me acordé que se trataba de una de las temporadas más esperada por todos los mexicanos, es decir, la época de las posadas.
Temporada reconocida por los cantos de los villancicos, los adornos navideños, pero sobre todo por sus posadas en donde no puede faltar aparte de las delicias mexicanas, el “tronadero” de cohetes que cada vez se convierte como en algo esencial en las fiestas navideñas, pero en lo personal considero que en ocasiones en lugar de traer alegría muchas de las veces se convierten en desgracias.
Pese a que se ha prohibido la venta de fuegos pirotécnicos tipo caseros, éstos se siguen haciendo porque entre más grandes y peligrosos resulten, mayor demanda tienen, incentivando la venta ilegal de explosivos.
Las campañas publicitarias por parte de las autoridades, no han logrado penetrar a la conciencia de los ciudadanos en el peligro en el que se exponen ya que la mayor cantidad de accidentes que sucede durante esta época son incendios, muertes, heridos y hasta la pérdida de algunos de sus miembros.
No hace falta leer los periódicos para darnos cuenta de que su venta clandestina se sigue practicando. Solo basta con escucharlos durante toda la época decembrina con motivo de la celebración de la Nochebuena y Navidad.
Su clandestinaje ha llegado a su sofisticación que se tiene como referencia que un punto de venta muy poderosa en las redes sociales en donde se hace el anuncio de varias páginas de Facebook.
Aunque la venta de fuegos pirotécnico caseros fueron prohibidos en toda la república por parte de la SEDENA, y también su restricción para los establecimientos autorizados, es muy difícil lograr el control de éste, pues aun contando con lugares en donde se celebra la feria de juegos pirotécnicos con la dizque autorización y toda seguridad por parte de las autoridades locales, estatales y federales, la continua venta de cohetes clandestinos y peligrosos siguen con el simple escuchar de su tronido en las diferentes colonias de cualquier nivel en cada uno de los 38 municipios de Coahuila.
La sociedad como siempre, se hace de la vista ciega y oídos de sordo a cuanta campaña de prevención de juegos pirotécnicos; sin importarle si se trata de un aviso por parte de las autoridades locales, estatales o federales, quedando demostrado que solamente con la macana se hace y entra la cultura.
El clandestinaje no es exclusivo de Coahuila, sino también entidades donde se sabe que se trabaja este tipo de productos explosivos de manera artesanal, como también en la “capital de la pirotecnia”, en Tultepec ciudad donde se fabrica el ochenta por ciento de los cohetes consumidos en el país, siendo afectadas sus ventas por la crisis económica, es más que obvio que la gente recurrirá al clandestinaje.
El involucramiento de toda la sociedad, medios de comunicación, autoridades estatales y federales, tiene que ser mayor para poder lograr la concientización y sobre todo el Ejército Mexicano habrá que echarle otra piedrita más a su tan pesado compromiso social, teniendo que combatir el problema desde otro ángulo de la ciudadanía como serían pláticas de prevención a las escuelas de educación básica y media.
Las leyes y las normativas siempre han estado ahí para el almacenaje en el hogar, la venta, o cualquier tipo de comercialización de explosivos caseros llámese juegos pirotécnicos o como le quieran mencionar. Pero este problema es como la droga, es decir, si no existe consumismo tampoco habrá clandestinaje. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org
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