San Lorenzo vuelve a su origen
Buenos Aires (PL).- El club San Lorenzo está cada vez mas cerca de recuperar su histórico asentamiento en la Avenida La Plata, corazón del barrio de Boedo, algo que hasta hace poco parecía una utopía.
En sociedades tan futboleras como la argentina, un club no es sólo un grupo de deportistas, una divisa, unos colores. Un club es también sinónimo de una zona, de un barrio.
Especialmente en ciudades como Buenos Aires, los clubes están emparentados directamente con el barrio al que pertenecen, al punto de convertirse casi en la misma cosa.
De esta manera, Boca no podría estar en otro lugar que el puerto de La Boca, Huracán es Parque Patricios… Y San Lorenzo es Boedo, o mejor dicho, siempre fue Boedo.
Desde sus orígenes, San Lorenzo fue fiel a su barrio. Construyó su estadio en la Avenida La Plata, muy cerca del lugar donde tuvo su nacimiento, gracias al cura Lorenzo Maza, al que le debe su nombre.
Sin embargo, en 1979, el club sería despojado de su patrimonio en una maniobra extorsiva, del intendente de facto de la ciudad de Buenos Aires, Osvaldo Cacciatore, quien adujo que en ese lugar debía realizarse la apertura de dos calles.
La presión del intendente de la dictadura cada vez fue mayor, y la dirigencia del club entre amenazada, agobiada en lo económico y con cierta cuota de impericia, terminó entregando el patrimonio a precio vil.
El estadio fue desmontado, pero el reordenamiento urbano nunca ocurrió, y en el predio terminó instalándose un supermercado.
San Lorenzo no solo había perdido un escenario para sus partidos, había perdido parte de su identidad.
Un par de años después, en 1981, profundizaba esta degradación, con el descenso a la segunda división.
Volvió rápido a Primera A, pero lo que más costó fue el hecho de deambular arrendando los estadios de otros clubes para actuar como local.
En 1993 finalmente estrenó su nuevo estadio. Pero había un problema. Estaba fuera del barrio al que pertenece. Entonces un grupo de socios, alzaron la bandera de la vuelta a Boedo.
Ese sueño, ese imposible, esa locura, cada vez fue tomando mayor forma, con los pasos que se fueron dando.
En primer lugar, la ley de «Reparación Histórica» aprobada en la legislatura que reconoce que el club fue despojado de su patrimonio, y de su identidad cultural.
Luego, el fondo de Fideicomiso que posibilita el ahorro del capital necesario para adquirir nuevamente el predio.
Finalmente, un proyecto arquitectónico para aprovechar un espacio físico en donde normalmente no encajaría un estadio moderno.
San Lorenzo camina a paso firme hacia su origen. Nunca como ahora, tan cerca de recuperar su lugar en el mundo, envueltos en la euforia por haber ganado la ansiada Copa Libertadores.
El proyecto ya tiene nombre. El nuevo estadio se llamará Papa Francisco, en honor a su simpatizante más famoso.
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