
Pues, ¿dónde buscan?
Por Guillermo Robles Ramírez
Mientras que no solo en Coahuila, sino en todo el país, suman millones los evasores fiscales, los responsables de buscarlos, encontrarlos y cobrarles, a través de los medios de información llevan años diciendo que “van por los evasores”, pero el padrón de contribuyentes sigue siendo el mismo de siempre.
La administradora, de cualquier entidad federativa de Servicios al Contribuyente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, siempre informan que buscan a propietarios de pequeñas y medianas empresas que operan fuera de la ley.
Asevera que “diariamente” se envía a los inspectores de Hacienda a los mercados y plazas comerciales en busca de negocios que no pagan impuestos, manifestando que a esos evasores se les aplican multas de entre 1 mil 160 y 44 mil 790 pesos mexicanos.
Aquellos causantes que llevan años y años pagando religiosamente sus impuestos, se preguntan ¿pues dónde buscan a esos evasores?, inquietud en la que justamente tienen mucha razón, pues no se ven avances, ya que los que pagan al fisco desde hace años siguen siendo los mismos de siempre. Es decir, el padrón oficial de causantes no sube y para ser más explícitos no se abre el abanico para que la carga sea entre más y no se sienta lo pesado con tantos impuestos que además de crear nuevos, a los actuales se les eleva la tasa, resultando cada vez más insoportable el peso para los que siempre pagan sus contribuciones sostener todo el aparato del gobierno central o federal.
Los anuncios similares a los que hacen funcionarios hacendarios en las diferentes entidades federativas del país son las que hacen el mismísimo Poder Ejecutivo, aunque no se ven resultados representado en dinero en las arcas del SAT.
No hay centro o plaza comercial de Saltillo, Torreón, Monclova, Sabinas, Nueva Rosita y otras ciudades de regular población, en donde de cada diez dos o tres, cuando menos, no entregan factura o comprobante fiscal.
Además de aquellas ventas que se realizan en redes sociales, pero sobre todo en grupos de WhatsApp, hacen más difícil y complicada la tarea de poder fiscalizarlos porque el punto de encuentro para hacer la transacción de la venta de productos o servicios carecen de un domicilio fiscal. Suelen ser en estacionamientos públicos o centros comerciales, así como tiendas departamentales. Aunque también existen aquellos servicios realizados directamente en el lugar a donde han sido contratados, como en salones de fiestas, jardines, etc., en donde usualmente se trata de fiestas, quinceaños, bodas, entre otros más.
Las denuncias ciudadanas por evasión fiscal, no funcionan porque cuando se acude a las oficinas de Hacienda o bien telefónicamente los afectados se les dice que esa queja corresponde hacerla en las oficinas de la Procuraduría Federal del Consumidor, sirviendo esto como argumento dizque justificado para aventar la protesta a una dependencia a la que al menos las víctimas de los evasores fiscales, estiman improcedente, pues no es una denuncia por la prestación de un servicio, sino por delito fiscal al no dar factura con el RCF que muchos compradores lo exigen para deducirlos a gasto de su o sus empresas o bien para tener un documento con validez legal para cualquier aclaración, reclamo o en el peor de los casos tener que realizar una demanda civil o mercantil por incumpliendo.
Por otra parte, existe una pereza muy bien justificada por parte del consumidor de no estar pelando una factura y conformarse con un simple papel de esos bloques que venden con fecha y lugar donde se anota lo comprado y eso, es ya demasiado, pero sin el nombre del negocio y menos desglosado el IVA. Una flojera, reiterando por parte del consumidor porque es mucha discusión y burocracia en el caso de hacerlo de manera correcta como dice las autoridades hacendarias que se debe de hacer, pero que al final no funciona y comprador se desmotiva por la sencilla razón de saber que no será deducible diciendo: “… ¿Y para qué peleo una factura si hacienda no me lo hace deducible de impuestos?”.
Por tanto, a esos inspectores de Hacienda hay que preguntarles dónde buscan a esos evasores, porque los compradores siguen sufriendo la impunidad que se da a quienes tienen años y años sin pagar. Además de que otra de las realidades es que no existe personal suficiente como para estar haciendo la búsqueda de manera presencial. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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