Guillermo Robles Ramírez

Por una u otra

Por Guillermo Robles Ramírez

Coahuila, como otros Estados del País, es un productor de carne de res y de la buena. Aunque generalmente este producto no llega a manos de los que menos tienen y cuando llega es la carne “guarachuda”, pellejos, el tipo suela, etc., es decir, cara y mala.

Bueno, si antes, aunque mala y cara llegaba la carne a los más desprotegidos, ahora ni cara ni mala. Aun cuando México tiene algunos años en donde no se cobra aranceles a la importación proveniente de los Estados Unidos.

Y el problema viene desde el 2004, cuando la exportación de carne de nuestro vecino del norte se vio afectada con la enfermedad conocida “vacas locas”, afectando más del 70 por ciento de su comercio hacia nuestro país, viéndose obligado a tener que sacrificar miles y miles de reses.

Dicha enfermedad abreviada como EEB, que significa encefalopatía espongiforme bovina, afectando al cerebro de estos animales de granja, se les conoció popularmente como “la enfermedad de las vacas locas”, algo que pasó 18 años atrás, solo han podido levantar su exportación solo un 14 por ciento.

Todo esto viene a colación, ya que México está enfrentando una crisis no solo alimenticia, sino en el bolsillo de cada uno de los mexicanos, puesto que era obvio que subiera la canasta básica, al igual que el resto de los productos y servicios con el incremento del salario mínimo que se ha venido manejando año tras año, algo que economistas ya habían pronosticado como un error del Gobierno Federal, ya que no hay inversión pública, así como la eliminación de programas sociales.

El fomento por parte de las autoridades federales para que los mexicanos puedan consumir carne importada, ya sea de Estados Unidos, Inglaterra y Europa, representa un gran peligro, puesto que lo que representa la Unión Europea y otros países han regresado desde hace algún tiempo alimentar al ganado con harinas de origen animal entre otras cosas más, algo que veinte años atrás ya se había prohibido, por ende un peligro tanto para el riesgo de animales, el regreso de las “vacas locas” y humanos.

En el caso de Coahuila no representa un problema, ya que como se había mencionado anteriormente, cuenta con excelente carne y sobre todo la revalidación de la Organización Mundial de Sanidad Animal en prevención contra la enfermedad de las vacas locas, algo que no se puede opinar lo mismo con Estados Unidos y la Unión Europea porque continúan registrándose casos “aislados” de infección de la EEB.

Pero lamentablemente la vida encarecida en nuestro país, representa un lujo quienes pueden comprar carne de res, puerco, pollo y pescado. Total, que la carne no llega a los desprotegidos cuando no es por una, es por otra razón o circunstancia, pero la verdad que pa’ mala suerte no tienen los fregados.

Antes del problema de las “vacas locas” y que el mercado ganadero favorecía a los güeros del norte, por consecuencia, tenían apergollados a los ganaderos coahuilenses a quienes no les compraban y lo poco, le ponían demasiadas trabas, algunos grupos de ganaderos de la Carbonífera y el Norte de Coahuila anunciaron que se les estaba obligando a vender en la vía pública la carne de sus reses a precios muy bajos, al menos para que la gente pobre pudiera comerla algún día y para no desperdiciarla.

De aquello, todo se olvidó y volvemos a los tiempos normales, si la carne mexicana y en particular de Coahuila era cara, ahora está peor por el sobreprecio que ha alcanzado, pues a los ganaderos mexicanos les está comprando los Estados Unidos, aunque existen restricciones y condiciones muy bajas para cierto tipo de reses.

En fin, cuando no llueve, llovizna y una vez más, lo que no extraña, los pobres seguirán en vigilia por cuanto hace a carne, aunque sea “guarachura”, pellejos y correosa. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

Deja un comentario