Por eso andamos, ……

Por Guillermo Robles Ramírez

Algunas de nuestras instituciones oficiales, confrontan un total desorden provocando problemas muy graves a sus clientes y derechohabientes, como es el caso del Instituto Mexicano del Seguro Social, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, y en el Servicio de Administración Tributaria (SAT), en donde un simple dedazo al sistema o falla en sus plataformas digitales y servidores de almacenaje, desaparecen los expedientes, siendo más recurrente en el SAT, en donde pagos realizados por el contribuyente desaparecen, aun cuando se cuente con el Acuse de Recibido digitalmente.

Y aun cuando se haga la aclaración que puede tardar no días sino hasta una o dos semanas, pero por lo pronto el contribuyente es castigado ante la omisión de la misma autoridad con una Opinión de Cumplimiento negativo.

Lo anterior solo hablando de esa dependencia, ya que para las dos primeras mencionadas con anterioridad, es peor porque los trabajadores se les pulverizan pagos de cuotas de años y le dejan la carga de comprobar al trabajador o pretenden que el asalariado vaya a la fuente de trabajo a reclamar, cuando en ocasiones esas empresas se encuentran cerradas, o no están obligados a entregar documentos o comprobantes que en su momento ya hicieron. Pero también existen casos en donde las personas buscaron otra fuente de trabajo del lugar donde radicaban anteriormente.

Por lo que se refiere al Seguro Social, independientemente de que no hay personal amable y cortés que tenga la disponibilidad de orientar en sus dudas y aclaraciones a los derechohabientes que en ocasiones buscan recibir un beneficio del IMSS de acuerdo a los derechos que tienen por haber pagado sus cuotas durante el tiempo que estuvieron activos, no reciben ningún apoyo ni orientación y generalmente son despachados con un, “no aparece en nuestro sistema”, y enseguida piden se haga a un lado de la ventanilla para dar espacio al que sigue, dejando con la palabra en la boca y sin contestar las preguntas que hace ese derecho habiente.

En el INFONAVIT, no curten mal las rancheras, pues igual, los expedientes no aparecen por más datos que se les haga llegar y la pregunta obligada: ¿a dónde van a parar los recursos económicos producto de las cuotas que pagan los trabajadores y que en muchas de las veces no son reclamados porque el interesado no sabe canalizar sus exigencias y tampoco se le orienta?

La institución que más dolores de cabeza da a los causantes, es precisamente Hacienda en donde todo se le tiene que hacer, porque ellos, los hijos de Lolita, no se quieren molestar para nada, es decir, en todos los casos trabajan con la mesa servida en donde el contribuyente cautivo entrega toda la información alimentando al mismo sistema del SAT, que de acuerdo a los algoritmos del programa solo determinan el cumplimiento aunque el causante tenga que hacer sus propias aclaraciones alimentando al sistema con las declaraciones que con anterioridad había cumplido en tiempo y forma.  Este método ha dado como resultado que sean más los que evadan impuestos que los que están en el padrón de causantes, porque el comercio informal sabe que no hay autoridad que los obliguen a pagar impuestos cuando todo se maneja en efectivo y sin el uso de los instrumentos bancarios.

Bien dicen, que por eso estamos como estamos, pues con sistemas en los que las instituciones no asumen su obligación y responsabilidad, jamás podremos avanzar y por eso, somos de los países con más baja recaudación fiscal per cápita y de nada sirve que se tengan instituciones como el INFONAVIT y el IMSS, si la atención a los derechohabientes anda por los suelos.  (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

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