Obama en busca de un difícil legado en París
La Habana, 28 nov (PL) El presidente Barack Obama viajará a la Cumbre del Clima (C0P21) en París con la idea de cimentar su legado sobre el cambio climático.
Obama llegará mañana domingo a la capital fracesa con la promesa de reducir para 2025 las emisiones estadoundenses de gases de efecto invernadero entre 26 y 28 por ciento respecto a los niveles de 2005, algo que sus opositores desafían.
Luego de convertir el tema en una prioridad en su segundo mandato en la Casa Blanca y enfrentar una fuerte oposición de los republicanos, el mandatario no desperdició oportunidades en el plano interno para alegrar a los ambientalistas, que se oponen a todo lo que sea contaminación.
Durante su participación en el evento el lunes y el martes, Obama no explicará que pasará con el casi 70 por ciento de los gases que producen la industria del carbón, los millones de autos que ruedan en su país y sus centrales eléctricas, entre otros.
La idea estadounidense de disminuir sus emisiones al parecer es un ambicioso acuerdo para frenar el calentamiento global pero, en la práctica, no responde a las preocupaciones de millones de personas en el mundo que ven el trastorno climático como un desafío a su existencia.
Aunque la Casa Blanca se quedó corta en lo que se considera un ideal universal, la administración del primer presidente negro del país enfrenta una recia oposición de los republicanos, quienes niegan las afirmaciones de los científicos de que los gases son el principal ataque al ambiente.
En agosto pasado, el mandatario dio a conocer una iniciativa para buscar que el país en 2030 limite 32 por ciento las emisiones de carbono de las centrales termoeléctricas respecto a los niveles de 2005, algo que tratan de bloquear gobiernos de 24 estados que dependen de la industria de carbón.
La próxima semana los legisladores de la Cámara de Representantes abordarán el asunto y probablemente intenten aprobar una serie de iniciativas para socavar el plan del presidente.
Después de dos décadas de conversaciones que no lograron frenar el ritmo del calentamiento global, se espera que los negociadores de casi 200 países en París y antes del 11 de diciembre, cuando debe concluir el evento, firmen un acuerdo y tomar medidas concretas para reducir las emisiones.
Aunque esto es considerado un progreso, en la práctica solo será una pequeña cura a los problemas que enfrenta el mundo, ya que los negociadores en la capital francesa no estarán discutiendo un plan que cumpla el objetivo declarado de limitar el aumento de la temperatura global a un nivel razonablemente seguro.
Según fuentes vinculadas al cónclave, pese a los avances, no se fijará un límite total a los gases de efecto invernadero como una manera de lograr ese objetivo ni se fijarán cuotas que asignen las emisiones de manera justa, lo que indica que los países más desarrollados seguirán siendo los mayores contaminadores en detrimento de las naciones más pobres.
Peor aun, los científicos advierten que hay tanto carbono que la atmósfera no puede absorber que el planeta se encamina a convertirse en inhabitable.
Los políticos, incluyendo a Obama, descartan que sean fijadas cuotas o un presupuesto de carbono que pueden emitir los países, algo que por otra parte sería lesivo para aquellas naciones que no producen grandes cantidades de contaminantes.
Según un comentario que publica hoy el diario The New York Times el solo hecho de que esta idea sea analizada en París pondría de relieve las desigualdades mundiales en la crisis climática.
Agrega que aunque Europa, Estados Unidos y China ofrezcan compromisos de reducción de emisiones como nunca antes, ellos utilizarían el espacio restante para las emisiones en la atmósfera, dejando poco para los otros cinco mil millones de personas en el planeta o sus descendientes.
Acentúa la publicación que para cambiar esa ecuación, los mayores contaminantes tendrían que comprometerse a reducir sus emisiones a tasas que serían difíciles de lograr, potencialmente perjudiciales para sus economías y políticamente poco realistas.
En esa injusticia climática los países pobres serían los primeros en la fila para sufrir las consecuencias, al no tener mucha capacidad de protegerse a sí mismos. Por lo ponto, la C0P21 pudiera producir un legado poco creíble para Obama pese a que lo que ofrece es duramente criticado por los republicanos estadounidenses.
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