No hay que ser tan celosos

Por Guillermo Robles Ramírez

En las familias cuando hay más de dos hijos por lo general los padres tratan de repartir el amor, cubrir sus necesidades, escucharlos, protegerlos, guiarlos, etc., todo en partes iguales para evitar el celo de uno con el otro, o clásico favoritismo de uno de los padres que recae en cualquiera de los hijos.

Es difícil adivinar cómo podrá ser la reacción de algunos de ellos ya que para muchos padres a su buen criterio destina el tiempo y atención a cada uno de ellos en la creencia que pudiera ser lo mejor e igualdad, pero como no existe una fórmula secreta o escuela que te enseñe eso.

La mayor parte de la guía viene de un principio de sentido común, por mencionar si uno de ellos tiene zapatos nuevos y el otro ya tiene un agujero o que ya hablan solos al momento de caminar, pues es obvio que hay que comprarle unos nuevos teniendo que esperar el otro hermanito a que se justifique unos nuevos.

Por lo general estos episodios son comunes sobre todo en familias muy numerosas en la cual se tiene que planificar y distribuir la economía entre cada uno de las necesidades que va pasando cada uno de los integrantes del hogar.

La emoción humana siempre reacciona distintivamente como lo tenemos planeado, y muchas de las veces lo que se considera como algo justo puede ser injusto ante los ojos del otro.

Es de ahí de donde una aparente injusticia, dependiendo de la óptica de quien lo diga empieza a nacer el celo, entre los integrantes de la familia en la cual surgen las envidias, y la creencia del favoritismo entre los hermanos o hermanas, cuando en realidad no son así como se piensa, creándose entre ellos una serie de telarañas y un constante reclamo del por qué a mi hermanito o hermanita recibe más, etc., siendo muy común escuchar esto dentro de muchos hogares.

Éste mismo escenario se vive dentro de nuestra entidad, en donde municipios como el de Torreón, siente que a Saltillo, se le ha destinado más dinero en obras viales, puentes e infraestructura para el comercio.

Es difícil poder cuantificar la equidad en obras, porque existen muchas de ellas que no se ven, es decir, aquellas que no están a primera vista como son el drenaje pluvial o simplemente aquellas que benefician más, a sectores marginados que son las de servicio social.

Ese mismo celo que tienen quienes viven en la ciudad de Torreón, se la llegué a comentar a un ex gobernador coahuilense, quien me respondió sin recovecos, sin palabras rebuscadas, y con una sencillez; pidió que se quitaran de la mente ese sentir de favoritismo hacia Saltillo; con esas palabras, hay que quitarse las telarañas de la cabeza al pensar de esa manera.

Es difícil cubrir al 100 por ciento las carencias de los 38 municipios, habiendo necesidad de reflexionar que en la ciudad donde vive cada uno de nosotros no es el eje del universo porque existen municipios chiquitos como Candela, Villa Unión, Nava, Zaragoza, San Buenaventura, Hidalgo y otros más que tienen también el reclamo de obras y muchas de ellas son básicas. Solo por mencionar uno son aquellas pequeñas poblaciones que demandan desde hace muchos años, se les construya el tramo o extensión para quedar incorporadas a las carreteras federales.

Aquellos quienes viajan en carretera, son esas comunidades que se ven en las orillas de esas mismas carreteras o autopistas y que solo tienen de extensión unas cuantas cuadras, y se logra visualizar pura tierra, una escuela, una iglesia, la tiendita y la vulcanizadora. Y que por alguna razón inexplicable o injustificable el Gobierno Federal, nunca pensó en hacerles un tramo de carretera para su acceso y salida.

Tampoco aquellas cabeceras municipales de Coahuila, consideradas de mayor población urbana, no le dan tanta importancia la carencia que puede tener una bomba de agua para alguna noria, como lo que pasa en las zonas rurales.

Siempre volteamos hacia arriba y por qué no voltear hacia abajo; aquellos quienes tienen menos presupuesto para salir adelante, teniendo la necesidad de que un gobernador, distribuya los recursos con el resto de nuestros hermanos munícipes que les hace más falta, como un centro de salud estatal como las que  hay en la actualidad porque de acuerdo al Gobierno Federal no se puede mandar construir un Centro de Salud o una unidad del Seguro Social hasta que no cumpla con cierta cantidad de pobladores, es así que se deja desprotegido en cuanto a salud a muchas comunidades ejidales y municipios chiquitos porque no logran cumplir con ese requisito.

Si no se reparte de manera proporcional a los 38 municipios de Coahuila, yo les pregunto a mis paisanos laguneros; ¿cómo se lograra salir de la marginación estatal si uno se queda atrás?. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva) www.intersip.org

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