El Sendero de los iluminados: «Principios del Estoicismo»
Por Alan Prado
El estoicismo defiende que todo está interconectado, propone vivir según la razón, aceptar lo que el destino depare y tratar de eliminar las emociones negativas, como el miedo y el odio, para desarrollar emociones positivas (amor y alegría), y no inmutarse ante la ausencia de deseo y miedo, se llama ataraxia. Porque la verdadera felicidad depende de cada uno de nosotros.
Crisipo de Solos, Epicteto y el emperador Marco Aurelio, que dejó para la historia la obra de «Meditaciones», estuvieron entre los estoicos más relevantes de aquella época. Dos mil años después, esta forma de entender la vida a regresado para agradar a las sociedades actuales. Quizás sea precisamente porque estamos rodeados de cosas que no podemos controlar y debemos aceptar lo que sí podemos controlar: nuestras acciones y pensamientos.
Muchos de los principios del estoicismo siguen siendo útiles en nuestro mundo. Por un lado, responden a la eterna búsqueda de sentido y por otro, ayudan a aportar coherencia a cualquier ámbito de la vida.
“Nuestro mundo humano compartido es creado en gran medida por el nivel de conciencia que llamamos mente. Incluso dentro del mundo humano común hay grandes diferencias, muchos «inframundos» [niveles] diferentes, dependiendo de quién percibe o crea sus respectivos mundos».
Dado que todos los mundos están interconectados, cuando la conciencia humana colectiva se transforme, la naturaleza y el mundo animal reflejarán esta transformación. De ahí́ la frase de la Biblia que dice que en los tiempos venideros ‘El león descansará con el cordero’. Esto señala la posibilidad de un orden de realidad completamente diferente”.
«El pensamiento dibuja una idea, forma y una imagen mental; la imagen mental impulsa al hombre al acto; El acto es el origen del hábito; la repetición del acto forma el carácter y el carácter es el padre de la voluntad».
«Necesitamos muy poco. Tenemos mucho más de lo que necesitamos, hacemos y decimos más de lo necesario. Sería bueno cuestionarnos esto, dispondríamos de más tiempo para lo que sí es esencial y de más tranquilidad. Elimina lo que no sea necesario.»
La felicidad no tiene nada que ver con el triunfo; la felicidad no tiene que ver con la ambición; la felicidad no tiene nada que ver con el dinero, ni el poder ni el prestigio. la felicidad esta relacionada con tu conciencia, no con tu carácter.La felicidad se da cuando encajas en tu vida, cuando encajas armoniosamente que hagas lo que hagas te proporcionara alegría, si amas tu trabajo, tu forma de vida, si eres conciente, meditativo, cuando no te distraen otra clase de placeres, como el dinero, el poder, el prestigio, o el sexo.
En cuanto vez prestigio o respetabilidad, dejas de ser tu, te olvidas de todo, te olvidas de los valores intrínsecos de tu vida, tu felicidad, tu alegría, tu gozo. Siempre eliges algo externo y lo cambias por algo interno, lo externo gana y lo interno pierde.
¿Pero qué harás? Aunque tengas el mundo entero a tus pies pero te perdiste a ti mismo, aunque hayas conquistado toda la riqueza del mundo y hayas perdido tu tesoro interior, ¿qué harás con todas esas riquezas?
Consideras felicidad a eso?
Es cuestión de elección, sólo sé valiente, sé audaz, ¿a qué más puedes apostar? sólo tu infelicidad. La única alegría que tenemos es hablar de ello, observar a la gente hablar de sus tragedias; se aferran a lo único que saben que es su desgracia y tienen miedo de perderlo. La felicidad es lo primero, la alegría es lo primero, actitud festiva, filosofía positiva, asumir la responsabilidad de tu vida, avanzar en la dirección correcta. Si te das cuenta de que no eres feliz siguiendo una determinada forma de vida y todas las viejas tradiciones dicen que estás equivocado, yo diría que lo que está mal es esa forma de vida que has aprendido, el cuerpo que has llevado y aceptado como tuyo.
«No olvides que nadie puede decidir por ti, todos sus mandamientos y toda su moralidad simplemente te hacen inútil.»
Alan Prado (AMEP 11:11)
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