No dejamos de ser depredadores

Como si se tratase de una película de ciencia ficción en donde aquellos fenómenos meteorológicos que solamente eran posible en las salas cinematográficas, fue lo que sucedió el jueves de la semana pasada con el anunciado huracán más peligroso para Jalisco desde hace 50 años, “Patricia” que de una categoría dos brincó en cuestión de horas a una de cuatro y para la madrugada del viernes a categoría cinco. “Patricia”, considerado hasta el momento el más peligroso y grande en toda la historia de nuestro país no solo en la costa del pacífico sino al parecer registrado en el mundo.

Lo que sucede en las películas sobre temáticas de lo mismo en donde no solo el catástrofe de una ciudad se ve en su paso, sino también hasta el fin del mundo realmente no están alejadas a la realidad y en cada caso siempre se deja claro que los únicos culpables es el mismo ser humano, pero lo que son los efectos cinematográficos y hasta los actores causan la miopía entre los espectadores haciendo a un lado el mensaje que pudiera tener el trama.

Así que no debe de extrañarnos fenómenos como el huracán “Patricia”, si lo hemos visto sus manifestaciones en diferentes partes del mundo como localidades en donde nunca habían visto una lluvia de granizo se ha publicado en las diferentes redes sociales.

Se nos olvida que nuestro planeta es un ser viviente, no es simplemente una cosa en la que estamos parados. A su estilo, la Tierra se limpia sola, como nos limpiamos nosotros al bañarnos. Por ejemplo, se irriga sola con las lluvias. Hace aparecer y desaparecer pedazos de terreno y modifica el ecosistema cada varios de cientos de años.

Así que los humanos, con todo y que hemos logrado conocerla bien, en realidad somos una plaga. Es falso que seamos seres razonables, pues nuestro comportamiento antiecológico se asemeja más bien al de los virus, que son los únicos seres que destruyen su hábitat hasta matarlo.

La tierra, un día, nos verá como una plaga y se va limpiar de nosotros, como lo estamos viendo en los últimos sucesos alrededor del mundo; inexplicables huracanes, trombas, granizo, heladas, diluvios, terremotos, sequías, o cualquier fenómeno natural están sucediendo en lugares geográficos de población donde era imposible o hasta descartado que fuera a suceder; es como si la misma Tierra, estuviera ya reclamando o limpiándose de la plaga del ser más inteligente que habita en el planeta azul, es decir, el ser humano.

No hay que ir al otro extremo del planeta para describirlo sino también si hacemos memoria en nuestra propia entidad, es decir, en Coahuila, en la cabecera municipal de Torreón, está el caso del Río Nazas, de cómo es que se tiran desechos industriales y cómo es que éstos pueden llegar a contaminar el agua que toman los laguneros. Quizá esta sea uno de los ciclos de la naturaleza para deshacerse de nosotros que después de dos décadas cobró vida sorpresivamente y en donde alguna vez hubo agua nuevamente la naturaleza obligó al hombre a tener que liberarla de la presa para no causar una desgracia cobrando nuevamente su cauce como una manera de recordatorio en donde nos estaba diciendo que cuidáramos el medio ambiente.

Por otro lado, ha quedado plasmado en la historia de los medios, ya sea por la prensa escrita o electrónicos, de cómo la actividad carbonífera ha dado al traste con el río Sabinas, Coahuila, también se han presentado casos bien recordados como la catástrofe de la presencia de arsénico en el agua de Torreón, la tala de bosque de Arteaga, el maltrato a la mariposa Monarca o la muerte de peces en las presas, el riego de resecar el área protegida de Cuatro Ciénegas o la sobreexplotación de los mantos acuíferos.

La actuación del hombre sobre el medio ambiente da para mucho tema y crítica para cualquier medio de comunicación. Pero la pregunta es: ¿Estamos obteniendo una enseñanza de todo esto? Creemos que sí. El problema es que, como toda evolución social, se da muy lentamente. Esperemos que la depredación de hoy en día no alcance a terminar lo que tenemos antes de que nos caiga el veinte.

En este aprendizaje se necesitan varias piezas fundamentales. Lecciones fuertes que perturben nuestra vida y que obliguen a tomar medidas serias. Necesitamos aprender a utilizar sustentablemente nuestro entorno, aprovechar el ambiente no implica acabar con él.

En lo dicho, podemos depredar el planeta, pero lo que éste no nos va tolerar, es que nunca aprendamos algo de esta depredación. Quien tropieza dos veces con la misma piedra, no merece seguir por su camino. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

Deja un comentario