Ni ellos ni nadie
Por Guillermo Robles Ramírez
Los arroyos de Coahuila, son además de una vergüenza, un asco, pues se encuentran convertidos en basureros particulares de decenas de fraccionamientos regulares y asentamientos irregulares al depositar ahí sus aguas negras y sirviendo igual a industrias que a empresas constructoras de traspatios de sus desperdicios.
A lo anterior hay que agregar la oportunidad que aprovechan, unos por necesidad y otros por vivales, para ocupar con viviendas las orillas de los arroyos, corriendo los riesgos consiguientes en temporadas de lluvia, para luego con dinero de los Municipios y el Estado darles a los damnificados, cobija, comida y en muchos de los casos vivienda nueva.
La Comisión Nacional de Aguas, dependencia manejada por el gobierno del centro y supuesta responsable de cuidar la no invasión, la no contaminación, la no ensuciar y la no de muchas cosas indebidas que no deben cometerse en los arroyos y sus terrenos ribereños, nada hace, pero además, se niega a darlos en custodia a los Municipios o Estado para que ellos se encarguen de implementar las medidas y acciones suficientes para regenerar esas áreas y convertirlas en muchos de los casos en recreativas y de esparcimiento, también para impedir asentamientos irregulares y evitar su contaminación principalmente por criminales fraccionadores de elegantes y futuras colonias, pues con toda impunidad canalizan las descargas de los drenajes de sus fraccionamientos a los arroyos que colindan con sus negocios.
Ni ellos, los de CONAGUA, hacen o al menos intentan algo por impedir se sigan contaminando los arroyos de las distintas regiones de Coahuila, pero tampoco permite que terceras personas lo hagan. A ese grado llega la irresponsabilidad de la Comisión Nacional de Aguas que se enriquece, aunque jamás dice en qué se aplican las millonarias cantidades que en cada Estado cobra por derechos de uso y aprovechamiento de las aguas de ríos, arroyos, acequias, canales y, además, por la explotación de pozos de agua subterránea.
Algunos municipios de Coahuila, entre ellos el de Saltillo, ha pedido formalmente a CONAGUA le ceda en custodia los arroyos que cruzan por distintos rumbos de la ciudad a fin de que con programas específicos regenerar sus áreas verdes que cada día presentan deplorable estado por los abusos que comete la gente al convertirlos en tiraderos de todo y por todo.
Y ante la apatía e indiferencia de CONAGUA y a su actitud de no hacer de ellos ni permitir que alguien más intervenga, cada vez es mayor la invasión de las orillas de sus arroyos en la construcción de improvisadas casas cuyas familias ocupantes se exponen demasiado con los excesos de lluvias.
Por ahora, no queda ni hay otro camino más que el de seguir tolerando el centralismo que se vive en el país, pese a las famosas y pregonadas reformas constitucionales para que los Estados y Municipios sigan siendo más libres, soberanos y autónomos, aunque sea de palabra. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org
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