A tiro de piedra: Mara, gobernadora
Tras un recuento electoral, sólo importa quién es el ganador.
Todos los demás son perdedores
Winston Churchill
Por Julian Santiesteban
La columna y su título no intentan redundar sobre lo que por estos momentos debe ser de conocimiento del lector; es decir, circunscribirse únicamente al resultado de la jornada electoral de este 05 de junio puede resultar sin sentido, no sólo por la amplia difusión, sino porque la proyección de más de un centenar de encuestas siempre fue la misma: Morena y sus aliados ganarían la mayoría de las seis entidades federativas que estuvieron en disputa este domingo. Ahora corresponde abundar sobre el contexto de la transición y las condiciones iniciales de la próxima administración.
Aunque sus indicadores han sido fluctuantes, la carga más pesada para la entidad es la deuda pública, las más recientes mediciones del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) indican que la administración de Carlos Joaquín González logró reducirla en un punto porcentual de su Producto Interno Bruto (PIB), lo cual representa más de tres mil millones de pesos. Eso implica que la entidad estará acotada para el endeudamiento de largo plazo. El dato rescatable es que la administración saliente liquidó, hace apenas una semana, la deuda de corto plazo, por lo que Mara Lezama Espinosa, primera mujer gobernadora de Quintana Roo, podrá echar mano de ese y, casi, sólo de ese mecanismo para mantener a flote su gobierno.
En materia de seguridad la cosa no es mejor, y aunque también indicadores comparados de los últimos tres años dan la apariencia de que hubo una mejoría estadística, la criminalidad creció como nunca antes, a pesar de que en el presente gobierno estatal destinó los presupuestos más elevados de la historia para ese rubro. Ciertamente, la escalada criminal tiene su origen en la permisibilidad y colusión de gobiernos anteriores. El crimen no es “huevo” que se incube en un solo sexenio, aunque sin duda, yerros como mantener a toda costa estrategias que no dieron muestras tangibles de avance y mandos policiacos cuestionados, abonaron al tema. La lección entonces radica, para el próximo gobierno, que no es en la renta de patrullas, de cámaras, de compra permanente de “software” y capacitaciones que no se acreditan, en donde se encontrarán las soluciones reales, como tampoco en mantener a los personajes en cuestión. El combate al crimen no es tarea que se realice en lo individual y sin coordinación, menos aun pensando en designaciones locales como si de una agencia de colocaciones se tratase. Es hora de voltear a las instancias nacionales, no porque allá estén mejor, sino para no estar peor.
En lo económico, faltará hacer efectiva la diversificación, la reconciliación con el sector hotelero que ha argumentado que, lo que tributan, se sigue utilizando discrecionalmente por el gobierno en turno, sin que la infraestructura o promoción mejoren. Debera hacerse efectiva la unión sur-norte en materia de intercambio de mercancías. Los hombres y mujeres del campo esperan que las promesas de campaña se tornen en realidades específicas, beneficios tangibles y con ello un futuro más asegurado y mejor construido.
A la par, Mara, la gobernadora, deberá ser capaz de transitar con gobernabilidad y gobernanza; es decir, mantener las circunstancias para que su administración fluya y no haya pretexto para no cumplir, pero además hacerlo posible con la participación de los ciudadanos que habitan la entidad, que sean ellos los que den curso también a las acciones y políticas públicas. Ser en suma, lo que la 4T prometió y que, en estricta objetividad, no ha sido en prácticamente todo el país.
Morena y sus aliados gobernarán, antes de que concluya 2022, tres cuartas partes de las entidades federativas de este país. Mara Lezama Espinosa, será, efectivamente, la primera mujer en gobernar Quintana Roo, pero pasar a la historia con la certeza de cumplir, requerirá mucho más que eso. Así que, el objetivo estará, a partir del 25 de septiembre, aun por cumplirse, las elecciones no son un fin en sí mismo, sino la vía para demostrar que se pueden hacer las cosas en beneficio de los que depositaron su sufragio en las urnas. Mara Lezama, la gobernadora, tendrá pronto la oportunidad, única en la vida, de probar que hacer gobiernos diferentes, para bien de los que se gobierna, aún es posible.
COMENTARIO MORBOSO
Y si, falta aún el camino del litigio, en el que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) será el que valide la elección local, pues la queja –aun sin fundamento- se ha convertido en una constante, tanto para desacreditarse entre competidores, como para golpear a la autoridad electoral en turno; pero nada parece que altere el triunfo ni ponga en entredicho que la “ola morenista” aun funciona.
Las lecciones y caminos, entonces, son los de constituir una verdadera oposición a Morena, tanto en lo local como en lo nacional. Será fundamental además echar mano –en el futuro corto y largo- de candidatos formados y sin antecedentes –o por lo menos- sin expedientes legales abiertos. Porque lo único que no debiera ocurrir es que no ocurra nada, con temas como el del municipio Puerto Morelos y su ex presidenta, Laura Fernández Piña; de Movimiento Ciudadano, deberán aprender que, no por pensar constantemente en la elección presidencial del 2024, se deben descuidar las locales (el próximo año habrá elecciones en Estado de México y Coahuila, ¿a poco tampoco ahí pondrán empeño), dejaron ir un buen candidato –lo era Roberto Palazuelos, ya como gobernante quién sabe, pero para ganar votos hubiera sido mejor-; y en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) están felices, no ganaron elección, pero mantendrán un buen coto de poder y su candidata; Leslie Hendricks Rubio, puede desde ahora considerarse cercanísima a la próxima administración.
De plano, quienes tienden a la extinción, son los partidos locales Confianza por Quintana Roo (CQ) y Movimiento Auténtico Social (MAS), su creadora, Cecilia Loría Marín, parece haberse enfurecido por pactos que no le cumplirían y se equivocó en ir a levantar una mano que no le aseguraba absolutamente nada. Volverá a acercarse a Mara Lezama Espinosa ¿pero la aceptarán? La incógnita estará en saber qué es lo que pudiera ofrecer, pero dentro de muy poco, es probable que ni el partido del que era propietaria, pero esta es una historia que le iremos platicando con calma; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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