
México cerca del abismo educativo
El fin de la práctica de la venta de plazas de maestros llegó con las reformas educativas y con el debilitamiento de un sindicato con la caída del poder de Elba Esther Gordillo, quién duró casi 24 años como líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, pero sería mucho crédito hacia ella culparla en su totalidad sobre el atraso de la educación en el país.
Siendo realista, México destina muy poco en el rubro de la educación de nuestros niños y jóvenes, siendo alrededor de un 5 por ciento del producto interno bruto, sin embargo, su nivel de corrupción significa que el dinero no se traduce en beneficios reales en la calidad de la educación.
Es innegable que el ingreso de alumnos en primaria va en aumento, pero son indicadores relacionados al crecimiento de la población, pero sólo el 62 por ciento de ellos llegan a inscribirse a nivel secundaria. Y aquellos estudiantes que se encuentran en éste nivel la mitad de ellos abandonan la escuela y solo una cuarta parte llegan a la educación superior.
Cada vez hay menos lectores de tres libros al año en promedio reflejando un bajo nivel de educación y pobreza, siendo cada vez más lejos la ambición de México para convertirse en una economía mundial frenado principalmente por su sistema educativo corrupto por los desvíos de los escasos recursos destinados a la educación, su programa de estudios no acorde a las necesidades competitivas a nivel internacional y no podemos dejar a un lado la parte docente.
En especial esta última, forma una parte muy importante o mejor dicho esencial para el avance de millones de estudiantes que dependen de ellos para salir preparados con lo necesario para poder enfrentar la continuidad de estudios tanto en conocimiento, así como el incentivo e inspiración a estudiar una profesión en cualquier universidad.
Pero es un hecho y mucho pedir cuando en primer instante la parte docente reprueban el 48 por ciento de los aspirantes en educación básica a nivel nacional de acuerdo a datos proporcionados por la Secretaría Federal de Educación Pública, en donde informan que de los 112 mil 671 egresados de las normales, universidades y maestros que laboran en las diferentes escuelas del país presentaron su examen para una plaza docente y técnico en la educación básica teniendo como resultados que 54 mil 82 no pasaron para poder impartir clases en el ciclo escolar 2015-2016.
Aunque la SEP no dará a conocer los nombres ese dato es el que menos interesa, pero si es muy claro el abismo de la educación en México, en donde la puntuación de los estudiantes es cada vez inferior en las pruebas internacionales.
Presidentes de México van y vienen durante años sin que ningún proyecto o planes en la educación tengan un motivo para invertir en algo que no da resultados tangibles durante un mandato de seis años.
El puesto de Secretario de Educación en turno siempre tendrá la justificante de su fracaso porque podrán culpar a los sindicatos de la educación y en donde el sistema de enseñanza se basa en la memorización y el pensamiento no es crítico, es decir, los estudiantes son “enseñados” para memorizar fechas y eventos, tablas de multiplicar, etc., pero en cuestión de calidad en la educación, todavía tienen un largo camino por recorrer.
Otro dato más es que de acuerdo con el CIA World Factbook, México ocupa una tasa de alfabetización del 86.1 por ciento, pero evidentemente, saber leer y entender qué es lo que estamos leyendo no es lo mismo. Y de acuerdo al Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos sitúa a niveles de compresión lectora de México en penúltimo lugar entre los países de la OCDE. Solo para ejemplificarlo de manera comparativa a Canadá que gasta menos de su PIB a la educación está casi en la cima de la lista, solamente superado por Finlandia.
Está claro que tener un índice de analfabetismo más del 85 por ciento es en sí mismo, pero no es para estar alegres, porque de acuerdo con los datos anteriores, México está a un paso del abismo educativo. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org
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