Los espantos o los muertos

Sin ánimo a ofender ni mucho menos criticar a las costumbres o tradiciones extranjeras, como la Noche de Brujas, para los mexicanos siempre debe ser más importante el promover y el participar en tradiciones muy antiguas mediante el cual los mexicanos recuerdan con amor, devoción, pero sobre todo con mucho cariño y respeto a sus seres queridos que ya no están en este mundo.

Los mexicanos, sobre todo los jóvenes deben participar más en cuestiones que tiene que ver con la historia y las costumbres de su país que ser tan activos en participar en eventos como la Fiesta de Halloween, en donde el grueso de los mexicanos esperan más ésta fiesta en el mes de octubre en donde su mecanismo detonador se trata de la venta de disfraces, dulces y la llegada de una noche donde abundan las copas y en donde caen en los excesos al consumir grandes cantidades de bebidas alcohólicas para según ellos, estar a tono con el enfrentamiento físico y verbales que los llevan hasta las ergástulas municipales.

La nula participación de la Subsecretaría de Promoción Cívica del Gobierno del Estado de Coahuila o la inexistencia de dicha subsecretaría porque no se sabe si ésta cambio de nombre o continua funcionando bajo el mismo y sin saber quién está al frente por la falta de información por parte de las autoridades y la difusión de actividades hace que no solo los valores cívicos sean olvidados por las nuevas generaciones sino que ha permitido que otros festejos de países extranjeros se vayan apoderando como es el Día de Halloween, tomando cada vez más relevancia e importancia entre las generaciones presentes.

El consumismo de éste día llega oportunamente para los comerciantes de todo tipo incluyendo los antros luciendo repletos de personas que participan en eventos especiales en el que se otorgan premios a los disfraces más llamativos o más espectaculares.

Antes de que se acabara el mes patrio muchas tiendas comerciales sin importar su giro ya estaban adornadas con telarañas, calabazas, brujas, monstruos, etc., todo aquello alusivo al mes conocido como la Noche de Brujas.

Se dice que la noche de Halloween o Noche de Brujas, es una tradición surgida en algunos países de Europa, pero que se celebra con mayor intensidad en los EE.UU. y Canadá.

De acuerdo a la leyenda, se trata de una noche, la del 31 de octubre, la puerta que separa el mundo de los vivos del más allá se abre y los espíritus hacen la posesión en los pueblos en los que vivían.

En esa noche de brujas, los espíritus visitaban las casas de sus familiares, y para que no los molestaran los aldeanos debían poner una vela en la ventana de su casa por cada difunto que hubiese en la familia, si había una vela en recuerdo de cada difunto los espíritus no molestaban a los demás familiares, sino era sí; los espíritus los perturbaban por la noche les hacían caer entre terrible pesadillas.

En la actualidad, la noche del 31 de octubre los niños salen a la calle con disfraces y tocan las puertas de sus vecinos o acuden a los comercios para pedir dulces o frutas y cuando se les niegan arrojan huevos.

Pero a la falta de una promoción de civismo en la entidad a nosotros como mexicanos nos debe de interesar más la celebración de los Santos Difuntos, que es una tradición milenaria, un acto en el que rendimos tributo a nuestros muertos.

Honrar y recordar con cariño a las personas ya fallecidas, debe ser siempre una costumbre y una tradición de pueblo de México.

No es justo que festejen más una tradición extranjera como lo es Halloween, que festejar una tradición que data de hace mucho tiempo y que además es algo que nos debe llenar de orgullo como mexicanos.

Cabe citar que el Día de Muertos está catalogado como una celebración mexicana de origen prehispánico que honra los difuntos el 2 de noviembre y comienza el primero de noviembre, y coincide con las celebraciones católicas del Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos.

Es una festividad mexicana y Centroamericana, se celebra también en muchas comunidades de Estados Unidos donde existen familias de origen mexicano y de Centroamérica.

Asimismo la UNESCO ha declarado ésta festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, además de que los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada de los españoles. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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