Les faltan pantalones y buenas decisiones

Uno de los grandes problemas en cualquier administración de los diferentes gobiernos en el país, es decir, presidencia municipales, estatales y federales es la carencia de darle continuidad a las cosas.

Problema que afecta a final del día a todos los mexicanos porque se aplica la famosa frase “el ya merito” como si fuera la selección mexicana. Todo a medias sin oportunidad de resultados que beneficien a la ciudadanía. Aparentemente nuestros gobernadores se preocupan más en dejar los programas en donde pueden hacer negocios de por medio y todo aquello destinado a fondo perdido, no siendo suficiente éste como la caja chica de todo gobierno.

Pero aquellas decisiones por muy insignificantes que sean para los funcionarios públicos existen algunos de ellos que como pueden beneficiar significativamente a la gente o en su defecto lo pueden perjudicar en su economía son a las que nuestros gobernantes deberían de darle continuidad.

Ha quedado más que demostrado que el problema de la continuidad no es un problema exclusivo de México, sino de la humanidad a través de su historia existiendo civilizaciones enteras que han desaparecido para imponer una nueva y demostrar su poderío.

El ser humano es la única especie en la Tierra que cuando se trata de imponer poder, lo primero que hace es destruir edificaciones o en su defecto construir encima del anterior para poder dejar un precedente tratando de borrar la anterior, así como lo hicieron nuestros antepasados.

En tiempos modernos no han cambiado las cosas ya que al menos aquí en México sin importar el color y aun perteneciendo al mismo partido, el Presidente Municipal, Gobernador y Presidente de México en turno, siempre buscará la manera de hacer una obra más grande que el anterior para ser recordado en su localidad, entidad o nacionalmente.

Un ejemplo de ello es en nuestra capital coahuilense, la cabecera municipal de Saltillo, siendo el referente el problema del transporte público en donde dejó de ser un disgusto para los saltillenses cuando en la administración anterior se introdujo el nuevo sistema conocido como el Saltibus con el ex alcalde Jericó Abramo Masso. Su objetivo fue en grandes rasgos modernizar el transporte urbano y sistematizarlo con las tarjetas de prepagos e implementando la reorganización de sus rutas. Faltó tiempo, es cierto, pues fue mucho el estira y afloja entre concesionarios y autoridades, sin embargo, lo que se logró fue bueno pero también gracias a un buen cabildeo que hizo fuerte al exalcalde.

En alguna ocasión le pregunté en un desayuno a Jericó Abramo Masso, sobre la problemática de los taxis respecto a regular sus tarifas por medio de un taxímetro como en otras ciudades del país y sin ir tan lejos le mencioné Monterrey, Nuevo León, a la cual su respuesta fue muy sencilla: “A mí qué más me gustaría, empero, ya se me acaba el tiempo…eso lo más seguro es que por lógica le dé continuidad mi sucesor” (sin saber todavía quién fuera).

En la actual administración de Saltillo, el alcalde Isidro López Villarreal, tomó las riendas para darle continuidad al problema del transporte urbano en donde quedaron pendientes todavía algunas cosas del Saltibus pero al menos está operando el sistema de cobro, pero las unidades nuevas quedaron en el aire.

Y como en toda democracia, la decisión no la puede tomar una sola persona sino que depende de un cabildo para que tenga la última palabra siendo ésta conformada por sus representantes de los diferentes partidos políticos. Y en esta ocasión sucedió lo que mejor sabe hacer el ser humano: No darle continuidad a las cosas.

Siempre he considerado que Don Isidro Villarreal López es una buena persona, bien intencionado, pero también sostengo que aún le siguen fallando algunos de sus colaboradores que no están haciendo bien su chamba.

La buena iniciativa del alcalde de darle continuidad al problema del transporte en Saltillo, fue excelente en tratar de homologar ahora las tarifas de los taxis de la ciudad por medio de un taxímetro cuestión que ha generado polémica entre concesionarios de éste transporte en no querer ajustarse a las nuevas tarifas teniendo su única vía la del desorden público para presionar a las autoridades.

Se les dio la oportunidad muy en contra del acalde porque ya había sido decisión tomada por el cabildo, pero aun así se les dio otra oportunidad en donde la última palabra no fue la del Presidente Municipal, sino del mismo cabildo conformado por los diferentes partidos políticos que representan a la ciudadanía y se les autorizó un incremento más en las tarifas de salida y entre otras peticiones.

Ante tal situación se le ha señalado al alcalde de Saltillo, como carente de carácter pero la realidad de las cosas es que no fue su decisión sino la falta de pantalones del cabildo de la Presidencia Municipal, quienes accedieron a los lloriqueos de los concesionarios de los taxis y la falta de un buen cabildeo por parte de sus colaborares que hicieron posible cumplir los caprichos de los taxis.

Los taxistas de Saltillo le ofrecieron a la ciudadanía sus mismas chatarras de vehículos en pésimas condiciones, todos chocados, modelos antiguos contaminadores de la ciudad, asientos maltratados y sucios que pareciera como si estuvieran miados y vomitados por “teporochos” y hasta mal olientes. Eso sin considerar el manejo de sus choferes que anda por las calles como cafres e imponiendo su ley chocando sus unidades contra los carros particulares para hacerse respetar a base del miedo y su posición “valemadrista”. Carencia de la buena cultura del conductor.

Ahora, ante la falta de pantalones y carácter de quienes conforman el cabildo de la Presidencia Municipal los concesionarios y líderes sindicales del transporte urbano de los camiones viendo esta vulnerabilidad pretenden hacer su incremento porque al cabildo de Saltillo no solo le tiembla la mano sino es más que evidente no le interesa el beneficio de la ciudadanía saltillense, así que de aprobarse cualquier petición no será culpa del quien da la cara por ellos sino de un mal cabildeo quienes son los que entierran las buenas decisiones. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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