Las entrañas del poder: Chapulines, monarquía y algo más

CHAPULINES ALAS CORTAS

En los últimos días han brincado y rebotado como pelotas de hule flamantes personajes de la política nacional, Gabriela Cuevas (la prima) brinco de las filas blanquiazules a las huestes de López Obrador (el perdonador) disque por diferencias irreconciliables con su partido, lo mismo hizo el joven René Fujiwara “El nieto” al abandonar la institución partidaria que fundara su abuela y pasar al moderno y actual partido de Morena.

Otros grises han engrosado al movimiento progresista, personajes con cuentas pendientes y de oscuros intereses, como Víctor Romo, René Bejarano, Dolores Padierna y más, en estos brincos y afiliaciones no nos debe de extrañar caiga en cualquier momento “Juanito” el de Iztapalapa, para cerrar con broche de oro.

Con estos perfiles difícilmente ganaran más de dos gubernaturas, no serán mayoría en ninguna de las cámaras pero, el objetivo primordial estará cumplido, la suerte está echada.

MONARQUÍA HEREDITARIA

Como mandato divino vemos a los próximos candidatos en todas latitudes, en Puebla por ejemplo, tenemos a la esposa del ex gobernador Moreno Valle contendiendo por la gubernatura que dejara su marido hace año y medio, en Veracruz se perfila el hijo del actual mandatario, la hija de Manlio al senado, el hijo de Tony Gali a la cámara alta y si me sigo podríamos terminar hasta el lunes.

La política nacional se ha convertido en un negocio familiar, los romanos se hacían llamar patricios, eran las familias dominantes y únicos con derechos a ocupar los más altos puestos y rangos, en estos casos no recuerdo a ninguna emperadora.

En México las clases políticas han tomado la monarquía como una práctica común y dejado en segundo lugar el tradicional compadrazgo, entre hijos, sobrinos, yernos, esposas, nietos y hermanos se reparten cual botín pirata los diferentes cargos públicos.

GOL  A LA CUAUHTEMIÑA

El alcalde de Cuernavaca estrena director técnico en la persona de Andrés Manuel López Obrador, lo cual ve con buenos ojos toda la afición morenista  “votos son votos” no importando si el candidato a la gubernatura es capaz para dichas labores, lo importante es su obediencia, audiencia y presencia.

El “Temo” no es una persona disciplinada más bien es desmadroso, echado pa delante, un consumado juerguista alegre, de poca verborrea y mucha finta, sumiso ante su alevoso conspirador José Manuel Sáenz alias “Cerebro” este registro huele a peligro, podríamos ver un gobernador independiente en los zapatos de Blanco Bravo, en cuanto le quieran imponer y ordenar, como ya lo hizo con el partido que lo llevo a la alcaldía.

Con esta adquisición AMLO y su movimiento progresista piensan dominar la cancha política morelense, el amado americanista y bravucón delantero se convierte en el fichaje más caro del mercado invernal político.

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